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—Creo que no te había dicho, por eso te perdono —dijo Yangyang, que se sostenía de los brazos de Kunhang para no caerse—. Pero quiero que sepas que ODIO las sorpresas, y más si estas incluyen que tenga los ojos cerrados o cubiertos. Comprenderás que estoy odiando esto demasiado.

Kunhang soltó una risa.

—Lo siento —se disculpó, deteniéndose para hacer que Yangyang se detuviera también y quitó las manos de sus ojos—. Lo recordaré a la próxima. Abre los ojos.

Yangyang le hizo caso y abrió los ojos, Kunhang se inclinó hacia el frente para poder ver su reacción y sonrió en grande cuando Yangyang se quedó completamente callado.

Le había preguntado un día antes a cuáles lugares le gustaría ir a una cita y Yangyang había dado una lista extensa de lugares, entre los que estaba el boliche, el zoológico, un acuario, el cine en una sala rentada sólo para ellos, montar en gokarts, un parque acuático, entre varias cosas más que Kunhang anotó en un cuaderno, con el título "Cosas por hacer con Yangx2" y se rió bastante por su propio chiste.

Al final, había investigado los mejores acuarios que podían visitar, y finalmente había comprado dos entradas para el mejor de la ciudad, que tenía túneles de agua que te sumergían en el fondo del mar y también tenían una tienda de regalos con cosas muy curiosas que él quería tener.

Yangyang parpadeó al menos dos veces antes de voltear a verlo, con una cara de sorpresa muy divertida, que hizo a Kunhang reírse e inclinarse hacia él para darle un abrazo.

—¿Te gusta? —le preguntó después del abrazo, separándose apenas lo necesario para poder verlo a los ojos. Yangyang asintió efusivamente.

—¡Me encanta! —chilló él, con una sonrisa en los labios que cualquier otra persona habría envidiado, después miró hacia todos lados, siendo precavido, y se inclinó para dejarle un suave beso sobre los labios—. Tenía mucho que quería venir aquí.

—Entonces hice una buena elección. —Kunhang sonrió e iba a inclinarse también, para besarlo de vuelta, pero una pareja pasó justo a su lado, así que se separó rápidamente.

Kunhang rápidamente se arrepintió de haber hecho eso, pero cuando volteó a ver a Yangyang él no parecía haberse dado cuenta, así que se relajó.

Yangyang estiró la mano hacia el vidrio, como para tocar a los peces que nadaban libremente por ahí, cosa que lo hizo sonreír y estirar la mano junto a la suya, Yangyang se dio cuenta y volteó a verlo con esa sonrisa suya que era capaz de iluminar las profundidades del océano y a Kunhang se le calentó el corazón.

—¡Vamos, vamos! —chilló Ynagyang, tomando la mano izquierda de Kunhang con su derecha y hablando en un volumen tan alto que parecía un niño en un parque de diversiones—. ¡Tienen tiburones chinos por allá!

Lo arrastró a través del acuario hasta llegar, precisamente, al área donde estaban los famosos tiburones chinos, un montón de tiburones negros con franjas y puntos blancos alrededor de su cuerpo, siendo mucho más parecidos a peces que a los mismo tiburones que le dan el nombre, pero aún así siendo imponentes.

Yangyang se hincó junto al vidrio donde se podían ver estos tiburones, nadando unos con otros y solamente existiendo.

La verdad, Kunhang nunca había sido capaz de comprender por qué había gente a la que genuinamente le gustaba visitar acuarios, es decir, sólo vas a ver peces y otros seres marinos existiendo, ¿qué hay de genial en ello? Pero justo ahora, viendo a Yangyang tan emocionado mirando a los tiburones, con una expresión de absoluta adoración, Kunhang puede entender, de cierta forma, lo hermoso de los acuarios.

Quizás había mucho más en un acuario que sólo la emoción de Yangyang, pero Kunhang era incapaz de ver algo más en aquel momento.

Yangyang lo opacaba todo, con su emoción y su sonrisa, con el brillo de sus ojos mientras estiraba el dedo hacia el vidrio y trataba de tocar a un tiburón chino a través del cristal.

Tenía tantas ganas de besarlo, que incluso los labios habían comenzado a arderle de anticipación, pero mirando alrededor, se dio cuenta de que no podía sólo inclinarse a besarlo, por más que quisiera.

Se conformó con inclinarse hacia él y mirarlo fijamente a los ojos-

—¿Qué? —le preguntó Yangyang, devolviéndole la mirada con una sonrisa pequeña creciendo en sus labios.

Kunhang sonrió.

—Imagina que te estoy besando —le susurró, sin quitar su sonrisa. Yangyang cambió su expresión a una de sorpresa y sus mejillas comenzaron a ponerse completamente rojas.

—No debería imaginar esas cosas aquí —dijo Yangyang, volteando a ver a los tiburones y fingiendo que la cosa no iba con él.

Kunhang decidió que quizás un beso pequeñito no afectaría a nadie, así que miró hacia ambos lados, asegurándose de que nadie pudiera verlo cuando besara a Yangyang y, una vez que se aseguró de que nadie podía verlos, se inclinó rápidamente hacia él y juntó sus labios tan rápido como le fue posible y le sonrió a Yangyang al separarse.

Yangyang estaba del color de una cereza, pero correspondió la sonrisa después de un segundo y luego volteó a ver a los peces en el acuario, como si no hubiera pasado nada y Kunhang aprovechó el momento de distracción para tomar su mano con precaución, sólo por si alguien pasaba cerca.

Su mano se sentía tan cálida y agradable, Kunhang sintió que sus manos habían sido hechas para estar juntas y definitivamente podía acostumbrarse a la idea de estar siempre así.

Hola! Perdón por haber andado tan desaparecida:( subestimé la vida de adulto y resulta que no me da mucho tiempo para escribir *llora*, quizás tenga que volver a poner las actualizaciones cada dos semanas, cualquier cosa lo anunciaré en mi tablero.

¿Qué les pareció el capítulo? 👀, la verdad a mí me gustó, estuve bloqueada un rato por esto porque no sabía cómo seguir y no quería hacer sufrir a nadie... Tan rápido jsjsj.

En fin, espero que les haya gustado el capítulo y nos leemos el próximo domingo 😘.

PD: A mí no me gustan los acuarios (Excepto Jisung) ni nada que tenga que ver con el mar 😫, ¿a ustedes sí les gusta el mar?

Candy ⇢ HenYangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora