Al parecer, no fue casualidad que Theo viniera aquí. Es una Universidad sumamente influenciada por lineamientos illuminatis y guerras caóticas donde el conocimiento es tan alto que no se puede medir además que resulta una bomba de tiempo a mis pareceres.

Lo único que me preocupa es la idea de que Carl me cancele en cualquier momento la salida de esta noche.

Estoy frente al espejo de mi habitación, con un vestido de seda y algodón, color turquesa que me llega hasta la parte superior de las rodillas, zapatos blancos y un chaleco liviano de algodón para cuando refresque.

Frente al espejo en la puerta de mi armario me cepillo el cabello y considero la idea de aclarármelo. He tenido el mismo color negro azabache desde pequeña, en algunas ocasiones lo varié al castaño oscuro pero no han sido los grandes cambios.

Por suerte, tengo unas ondas naturales donde terminan las puntas que me acomodo a un lado del hombro.

Me he maquillado muy poco ya que no será una noche para salir a seducir.

Mi vida ha sido un desastre en cada intento de una cita o una fiesta...

Cuando ya estoy lista, tomo una cartera de mano del mismo color que mis zapatos con el mismo contenido de siempre (toallas higiénicas, dinero, pañuelos descartables, maquillaje, desmaquillante, etc.) y me encaramo hacia la puerta donde me cruzo a Phoebe quien me mira de arriba a abajo y señala:

-Aguarda.

-¿Sí?

Va donde su armario y saca una cajita roja, alargada, que cabe en la palma de una mano. La abre y vuelve donde estoy.

-Dame tu brazo-indica.

Hago lo que me indica y resulta que todo el rollo es para colocarme un brazalete dorado con un pequeño dije, aparentemente de oro, en forma de rosa abierta.

-Oh...-murmuro, sorprendida de que ella tenga algo así entre sus pertenencias; diría que es demasiado femenino para su estilo usual-. No lo podría aceptar-reconozco.

-Ni sueñes que te lo estoy regalando. Sólo es para que te combine. Te sienta bien.

-Bueno pero...

-No aclares. No necesito saber con quién tendrás tu cita. Sólo te digo que esta me la regaló mi madre antes de morir y aunque no condice mucho con mi estilo, a ti sí, aunque luego me la devuelves, eh.

No vale la pena aclarar que no tendré una cita esta noche.

Solo una salida con mi amigo.

Es todo

Aún así, de algún modo no quisiera contradecirla... Es que se la ve tan emocionada con ese brillo en sus ojos.

Finalmente me trago las palabras y murmuro:

-Gracias.



Tomo un taxi que me deja en la puerta de dicho restaurante.

Al llegar y bajarme, creo estar más perdida que nunca en toda mi vida.

Acto seguido me vuelvo al conductor quien va con el vidrio bajo y está por arrancar el motor de su movilidad para irse cuando lo detengo:

-¡Disculpe! ¿Está seguro que la dirección es...?

-¿Aquí? Por supuesto. Mira el cartel.

Cuando me volteo, el sujeto se marcha y observo directamente un letrero enorme con letras sofisticadas señalando «SAINT JENNI'S».

Entro en pánico. De pronto me siento demasiado informal, demasiado pobre como para venir a un lugar como este: Es de dos pisos, vidriado completo con enormes inscripciones pegadas al estilo calcos fluorescentes, reflejando refranes escritos en italiano y francés.

La luz es tenue y la música agradable. En cuanto me encamino hasta la puerta, mi corazón palpita fuerte de solo imaginarme la cara con la que las señoras que entran con sus sacos de piel y los hombres de camisa y corbata, me mirarán.

Saco mi móvil de la cartera y corroboro la hora: estoy cinco minutos tarde y algo me dice que Carl no es del tipo de personas que llegaría tarde a una cena.

Enciendo el Internet para escribirle dónde está, sin embargo, me llama la atención un apuesto muchacho con un grandioso tatuaje brillando bajo el cuello de su camisa. Se lo ve incómodo, parece luchar consigo mismo a fin de no desatarse un lindo corbatín lila.

Entonces lo miro a los ojos y me sonríe.

Es Theo con smokin.





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#BADBITCH #BOYTOYS #BADBOYSenFisico #THACY

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BAD BITCH #2Where stories live. Discover now