Dark Shadow ~Severus Snape

Capítulo 8 - Murciélago intimidante

- ¿Por qué perderíamos tiempo en eso? – dijo James.

- Porque lo necesitáis.

Intentaron uno a uno cogerme y yo con toda la facilidad del mundo los esquivaba. Finalmente se decidieron a organizarse juntos y me atacaron con una sucia estrategia. Con eso al menos consiguieron rozarme.

- Eres más difícil de atrapar que la snitch – me confesó Robin Fatou, el buscador.

- Y tanto – lo apoyó James. Arrugué la nariz, aquello me había parecido una indirecta.

- Puede ser – contesté riendo –. Por cierto, ¿qué hora es?

- Creo que acaban de dar las seis– dijo uno de los guardianes.

- ¡Oh, no! Me tengo que ir chicos, seguid entrenando duro, no quiero que Gryffindor os gane en el primer partido. Si alguna vez queréis que os vuelva a patear el trasero no dudéis en pedírmela.

Salí de allí volando tan rápido como pude hasta la entrada al castillo, donde bajé de la escoba, la guardé y caminé con prisa hasta el despacho. En el camino por poco me choco con medio colegio y personal, aunque conseguí esquivar a todos con los que iba topando. A lo lejos escuche alguna que otra reprimenda de McGonagall y Hooch.

Llegué y la puerta se abrió. Un molesto Snape estaba en la entrada con los brazos cruzados y un gesto frío.

- Llegas tarde – dijo cuando entré.

- Lo- lo siento - conseguí decir con la respiración entrecortada.

- Que no se repita – emitió autoridad.

- Sí – contesté educadamente.

El comenzó a caminar hacia su laboratorio personal y yo lo seguí. En una de las mesas había una tanda de exámenes de primero.

- Corrige eso y no hagas ruido, tengo cosas que hacer.

Me quedé en un lado de la habitación mientras él preparaba no-se-qué en un pequeño caldero. Cuando casi había terminado, en un tiempo récord, escuché mi nombre salir de su boca.

- Lyra, ven aquí un momento.

Me acerqué con un poco de miedo a ver que quería y sobre la mesa pude divisar una sustancia que no pude reconocer.

- Ve removiendo lentamente esto hasta que se ponga azulado. Tengo que preparar algo de mientras.

- Está bien.

Comencé a remover y Snape se acercó y puso su mano sobre la mía controlando y reduciendo el ritmo de las vueltas.

- ¿Qué es esto? – incliné la cabeza para verlo.

- Veritaserum – soltó mi mano.

- ¿No que el ministerio no tenía muy controlado la realización de este?

- El director, me lo ha concedido el permiso. Mi última reserva la utilizó el ministerio para a saber que cosa. Seguramente ilegal, si no hubiesen utilizado una de las que tienen registradas – el pelinegro se marchó.

Seguí removiendo hasta que se convirtió en un líquido parecido a agua, pero un poco azulado.

- Creo que esto ya está – le informé.

- Eso lo decidiré yo – se acercó a la mesa –. Sí.

Fui a sentarme en la mesa de antes a continuar, pero los documentos no estaban ya sobre la mesa.

- Señor ¿y...?

- Olvida eso, ¿qué te pasa? – preguntó mientras enfrascaba la poción.

- No me pasa nada.

- Mientes de pena. ¿Acaso quieres probar? – alzó el bote aún sin tapón.

- No gracias.

- Tú te lo pierdes...

- ¿Tan complicado es hacer esa poción? He escuchado que requiere una alta técnica y conocimiento – pregunté interesada.

- Si tienes dos dedos de frente, es una tontería.

- Ya me gustaría hacer cosas como esas, las que nos haces hacer son una birria.

- No todo el mundo tiene las mismas capacidades y tu año son todos unos ineptos – dijo con cierta ira en la voz. Tú... Tienes al menos un nivel de cuarto.

- Oh, me siento alagada - dije con tono burlesco.

- Puedes retirarte ya, si quieres.

- ¿Y si no quiero? – intenté picarlo.

- Entonces, ¿qué harás aquí?

- Oh vamos, eses uno de los pocionistas más reconocidos de Gran Bretaña, enséñame algo, sabes que tengo interés en la asignatura.

- ¡Qué agradable sorpresa! – ironizó – La egoísta de Lyra Malfoy ha vuelto.