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And maybe love isn't unfair...

Había una especie de... Cosa con Donghyuck. Una que todavía no era capaz de comprender del todo.

Es decir, había alguna clase de campo magnético a su alrededor, del tipo que siempre estaba atrayendo a Renjun como si fuera un imán y que, al mismo tiempo, lo volvía loco como a una brújula.

Podría decir que estaba confundido, pero realmente no lo estaba, no del todo. Sabía que le gustaba Donghyuck, mucho más de lo que podía permitirse pensar siquiera, pero seguía teniendo esa espinita de Yukhei clavada en alguna parte de su cuerpo.

Dudaba que fuera en el corazón, quizás sólo en el zapato.

Era frustrante, como un recordatorio permanente de que una vez no había sido suficiente con todas las capas que había construido alrededor suyo.

Que por más que había intentado no enamorarse de alguien heterosexual, su corazón había sido tan estúpido como para ignorarlo.

Aún así, se las había arreglado como para hacer a un lado todo lo que sentía y tratar de disfrutar de Donghyuck y lo que tenían, a pesar de que no habían hablado de qué era exactamente.

Continuaban fingiendo que eran novios, porque Yukhei continuaba estando alrededor de Renjun como un molesto mosquito y porque Chenle simplemente no quería dejar de ver a Gippeum y él no iba a quitarle la poca felicidad que le quedaba.

Pero se le estaban acabando las excusas para seguir besando a Donghyuck, para seguir acurrucándose contra él en el sofá para ver películas, para seguir oliendo su perfume durante los abrazos, para seguir robándole su ropa y poniéndosela, para seguir besándole la nariz cuando se quedaba dormido y para seguir escabulléndose en su regazo cada vez que se le antojaba.

No debería buscar excusas para hacerlo, pero tampoco sabía cómo hacer que las cosas fueran más serias.

No después de que Donghyuck le dijera aquella vez que no deberían volver a follar. Es decir, lo respetaba completamente, pero ahora no tenía idea de sí debería dar un paso más allá.

Y sí al dar ese paso no terminaría cayéndose.

—¿Ya te dormiste? —la suave voz de Donghyuck lo hizo sonreír.

Despegó la cabeza de su pecho y lo miró.

—No —le susurró, no queriendo romper la atmósfera—, ¿por qué? ¿Tienes sueño?

—No. —Donghyuck se movió ligeramente, para acomodarlo mejor en su regazo porque ya estaba resbalándose—. Sólo creí que tú sí.

Renjun subió sus pies a las piernas de Donghyuck, él lo sostuvo poniendo ambas manos en su trasero y lo abrazó, como si fuera un bebé.

Él en serio adoraba estar así con Donghyuck, como si fueran una pareja real.

La mejor parte es que actuaban de esa manera aún si Yukhei no estaba ahí, aunque seguía siendo bastante peligroso el que lo hicieran.

Había una línea muy delgada entre lo que era real y lo que era fingido y Renjun sentía que no sólo estaba borrándose, sino que quizás nunca estuvo ahí desde el principio.

Estaban viendo una película ya que Chenle no estaba con ellos ese día, había salido a pasear a Gippeum porque era una de esas cosas que no se cansaba de hacer. Además, después de hablar con su prima y aceptar casarse con su amiga, casi no pasaba tiempo en su departamento por estar pendiente de los preparativos.

Algo meramente formal, porque él en realidad estaba haciendo bulto, jamás opinaba al respecto, su madre se encargaba de todo y Chenle sonreía y decía "Todo lo que tú quieras, madre".

Candy ⇢ HenYangWo Geschichten leben. Entdecke jetzt