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La historia había estado realmente buena, Yangyang no comprendía cómo es que Kunhang no publicaba aquél fanfic de inmediato.

Entendía que tenía ciertos fallos en la trama y que se notaba enormemente en algunas escenas el que no era su pareja favorita, sin embargo no estaba mal, lo decía él que era bastante fan de la pareja y que, aunque no era lo mejor que había leído, estaba bien.

Además, debía ser honesto, cualquier cosa que hiciera Kunhang a él le parecería lo mejor del mundo.

Había hecho un par de anotaciones en el archivo, para indicarle a Kunhang lo que tenía fallas, también había agregado muchos comentarios de lo genial que eran algunas escenas y de que seguramente le encantarían a los lectores del Starker. Kunhang tenía una prosa muy hermosa, Yangyang todavía estaba fascinado con ella de principio a fin, no podría creer lo preciosas que eran todas las palabras que escribía, los sentimientos, los pensamientos, los escenarios, todo sabía describirlo de una forma única que lo hacía sentir que estaba dentro de la historia.

Aunque “Watermelon sugar” distaba mucho de ser una de las historias que Kunhang solía escribir, porque Yangyang había leído casi todas, la verdad es que era bastante buena. Kunhang, por alguna razón, tenía el gusto de escribir angustia, así que la mayoría de sus fanfics eran bastante oscuros y tristes, Yangyang leyó uno de la shipp Thorki, llamado “Actus reus”, que lo dejó tirado en su cama llorando a las cuatro de la mañana, sin estabilidad emocional y deseando jamás haberlo leído.

En cuanto pudo le reclamó a Kunhang por eso, él sólo se había sonrojado y luego se había reído y le agradeció por leerlo aunque no escribía de sus parejas favoritas.

Comparado con ese, “Watermelon sugar” era un arcoiris, a pesar de que tenía como diez advertencias de violencia, autolesiones, violación y un montón más que Yangyang evitó leer para no asustarse, en realidad era demasiado ligero y comprendía porqué a Kunhang no le gustaba tanto, porque había salido de su zona de confort al escribirlo.

—Tienes que publicarlo, —fue lo primero que le dijo a Kunhang cuando oficialmente terminó de leerlo.

El mencionado frunció las cejas.

—¿El qué?

—“Watermelon sugar”. —Respondió Yangyang, encogiéndose de hombros, Kunhang pareció comprender al fin y se sonrojó.

Él se sonrojaba mucho cuando hablaba de sus fanfics.

—Ah, sí... —Kunhang comenzó a juguetear con sus manos sobre el mostrador. —No lo sé, Dejun dijo que-

—Dejun me chupa un huevo, —Yangyang lo interrumpió y chasqueó la lengua. —es súper bueno. Sí, tal vez se nota que no es tu género, pero para ser la primera vez no está mal.

Ambos estaban sentados uno al lado del otro, detrás del mostrador, después de que Yukhei cumplió dos meses de contratado en la heladería, pidió que se añadiera otra silla en el mostrador, así que ahora Yukhei se sentaba en la esquina derecha, en el lugar de Kunhang, y Kunhang terminó en el medio de ambos.

Pero, desde que Yangyang pasaba por él e iban al trabajo juntos, la silla de Kunhang estaba recorrida ligeramente más hacia la izquierda.

Y, en algún momento, terminaron sentándose tan cerca que Yangyang debía recoger sus piernas para que no rozaran las de Kunhang, y también debía cuidar donde ponía las manos, porque la mayoría del tiempo Kunhang las tenía cerca de su espacio personal y a él le daban ganas de tomarlo de la mano y eso sería incómodo como el infierno.

De hecho, tenerlo tan cerca todo el tiempo ponía a prueba el autocontrol que poseía, pero Yangyang jamás se atrevería a decirle nada porque le gustaba que Kunhang fuera su amigo y no se sintiera incómodo siendo cercano a él.

Candy ⇢ HenYangWhere stories live. Discover now