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Cada vez que alguna chica veía a Kunhang, sentía un retortijón en el estómago imposible de soportar y en serio, en serio necesitaba demostrar que Kunhang era suyo.

Sabía que no podía ser tan explícito, pero de todas formas trataba de marcar territorio de alguna forma.

Le ponía la mano alrededor de los hombros, recargaba su pecho contra su espalda, le arreglaba el cabello como si tuviera pelusa, le tocaba el brazo, el hombro, la mano, y les sonreía a las chicas mientras lo hacía.

Sí eran lo suficientemente listas, lo notaban. Sí eran tontas, seguían adelante.

Hasta ahora, ninguna había seguido adelante.

Lo que más le molestaba, era que Kunhang no parecía darse cuenta, les sonreía a las chicas y las trataba educadamente y ellas se ilusionaban y se les veían las intenciones en la cara y Yangyang tenía que intervenir antes de tener que soportarlas dándoles su número.

Tenía esta sensación persistente todo el tiempo, de que cualquier chica que mirara a Kunhang por más tiempo del que se considera correcto, quería intentar algo con él y okay, eso podía no ser cierto —de hecho, el ochenta por ciento del tiempo, no lo era—, pero Yangyang seguía creyéndolo y sentía una ansiedad enorme que no podía quitarse con nada.

—¿Crees que estoy mal? —le preguntó a Sicheng, mirándolo desde su posición, acostado boca abajo en su cama.

Sicheng, que estaba sentado en la silla de su escritorio, balanceándose ligeramente de un lado al otro, chasqueó la lengua, fingió pensar unos segundos y luego dijo:

—No. —Sicheng sonrió, Yangyang rodó los ojos—. Y no puedo culparte por ello tampoco, yo haría exactamente lo mismo.

—¿Marcarías territorio con Ten?

—Lo orinaría si él me dejara.

Yangyang suspiró y luego se incorporó, quedando sentado como un indio sobre su cama, dándole la espalda a Sicheng.

Su mejor amigo era la persona en la que más confiaba en el mundo, pero a veces pensaba que no debería hacerle tanto caso, es decir, tenía la misma personalidad que él, excepto que Sicheng sí se atrevía a hacer muchas cosas que Yangyang no y, conociéndolo, eso lo volvía peligroso.

Aunque, para este punto, Yangyang ya no era capaz de visualizar la línea que los dividía como dos personas distintas.

De cierta forma, sentía que el ser novio de Kunhang lo había convertido en otra persona. Una muy distinta a la que creía ser hasta ese momento.

Y como si supiera que estaba hablando de él, le llegó un mensaje.

"Hang ♡⁠(⁠Ӧ⁠v⁠Ӧ⁠。⁠):
No sé, no me gustan tanto los trajes de colores llamativos
Qué tal azul oscuro?"

—¿Irás a la boda de Chenle? —Decidió preguntarle, aún cuando no era eso lo que quería saber, pero no estaba seguro de querer saber la respuesta a la otra pregunta.

—Ujum. —Sicheng se inclinó hacia su escritorio y tomó una uva de un cuenco—. Me envió la invitación y estaremos ahí.

—¿Estaremos? —Yangyang volteó a verlo al preguntar.

—Sí, ya sabes. —Sicheng los señaló a ambos—. Tú, yo, Ten, Kunhang...

Le escribió un mensaje de respuesta tan rápido, que temió escribirlo mal después de haberlo enviado.

"Qué tiene de malo el rojo?
Es bonito"

"Hang ♡⁠(⁠Ӧ⁠v⁠Ӧ⁠。⁠):
No dije que no fuera bonito
Dije que no me gustan
Pq no color vino?"

"Es demasiado serio
Tú no eres serio y yo menos, pq usaríamos algo serio?"

"Hang ♡⁠(⁠Ӧ⁠v⁠Ӧ⁠。⁠):
Pq es una boda seria y todo eso
Habrá invitados serios y no sé
Qué van a pensar???"

"Me chupa un huevo lo que piensen
Lo sabes perfectamente"

"Hang ♡⁠(⁠Ӧ⁠v⁠Ӧ⁠。⁠):
Si? Pues a mí no"

Con eso último, Kunhang se desconectó y Yangyang lanzó su teléfono contra la cama simplemente porque tenía demasiadas ganas de romper algo, pero no quería que fuera su teléfono.

Llevaba así desde que le dio la invitación, negándose a casi todas las ideas que tenía Yangyang sobre la ropa que usarían.

Había comenzado diciendo "Ay, no, no quiero ir en pareja porque sería raro, ¿No?", pero había terminado aceptando después de que Yangyang prácticamente le rogara por ello, porque tenía el sueño de ir a una boda con trajes de pareja y medio dejar en claro e implícito que eran una pareja.

Ahora discutían por el color, porque Yangyang no quería usar el típico traje negro o gris ni ningún otro color monocromático que fuera aburrido, él quería destacar, había nacido para eso, para brillar y no podía simplemente ser otro invitado más vestido como todos los demás.

Kunhang, por el contrario, quería pasar lo más desapercibido posible, había saltado inmediatamente con un "¿Qué tiene de malo el negro?" cuando le dijo que en definitiva no quería usarlo.

—Ya creo que llamaremos la atención bastante —le dijo—, simplemente por ir juntos.

Le había picado una espinita en el pecho al escucharlo, pero no le tomó importancia porque tenía razón.

—¿Qué... ? —comenzó la pregunta, Sicheng alzó una ceja con curiosidad, pero Yangyan se arrepintió y reformuló la pregunta, diciendo en su lugar—: ¿Lo invitaste tú?

—¡Sí! —Sicheng chilló, comenzando entonces a hablar sobre lo feliz que estaba de asistir a una boda después de mucho tiempo y todo eso.

Cosas que, sinceramente, Yangyang no escuchó, porque continuaba pensando en qué podría tener de malo el color rojo brillante.

Pero también pensó en que Kunhang había cedido a usar trajes de pareja, técnicamente también era su turno de ceder, ¿No? No tenía nada de malo el vino tampoco, no brillaba ni resaltaba tanto, pero tampoco era el clásico traje negro monótono, podía usarlo y destacar un poquito.

"Está bien usemos color vino
No es brillante pero creo que estará bien".


Hola!!! Qué tal les pareció este capítulo? 👀 la verdad a mí me gustó muchísimo, siento que ya van a conocer un poco más a Yangyang como novio jsjsj.

Y se va a poner más bueno, yo ya estoy emocionada por todo lo que se viene 🤗.

En fin, espero que les haya gustado el capítulo y nos leemos el próximo lunes 😘.

Pd: qué tiene de malo el traje rojo brillante? Xd. 

Candy ⇢ HenYangKde žijí příběhy. Začni objevovat