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Jueves

Phoebe no ha regresado en toda la noche. 

Llevo desde las 5 AM leyendo la obra de Macbeth y ya van a ser las ocho. Me sorprende que Phoebe se pierda así, Cochinillo ha de extrañarla.

-¿Tu mami te ha dejado comida?-le pregunto al animal dentro del armario abierto. Éste no se inmuta.

Suspiro y dejo la obra a un costado pensando en Lady Macbeth, sintiéndome en parte, identificada con ella: al pensar en qué podría unirnos caigo en la cuenta de que la mujer percibe sus manos tan sucias por haber asesinado al Rey que se condena a sí misma por el hecho de que jamás podrá limpiarse el alma, eso que en verdad ha quedado perturbado para siempre.

Aunque el tatuaje en mi brazo me lo quite, le dibuje un círculo encima, mi conciencia estará corrompida y la culpa por haberle hecho daño a Theo incrementará siempre, cada día... mi sensación de horror.

-Tienes suerte de no tener novia-le señalo a Cochinillo mientras busco una toalla-, de lo contrario, estarías sufriendo como todo los seres humanos en este planeta.

Nunca terminaré de acostumbrarme a los baños públicos.

Me pregunto si todas las chicas que acceden a este sitio (y al único chico que alguna vez vi aquí) sentirán el mismo pudor.

No deben ser vírgenes, en qué cabeza casta cabe la idea de andarte desnudando frente a los demás como si fuese lo más normal del mundo.

Eso es un asunto aparte. Hay miles de chicas que hacen deporte, comparten duchas y no tienen los mismo complejos que tú.

Depende cómo lo veas. Tú siempre intentarás llevarme la contraria así que no tiene mucho sentido discutirlo.

¿Y si mejor te sigues vistiendo y apresuras las cosas? No creo que quieras retrasar tu rutina.

Cuando parece que por fin coincidimos en algo con la voz de mi conciencia, empiezo a hacerme una idea de qué tan lejos será Go Delta del campus de la IVU. A quienes he consultado, aseguran que no muy lejos sino un par de cuadras pero el hecho de estar lejos de mi casa, cualquier punto de esta ciudad se me queda lejos y el miedo a perderme es atroz.

No sólo a desubicarme en sentido de dónde estoy parada sino caer en el peor lugar en el momento menos indicado.

Como entrar a las duchas y encontrar al Dios Musculado y Tatuado más sexy de todos los tiempos.

Y que te acose.

Lo sé, produce escalofríos de sólo pensarlo.

Frente al hecho de estar lista a la espera de que Phoebe baje, me invaden miles de recuerdos. Entre ellos, el más importante: aquél día que acudí a mi primera fiesta. Se montó en la Bad House y conocí personalmente a quien más ha influido en mi vida.

Theo.

Sus ojos clavados en los míos mientras me limpiaba el refresco que me arrojó Neo, despierta la añoranza más tierna que ahora mismo, no debería sentir. En vano, porque es inevitable. Desde entonces, alejarme de él significa un Imposible que ninguno podemos cumplir. O eso parece...

Llevamos poco tiempo sin hablar aunque esta vez, me horroriza hacer la idea de que no quiera volver a verme.

Hice lo que no debía.

Me metí en un juego peligroso, un entrampado del cual desconozco si se puede llegar a salir algún día.

Y no lo digo sólo por mi tatuaje sino que los sucesos que nos han atravesado han sido tan penosos que los lazos rotos hacen pender de un hilo la relación que alguna vez tuvimos y al día de hoy, se limita exclusivaente a una amistad sin fundamento.

BAD BITCH #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora