84

90 17 17
                                    

Los trajes que usarían en la boda finalmente habían llegado, Yangyang tenía la caja justo frente a él y estaba mirándola atentamente con una sonrisa en los labios.

Ya le había llamado a Kunhang y él había dicho que estaba en camino, así que eso era lo único que estaba esperando para poder abrir el paquete.

Habían pasado la última semana buscando los trajes, había sido una ardua tarea porque siempre había algo que a Yangyang no lo terminaba de convencer sobre los trajes, o era el corte, o era el tono de rojo —que aunque no lo crean, siempre le parecía diferente—, o era la corbata que venía a juego, o era que no tenía corbata a juego, eran muchas cosas.

Kunhang había aceptado todos sus cambios sin rechistar, porque él no tenía tantas exigencias sobre el traje, si acaso había comentado sobre la corbata un par de veces, pero nada más.

Sonó el timbre diez minutos después de que le habló a Kunhang y Yangyang prácticamente se cayó por las escaleras corriendo a abrirle, Ten lo miró desde su habitación, pero solamente se rio y no dijo nada de nada.

Abrió la puerta de golpe y Kunhang estaba ahí, sonriéndole.

Todavía le sorprendía cómo no se quejaba de absolutamente nada respecto a los trajes. Podría parecer que no le importaba, pero en realidad Kunhang había decidido dejarlo todo en sus manos y ya está.

Como que había comprendido que era inútil tratar de llevarle la contraria sobre algo.

—Y bien... —Kunhang miró a su alrededor antes de verlo de nuevo a los ojos—, ¿Dónde están?

Yangyang chilló como un ratón, luego lo tomó de la muñeca de la mano izquierda y lo arrastró a su habitación, subiendo las escaleras de dos en dos como si los trajes fueran a desaparecer mágicamente de su habitación.

La caja estaba en su cama, era de color blanco con el logo de la marca “Desire wedding” en el frente resaltando en dorado. Aquella marca hacía trajes exclusivos para bodas, desde trajes para los invitados, hasta trajes para los padrinos y los novios; cuando Yangyang la encontró, prácticamente pudo haber gritado de la felicidad y rodar por el suelo.

Una ventaja que tenía la marca, era que ellos podían pedir exactamente el tono del traje que quisieran, así como el corte, la corbata, los gemelos, todo era completamente personalizado.

Junto a Kunhang, habían optado por no pedirlos ahí luego de que hicieran la prueba cotizando un traje personalizado, y que este saliera en más de mil dólares sin el envío a domicilio.

Por eso cuando Kunhang vio la marca, la sonrisa se le borró.

—Creí... —Él lo miró con los ojos abiertos de par en par—. Creí que no los pedirías ahí, en eso quedamos.

Sí, él también creyó eso, al principio.

Sin embargo, hizo aquello que nunca hacía desde que había cumplido los diez años: rogarle a su padre.

Prácticamente le echó en cara todos los años que lo abandonó después de huir a China por el divorcio, le dijo que era un pésimo padre que incluso cuando trabajaba con él, todavía no sabía sí iba a estar en su testamento y le pidió que, mínimo, le regalara esos trajes como prueba de que no lo despreciaba del todo.

Obviamente lo último haciendo referencia a su clara homosexualidad, lo cual su padre tomó, aceptó y abrazó, accediendo a darle su tarjeta de crédito para eso.

En parte, Yangyang sospecha que cedió su herencia por dos trajes de diseñador que quizás sólo usaría una vez —y que, de hecho, sólo uno era suyo—, pero de todas formas no quería heredar nada de aquel hombre que se hacía llamar su padre, así que más valía que aprovechara la ocasión.

—Lo sé, lo sé. —Hizo un ademán con la mano izquierda, para restarle importancia—. Pero convencí a Jizun, así que ahora son nuestros. Y tienen garantía, si no nos gustan, los devolvemos y nos dan otros.

—Preferiría sólo devolverlos. —Kunhang pasó saliva—. Son demasiado caros. Apuesto a que mi casa vale lo mismo que uno de estos.

Yangyang rodó los ojos y se inclinó para dejarle un pequeño beso en los labios, recargando las manos en sus hombros.

—Está bien, Hang. —No lo llamaba Hang tan seguido, sólo cuando quería algo de él. En esta ocasión, quiere que acepte el traje y ya—. Es un regalo, ¿okay? No tienes que aceptarlo si no quieres, pero me encantaría que lo hicieras.

Lo miró a los ojos mientras lo decía, sabiendo perfectamente que Kunhang no se resistía cuando lo miraba así.

—¡Consigan una habitación! —les gritó Ten, que justo iba subiendo en dirección a la suya. Yangyang le mostró el dedo medio.

—¡Literalmente estamos en mi habitación! —le respondió, también gritando, y cerró la puerta con fuerza.

Cuando regresó a ver a Kunhang, él tenía una cara de espanto que casi le dio pena y que lo hizo sonrojarse.

—Él... Ahm, no le hagas caso, es un idiota. —Le dio un empujón amistoso y luego lo arrastró más cerca a la cama para abrir la caja de los trajes.

Abrió la caja y ahí estaban, perfectamente acomodados los dos trajes, de color vino tinto, con corbatas grises y pañuelos azules.

De entrada ya los amaba, de sólo haberlos visto una vez, ahora faltaba sacarlos y probárselos, cosa que estaba dispuesto a hacer en ese preciso momento, así que tomó el suyo y lo sacó con cuidado de la caja.

Era prácticamente su herencia, había que ser cuidadoso.

—Iré a probármelo, ¿sí?

—¿Eh? Pero.—Kunhang dio un paso hacia él—. Tengo que... Decirte algo.

—Después de que me lo ponga —le dijo—, me dices mientras modelo, ¿sí? Espera.

No era una pregunta o sugerencia, era lo que iba a ocurrir, así que se metió corriendo al baño sin esperar a que Kunhang le respondiera.

Kunhang había intentado decirle cosas varias veces y siempre terminaba diciendo o algo poco convincente, o el típico “no es importante” o “ya se me olvidó”, y Yangyang no era tonto, sabía que si era importante, considerando que había intentado decírselo varias veces.

Sin embargo, cada vez que consideraba no interrumpirlo esta vez, se le retorcía el estómago como si tuviera gastritis, le dolía la boca del estómago y quería vomitar.

Así que lo interrumpía, no le gustaba el presentimiento que tenía al respecto.

Podía no ser nada malo, pero de todas formas no se sentía preparado para escucharlo y prefería aplazarlo lo más que fuera posible.

Hola!! Me tardé en actualizar de nuevo, perdón :( la vida de adulto es horrible, no la recomiendo.

Tuve algunas vacaciones ahorita (gracias Yisus), así que traté de escribir un poco y les actualizaré más seguido ahora 🫶🏻.

¿Qué les pareció? Yo sentí algo de relleno, pero en parte es importante 👀, en fin espero que les gustara el capítulo y nos leemos el próximo lunes 😘.

PD: DÍGANME QUE YA ESCUCHARON RENEGADE 😭.

Candy ⇢ HenYangWhere stories live. Discover now