Candy ⇢ HenYang

４５

Por si acaso no avisa Wattpad, hay una parte antes de esta ^^

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No tenía nada en común con Dejun, excepto que a ambos les gustaba molestarse mutuamente, eran como un par de hermanos que se molestaban y se hacían chistes crueles entre sí. El primer chiste que soltó Dejun los hizo quedarse callados, el mayor porque creyó que había ido demasiado lejos y el menor porque estaba pensando qué decir exactamente para contraatacar.

Habían decidido ir a una cafetería a platicar simplemente, no habían hablado como personas civilizadas nunca, aunque al final no fue algo necesario porque pasaron de “¿Quieres que te hable de Kunhang?” a “Eres un limón agrio y por eso no te hace caso” y fue divertido.

No había muchas personas que comprendieran el sentido del humor de Yangyang y se sintió bien conocer a alguien que no sólo lo comprendía, sino que sabía cómo seguirle el juego y no se ofendía si decía cosas que dolían, porque entendía que era un chiste solamente. La verdad creía que no se llevaría bien con Dejun, pero para cuando terminaron su leche y su café ya estaba diciéndole que lamentaba no haberse hecho su amigo antes.

—Yo también, —Dejun se rio, dándole un leve empujón amistoso. —eres muy divertido, aunque seas un irrespetuoso.

Yangyang le regresó el empujón y luego tomó un sorbo de su café con las cejas en alto.

—No sabía que te creías tan anciano para que te hable de usted. —Comentó una vez que terminó de beber de su café, Dejun frunció los labios al oírlo. —Sólo me llevas un año, Dejun.

—Kunhang también te lleva un año, —como ya era costumbre en esa pequeña reunión, Yangyang casi se ahogó con su café en ese momento. Sabía que Kunhang era mayor, pero ya se le había olvidado Kunhang, se supone que para eso salió con Dejun, ¿no? Bueno, en parte. —no me digas que no lo sabías, apuesto a que sabes incluso la hora en la que nació.

—No, ¿por qué sabría eso? —Yangyang, después de recuperarse, miró a Dejun como si estuviera loco y él sólo le sonrió. —Sólo me gusta, no voy a hacer algún ritual con su nacimiento para que me quiera él igual.

—¿Por qué no? —Yangyang le lanzó su servilleta a Dejun, pero ya que era muy liviana esta sólo voló medio camino y cayó entre ambos sobre la mesa. —Te puedo pasar su carta astral.

—¿De qué me serviría su carta astral?

—Si me dices cuándo naciste y a qué hora, te paso la tuya. —Dejun le dio un sorbo a su leche y volvió a hablar, señalándolo con el dedo índice. —Y así puedes ver la compatibilidad que tienen.

—Yo no creo en esas cosas... —Yangyang se encogió en sí mismo al decirlo.

Dejun se rio y luego comenzó a negar con el dedo índice.

—Sí crees en esas cosas, —Dejun bajó la voz para hablarle sin que nadie se enterara de lo que decía. —típico de libra no decir lo que siente. Pero tranquilo, aquí estoy yo y yo te entiendo. Soy leo.

—¿Eso qué tiene que ver? —Yangyang miró a Dejun como si estuviera loco, él sonrió más si es que se podía.

—Eres más compatible con géminis y acuario, —Yangyang rodó los ojos al escucharlo, Dejun no pareció notarlo y continuó. —pero eres muy sensible y tu compatibilidad con tu mismo signo es prácticamente perfecta.