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Los problemas comenzaron exactamente dos días después de la última visita de los amigos de Yuqi.

No quería decir que estaba sorprendido, porque no era así, pero igual sentía una espinita en el pecho, de cuando sabes que algo está irremediablemente mal.

Kunhang conocía a su primo, al menos por encima, y sabía que todo iba a empeorar. Al principio, no le tomó importancia, pero era evidente que ahí se estaba cocinando algo y le gustaría estar equivocado, aunque con Yukhei casi nunca se equivocaba, porque ese primo suyo era muy predecible para su gusto.

Comenzó regalándole cosas a Yuqi, de forma casual, simplemente como si no se hubiera dado cuenta de las cosas.

En realidad, Kunhang no tenía ningún problema, su primo no era tan idiota como parecía y no trataba mal a las mujeres, sin embargo, le causaba cierta incomodidad.

—Oye, Yuqi, —Kunhang prácticamente quiso vomitar al escuchar a Yukhei. —me preguntaba si querrías ir conmigo al parque de diversiones.

Yukhei no había querido ayudarlo con la apuesta, ¿pero si podía ligarse a su amiga? Le parecía injusto de mil maneras posibles. Yangyang, al fondo, se rió con ganas cuando Yuqi aceptó y ambos se fueron juntos al parque mientras a ellos les tocaba cerrar.

Jieqiong, no queriendo ser la tercera rueda, decidió quedarse con ellos a ayudarles, diciendo literalmente “con ustedes no me sentiré fuera de lugar, no están coqueteando, al menos no todavía” y Kunhang quiso indignarse, pero Yangyang se sonrojó y simplemente prefirió reírse.

Aquella chica de cabello rosa, resultó ser mucho más parlanchina que cualquier persona que hubiera conocido antes, hablaba de lo que sea que se le ocurriera, soltaba datos al azar de sí misma, se reía hasta del chiste más estúpido y guardaba en su repertorio un montón de anécdotas graciosas para cada ocasión, la mayoría causadas por ser extremadamente despistada, incluso les contó que una vez olvidó su teléfono en el microondas y lo hizo explotar sin querer.

Y Kunhang de repente se sintió cupido.

—Seguro que Dejun podría ayudarte con eso. —Ella ladeó la cabeza, con una sonrisa confundida, Yangyang se dió un golpe en la frente mientras cerraba la puerta trasera de la heladería. —Es mi mejor amigo, él es extremadamente precavido, si necesito a alguien que planee todo un evento, definitivamente voy con él.

Jieqiong se rió mientras se sonrojaba, probablemente captando hacia donde iban las intenciones de Kunhang.

—¿Estás intentado presentarnos? —Jieqiong lucía divertida, no ofendida ni nada por el estilo, Kunhang sintió a Yangyang suspirar a su lado.

—¿Estaría mal si te digo que sí? —La pelirosa sonrió y, una vez que llegaron a la parada de autobuses, sacó su teléfono (nuevo y con un llaverito de campana colgando) y le pidió su número.

Así que terminó el día con un número, pero no para sí mismo, como le habría gustado, sino para su mejor amigo, el cual no había mencionado estar interesado en tener novia recientemente, de hecho, Dejun decía que estaba demasiado ocupado en la universidad como para estar pendiente de las chicas.

Él decía eso, pero Kunhang estaba seguro de que todo era porque su última relación, con una chica llamada Changchang, no salió bien.

Bueno, en realidad no terminó bien, ella lo engañó con su vecino y Dejun tuvo que terminarla porque ella no pretendía admitir que tuvo un error y tampoco iba a terminar con él. Kunhang nunca entendió porqué Dejun la amaba, es decir, era una estúpida, ¡su nombre era estúpido! Pero bueno, evitó decir todo eso por respeto a su amigo.

De eso ya habían pasado tres años, Kunhang respetaba que su amigo no quisiera tener pareja, pero creía que por lo menos una amiga le haría bien y Jieqiong era simpática. Si en algún punto las cosas subían de nivel, bueno, eso ya dependería de ellos.

