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Theo

Luego de entender que la anatomía y la fisiología son dos cosas completamente diferentes pero que no se contraponen, la profesora da por finalizada la clase y me quedo pensando en cuán complejo ha de ser incursionar en las neurociencias.

Pero supongo, están terriblemente limitadas. A mi ver, los fenómenos de la mente, no pueden reducirse a una base neuronal intrínsecamente (aún así reconozco que me queda mucho por aprender en el terreno de la salud).

Quizá podría haber enfocado mejor mi atención si no hubiere sido por culpa de un par de ojos que tuve pegados en la nuca toda la clase y me hacían desear a cada minuto que la doctora quien dicta la clase sentencie por fin:

-Nos vemos la próxima, chicos. Vayan leyendo el material de lectura que enviamos a sus casillas de correo.

Cierro el cuaderno donde tomo anotaciones y me guardo el boli en el bolsillo. Cuando me pongo de pie y salgo del salón, una voz llega a mis espaldas y cada vez puedo convencerme más de que la paz en la Tierra es una utopía.

-¡Landon!

Durante un instante quiero ignorarla, continuar mi camino, no escuchar cualquier cosa que tenga para decir pero Rebecca me alcanza y si no corto esto desde ahora que estamos comenzando el semestre, me hará las cosas más difíciles luego.

Me detengo a mitad del pasillo y no me molesto en girarme para encontrarme con ella. Acto seguido se adelanta unos pasos y queda frente a mí.

Se la ve bellísima, con una blusa de escote amplio cual resalta su busto y muy buenos recuerdos impactan en mi memoria.

Mierda, no. No puedo, no puedo.

-Turner.

-Recuerdas mi apellido, por lo visto.

-Las hermanas Turner son una leyendo en Bad Boys.

Ella levanta su mano y se acomoda el cabello. Las amplias mangas de su blusa no se ajustan a los brazos por lo que una cae y puedo ver el tatuaje del símbolo invertido.

-Gracias-se regodea-, pero no estoy aquí para recibir tus halagos. Tengo novio.

-Te felicito.

Su gesto muestra sorpresa y lo disfruto.

-Gracias otra vez... ¿Sabes?-se pasa la lengua por los labios y ahora, las manos se cierran en la carpeta que sostiene. A su vez la levanta y hace que los senos se le presionen entre sí y muestren más de lo debido por encima del escote-. Últimamente me he estado acordando mucho de ti y vaya casualidad que terminamos estudiando lo mismo. ¡En la misma universidad!

-Sí, un milagro.

Se mueven, mierda, se mueven.

Sus...enormes...tetas...se mueven y piden a gritos salir de ese escote.

Suben y bajan en la medida que ella mueve la carpeta.

-Debo irme-intento evadirla.

-¿Tan rápido? Pero si apenas empezamos a hablar, no creo que aún me guardes rencores... ¿o sí?

-No.

-Me alegra mucho escuchar eso, Theo. No te haces una idea lo mal que he sentido durante tantas semanas, meses, incluso todo este año que hemos estado separados.

-Yo no...

-En verdad, no te haces una idea por todo lo que he pasado. Incluso enterarme de que estuviste con cuanta zorra se te cruzó en el camino.

-No fueron tantas.-Y no todas fueron zorras.

-Una sola bastó para romper mi corazón.

-Pero lo superaste.

-Supong...

-Me alegro. Luego me pasas el número de tu terapeuta, adiós.

Intento pasarla por un costado pero antepone un hombro y ahora termino teniéndola más cerca de lo que es debido. El truco de evadir la tentación me resulta un fracaso ya que su busto ahora me termina rozando los pectorales y mi entrepierna empieza a sentir presión. De pronto pienso en la mala idea que se haría Tracy de encontrarnos así y...

Al diablo, no debo rendirle cuentas a ella.

Que se quede con el imbécil de su nuevo novio o amigo o lo que se les antoje ser. Ya hice demasiado por advertirle que Guilty no es bueno para ella ni para nadie pero claro, llevarme la contraria y exponerse a cualquier peligro como la suicida que es, conforman su GRANDIOSA filosofía de vida (Nótese el sarcasmo, por supuesto).

-No me curé con ningún analista-asegura Rebecca mirándome a los ojos. Trato de mantener mi gesto inmutable pese al hecho de que mi entrepierna diga precisamente lo contrario.

-¿Y?

-Lo hice con chicos. Muchos chicos. -Vaya que me ha extrañado-. Estuve con algunos que me enseñaron cosas fantásticas, otros que no tanto pero lo cierto es que nadie, absolutamente nadie es como tú en la cama, mi Theo.

-Estuve con tu hermana, Rebecca. ¿Eso no te dan ganas de tomar distancia?

-Lo sé y no me ofende. Tampoco me nacen ganas de mantenerme lejos, para que sepas, mi criterio dice que está bien: las cosas deben quedar entre familia.

-Eso es asqueroso.

-Mientes. Ahora mismo debes estar teniendo fantasías con nostras dos y contigo haciéndote cosas muy sucias...

Se muerde el labio inferior y me pregunto cómo demonios hace para leerme el pensamiento.

Me pongo muy tenso al igual que el silencio que acompaña el instante. Excepto por sus labios carnosos que se mueven de manera muy sensual al reponer:

-Deberíamos volver a intentarlo.

-N...no... No lo creo. No quisiera tener problemas con tu novio.

-No es un mal chico. Y sabes que ese es el problema.

-¿Qué dices?

-A mí me gustan los hombres rudos-levanta una mano y deja caer sus uñas en mi abdomen-. Como tú, mi amor.

Las últimas dos palabras irrumpen en mi cabeza logrando un efecto como un chasquito, como un cristal rompiéndose.

Y me espabilo.

-¡No!-reacciono-. ¡No soy tu jodido amor!

Me hago a un lado y camino a paso decidido dejando su grito lleno de ira tras de mí:

-¡Deberías pensarlo! ¡No puedes dejarme aquí tirada, idiota! ¡Te arrepentirás!

Sus palabras suenan como amenazas y un montón de idiotas se quedan mirando alrededor. Tengo ganas de volverme a cada uno de ellos y preguntarles «¿qué miras? Métete en tus asuntos» no obstante, la vergüenza no me lo permite.

Mucho tiempo estuve para librarme de Rebecca.

No quiero volver a eso...

No quiero volver a esnifar cocaína en sus caderas.



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#BADBITCH #THACY #TEAM...???

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BAD BITCH #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora