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Se sentía mal por estar haciendo eso, pero también se sentía mal por no hacerlo.

Había descubierto que Yangyang estaba enamorado de él y, aunque quería mostrarse normal, había comenzado a alejarse de él. Al principio fue sin notarlo, como un reflejo, después comenzó a asegurarse conscientemente de no estar demasiado tiempo con él.

Lo cual era difícil, porque ahora eran amigos, no podía ponerse a ignorarlo deliberadamente sólo por lo que había descubierto. Pero sentía que tampoco podía tratarlo... Igual que siempre, porque Yangyang sentía algo por él y sentía que con cualquier cosa podría ilusionarlo y no quería hacerlo.

—Kunhang, —volteó a ver quien le hablaba, era Yangyang, que llevaba cuatro conos de helado en las manos que amenazaban con caerse y arruinar todo. —¿puedes echarme una mano?

—Aaah, okay... —Recordando que era su trabajo, Kunhang se acercó para ayudarle. Pero los helados los tenía Yangyang, en las manos, y Kunhang al tratar de tomarlos las rozó y se hizo hacia atrás, tan rápido que dos de los conos se cayeron. —¡Agh! Mierda.

Kunhang volteó a ver a Yangyang, que apretaba los labios y no sabía exactamente qué hacer, mirando entre el helado en el suelo y los clientes.

Finalmente, Yangyang colocó una sonrisa y volteó a ver a las cuatro personas del otro lado del mostrador, acercándoles los helados que no se habían caído al suelo.

—Disculpen, les traeré los faltantes enseguida, ¡Yukhei! —El mencionado, que limpiaba una mesa, dio un salto y se apresuró hacia Yangyang. Cosa que Kunhang había notado que hacia mucho ahora, obedecer a Yangyang sin rechistar. —Limpia esto, ¿sí? Gracias.

Después fue hacia la máquina de helados y preparó los otros dos tan rápido que Kunhang ni siquiera se enteró en qué momento los entregó y los clientes se fueron.

Había pasado los últimos días distraído, muy distraído, pensando en lo que había descubierto acerca de Yangyang y lo que sentía. Ahora estaba todo el tiempo pendiente de él, cuidando cada cosa que hacía, vigilando que no se acercara demasiado o que no lo tocara mucho, especialmente en las manos o en la cara. En cierta forma entendía que eso no cambiaría la percepción que Yangyang tenía sobre él, pero Kunhang seguía teniendo miedo.

En realidad, ni siquiera podía explicar lo que sentía, era una mezcla de incertidumbre combinada con miedo y culpa.

Y eso era tonto, muy tonto, pero sentía mucha culpa, aunque sabía que no era su culpa, que Yangyang se sintiera así no era algo que Kunhang no tenía el poder de controlar, ¡ni siquiera Yangyang había podido controlarlo! Entonces lo que sentía no tenía sentido, pero de todas formas sentía la necesidad de contener lo que Yangyang sentía, evitar que se hiciera más grande.

Cuando Yukhei comenzó a limpiar, le dio un golpe con la escoba, instándolo a que se moviera de ahí porque literalmente se había quedado de pie en mitad de camino, con helado en los zapatos.

—Oye, —Yukhei le dio otro golpe, Kunhang se quejó. Yangyang había ido al área de sólo personal, así que estaban a solas. —si te lo dije, no fue para que actuaras como un idiota.

—Yo... —Kunhang pasó saliva. —Yo no estoy actuando de ninguna forma.

—Sí, sí, quítate. —Lo empujó para poder terminar de limpiar el desastre que él mismo había causado.

—Kunhang, —la voz de Yangyang hizo que el mencionado detuviera su réplica, en la que tenía una explicación perfectamente válida de porqué ahora lo evitaba. —hay una obra de teatro que quiero ver, ¿vienes?

—Sí, claro, ¿cuándo? —Yangyang le sonrió, ahí recién Kunhang fue consciente de que acababa de aceptar una especie de... Cita.

—Mañana. —Yangyang comenzó a limpiar el mostrador con un trapo, justo cuando se escuchaba la campana de la tienda. —Te mandó la hora y la ubicación, ¿sí?

—Aah, sí, está... Está bien.

—Bienvenidos a la heladería “Candy”, —la voz de Lucas interrumpió lo que iba a decir, así que finalmente Yangyang siguió limpiando y Kunhang se conformó con verlo atender a los clientes. —¿qué helado desean ordenar?

Okay, quizás no era una cita, es decir, eran amigos, no tendría porqué ser una cita, ¿verdad?

Pero ¿y si Yangyang lo tomaba como una cita? A Kunhang no le gustaban los chicos, es decir, no estaba seguro de ello, pero no le había gustado uno desde hace bastante tiempo, no quería ilusionar a Yangyang y que finalmente no pueda corresponder sus sentimientos.

Aunque tampoco puede decírselo directamente, porque Yangyang no se ha confesado y si no lo ha hecho es por algo, ¿no? Además, condenaría el pene de Yukhei y Kunhang no le desea eso ni a su peor enemigo.

Pero, Dios, tenía que detener lo que sea que figurara en la cabeza de Yangyang.

¡Hola! :D lamento haber tardado tanto en actualizar ;_; he estado ocupada, pero he vuelto uwu.

Estoy actualizando hoy porque iba a actualizar el domingo, pero se me fue el tiempo y recién hoy pude acabar los capítulos que tenía planeados. Igual actualizaré el sábado y el domingo para que retomemos las actualizaciones como son normalmente ^^.

Nos vemos en el siguiente 👀.

Candy ⇢ HenYangWhere stories live. Discover now