𝐄𝐍𝐙𝐎 𝐕𝐎𝐆𝐑𝐈𝐍𝐂𝐈𝐂 - 𝐔𝐍𝐍𝐎𝐓𝐈𝐂𝐄𝐃 𝐄𝐒𝐒𝐄𝐍𝐂𝐄

𝟐𝟔. 𝐄𝐗 • 𝐍𝐎𝐕𝐈𝐎

—No —pero eso fue suficiente para tener tres pares de ojos sobre mí.

—¿Te tatuaste? —asiento.
—Nunca quisiste hacerlo, ni por mí —Enzo sonríe sin dejar de mirar el plato.

♣︎

Hemos terminado de comer y Santiago se ofreció a pagar la comida, ni Enzo ni Matías se opusieron y yo mucho menos, salimos del lugar, Santiago me toma de la mano y me lleva un poco lejos de los chicos.

—Escúchame —se acerca y finge estar despidiéndose, Matías y Enzo ni siquiera parpadean, me tienen en la mira. —Si quieres que este viaje sea de placer solo llámame —besa mi mejilla y se va, no entiendo que mierda tiene en la cabeza.

Llego con los chicos, por sus caras parece que quieren preguntar algo pero no se atreven, necesitan un empujoncito.

—¿Qué les pasa? —se miran.

—¿Por qué no sabíamos de su existencia? —ladeo mi cabeza ligeramente.

—No tienen porque saberlo, además no es relevante en mi vida, si lo fuera lo diría, no lo guardaría como top secret —Enzo baja la mirada mientras que Matías intenta no reírse.

Mi teléfono suena y al revisar quién es el responsable de tanta notificación no puedo evitar sentirme emocionada. 

“Lamento no haber respondido antes, me alegra que estés disfrutando de tu viaje”

Lo sabía, Fer es mi mejor amiga y estoy segura de que nunca me fallaría.

—Pues vámonos —dice Matías.

♣︎

Hemos llegado al hotel, en el lobby está Nancy con el señor Federman.

—Vaya, hasta que se le pasó el berrinche —dice Matías.

—Tal vez mañana reinicien las grabaciones —los tres asentimos.

—Pues gracias por invitarme —los dos me miran. —Hasta mañana.

Subo a la habitación y apenas cruzo la puerta me retiro mis tenis pues las piernas me duelen horrible.

“¿Por qué accediste a tatuarte?”

“Porque sí, no quería morir sin hacerme un tatuaje, hasta mañana”

Aranza sube a la cama y se acurruca cerca de mi cuerpo, apago la lámpara y cierro los ojos intentando que el sueño me termine invadiendo pero mi teléfono vuelve a timbrar.

“Estoy afuera, ¿Me dejas entrar?”

Una sonrisa aparece en mi rostro y después de pensarlo tomo una decisión.

—¿Qué haces aquí? —susurro.

—¿Puedo pasar? —niego.
—Quiero estar contigo y con Aranza, tiempo en familia —sonríe y esos hermosos hoyuelos aparecen.

—Pasa —me odio, odio no poder resistirme pero es encantador y tonto también.

♣︎

Son las once de la noche, hace media hora que Enzo se quedó dormido, Aranza está entre sus brazos y su respiración es relajada, quería despertarlo pero dejaré que pase la noche aquí.

Me recuesto y mientras los observo siento que mi cuerpo se va haciendo más y más ligero, su compañía me hace sentir en paz, me hace sentir completa.

—¿Quieres que me vaya? —dice con tono somnoliento.

—¿Quieres irte? —niega y sonríe ligeramente, acaricia mi mejilla con su pulgar.

—Descansa chiquita.

Cierro nuevamente mis ojos y mi imaginación crea una escena bastante comprometedora y esque tener a Enzo cerca me da paz pero también me hace tener pensamientos extraños.

Ya duerme Arianna y deja de pensar en esas cosas, pecadora.

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