El autobús de Jieqiong estacionó frente a ellos, ella lo tomó y se despidió a través de la ventana, haciéndole señas a Yangyang para darle a entender que le regresaría su chaqueta mañana. Como llevaba una falda corta, Yangyang se ofreció a darle su chaqueta para evitarle disgustos y, aunque ella en un principio se negó, al final aceptó llevársela y qué bueno, porque así Kunhang quedó un poco más tranquilo, tenía planeado incluso acompañarla a su casa aunque llegara más tarde a la suya, pero ella prometió mensajearles a ambos cuando llegara.

Cuando el autobús desapareció al final de la calle, Yangyang habló.

—¿Debería llamarte cupido? ¿Cupihang? —Kunhang se rió, Yangyang sonrió y aceptó el golpe amistoso de Kunhang en el hombro antes de volver a hablar. —Dudo que Xiao esté de acuerdo en que le consigas novia.

—Créeme, —Kunhang suspiró por la boca y luego sonrió. —no lo está.

—No deberías... —Yangyang hizo una pausa, Kunhang volteó a verlo y lo encontró mirando concentradamente hacia el suelo, como si fuera realmente muy interesante. —¿Buscar una novia para ti? La apuesta sigue en pie.

Kunhang chasqueó la lengua.

Estaba considerando seriamente el dejarlo ganar, ¿qué sentido tenía esa estúpida apuesta? No le atraía a las chicas, las ahuyentaba y las que no huían se convertían en sus amigas.

Sin embargo, recordó a Chengxiao, así que solamente le sonrió a Yangyang, aún si él seguía sin mirarlo a la cara.

—Estoy en eso. —Yangyang volteó a verlo tan rápido que Kunhang se sorprendió, dando un paso apresurado hacia atrás. —Hay... Hay una chica que estoy conociendo, se llama Chengxiao, ¿la conoces? Es amiga de Yuqi. Ha... Venido aquí.

Un autobús se estacionó frente a ellos, Kunhang dió un respingo del susto, estaba tan concentrado en Yangyang que ni siquiera notó el sonido de los neumáticos.

Yangyang se apresuró a meter su teléfono en su mochila, volviendo a no mirar a Kunhang a la cara.

Ni siquiera se despidió, simplemente subió al autobús rápidamente, sin mirar hacia atrás ni una sola vez y sin despedirse a través de la ventana como Jieqiong había hecho con ellos.

Así que a Kunhang sólo le quedó el ver su perfil por la ventana mientras el autobús se iba. Yangyang, dentro del autobús, se dijo que eso era algo que tarde o temprano iba a suceder y se estaba regañando a sí mismo, pero no servía de nada, de todas maneras le gustaba Kunhang, pero Yangyang no le gustaba a él.

El verano no estaba próximo a terminar, pero era evidente que perdería la apuesta y tendría que confesársele a Kunhang sabiéndose irremediablemente rechazado. ¿Le diría “me gustas”? ¿Quizás probaría con un “me siento atraído por ti”? Aunque también podría decirle que estaba enamorado de él, pero creía que eso era mucho más profundo y que tal vez podría asustarlo.

Quizás debería decirle exactamente todo lo que sentía y luego regresar a Alemania, así al menos podría superarlo sin tener que ver su perfecta cara todos los días.

Pero joder, ¿cómo viviría sin verle la cara todos los días?


¡Hola! Lamento no haber actualizado el fin de semana pasado, pero tuve una emergencia con un gatito, espero comprendan. ¿Soy yo o Yangyang es muy pesimista? 👀 mijo, a su historia le faltan sesenta y siete capítulos, espérese que pronto Hendery va a estar bebiéndose el viento por uste', si no es que ya lo está haciendo jsjsj.

En fin, espero que les gustara el capítulo y ojalá podamos leernos el próximo sábado (o domingo), besos 😘.

Candy ⇢ HenYangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora