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-Me quedaré-le aseguro.

Sus labios se curvan en gesto de haber salido airoso de una batalla.

-No sin antes establecer mis condiciones-contraataco dejando en claro que en verdad puedo ser muy diferente a lo alguna vez fui.

De pronto recuerdo a Phoebe decirme «Si te enamoras, que no se note.»

Al menos lo intento...

-¿Cuáles?

-En primer lugar no me quitaré la ropa y podré irme en el momento que desee.

-Esas ya son dos condiciones-aclara. Y lleva razón pero mi trato con Stefano deja en claro en mi interior algunos puntos: no puedo ahora meterme con Theo así de fácil, es algo más complejo que el simple hecho de andar de chico en chico como una fulana cualquiera.

-Yo hablo, tú escuchas.

Las palabras salen de mi boca y es realmente darle rienda suelta a la Tracy Malvada quien ha tomado las riendas del caballo y Tracy Sensible se encuentra frente a ella tomando nota de sus dos maestras, Phoebe y Mi Yo Hostil.

-Vaya-murmura Theo-. Seré una tumba.

-La segunda condición es que en verdad decido tomar ese plus pero no puedes tocarme un pelo, ¿estamos?

-Básicamente son cuatro reglas estúpidas, no dos condiciones simples.

-Nadie dijo que serían simples.

-Pero dijiste que serían dos.

-Lo tomas o lo dejas, Theo.

Me cruzo de brazos mirándolo a los ojos de modo desafiante. El parche en su ceja le hace parecer un tanto vulnerable.

Acto seguido su respuesta llega con una accióin simple: Se arroja de espaldas a la cama y su chaqueta se sube dejando ver una camiseta blanca que transparenta algunos tatuajes y veo un poco de vello bajo su ombligo que me imagino, concluye su recorrido hasta el pubis y me encantaría comprobar mi teoría metiéndome debajo.

-Todo tuyo, nena.



Cuando el cinturón queda desprendido, mis manos toman el borde de su camiseta blanca y de a poco voy permitiendo que algunos tatuajes vean la luz: el enorme rosal que se extiende en su torso me refresca la memoria y ver cada una de sus espinas es tan característico de su personalidad que me da un poquito de miedo.

Marcó en su cuerpo los límites que nunca quedaron grabados en su mente.

-¿Contendrás tus ganas de lamerme el abdomen o los pectorales?

Las palabras de Theo me divierten aunque decido no responder y prosigo en mi labor.

Acto seguido le quito su chaqueta y la camiseta. En el instante que libero completamente al lobo, éste clava sus ojos de tinta en los míos y me siendo fascinada de volverme a encontrar con él.

Consciente de que debo continuar, regreso a sus pantalones, entonces empieza la parte que implica mayor dificultad....

Desprendo un botón, bajo la cremallera y la tela roja de un bóxer de algodón asoma junto con una enorme erección que pide por favor ser liberada.

Theo me observa.

Me está desafiando.

Haz lo tuyo, exige mi conciencia. Y la peor parte es que no sé qué es exactamente «lo mío».

Sigo entonces las sugerencias de Tracy Sensible quien levanta la mano en la clase de Tracy Malvada dentro de mi cabeza y sugiere que no caiga en la tentación de Theodore.

BAD BITCH #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora