27

639 115 53
                                    

Desde que Yukhei había entrado a la heladería y había visto como se comportaba con Kunhang, se había empeñado en hacer que su primo se diera cuenta de los sentimientos de Yangyang, cosa con la que él siempre había peleado.

Hubo un día, en el que Yukhei decidió seguirlo hasta su casa, a pesar de que Yangyang le dijo que se fuera e incluso lo amenazó con llamar a la policía (lo cual aún se arrepentía de no haber hecho) y habían llegado a su casa, en la que ya estaba Sicheng comiendo bolitas de pollo hechas por la madre de Yangyang y bueno, esos dos habían congeniado muy bien, sobre todo al querer hacer que Kunhang “deje de estar ciego, por Dios”.

Y todas las veces en las que su secreto casi sale a la luz, había sido una confabulación entre esos dos idiotas, quienes no perdían ninguna oportunidad y Yangyang tenía que ser más ingenioso que ellos (como siempre) para evitar que Kunhang notara lo que sentía antes de tiempo.

Porque no importaba cuántas veces les dijera que tenía planeado decírselo más adelante, no, ellos querían que lo supiera ya y Yangyang se había dado su propio tiempo para pensar, para asimilar que iba a ser inminentemente rechazado.

Pero, de nuevo, Sicheng y Yukhei tenían otros planes. Planes con los que, evidentemente, Yuqi, la nueva amiga de Kunhang, estaba de acuerdo.

—Vamos, Yang, anímate. —Dijo Yukhei, pasándole un brazo alrededor de los hombros, Kunhang se puso el trapo con el que estaba limpiando las mesas, sobre el hombro y Yuqi asentía efusivamente a la propuesta. —Es el cine, ¿a quién no le gusta ir al cine?

—Somos compañeros de trabajo, —Yukhei hizo una mueca, sabiendo hacia donde iba, Kunhang rodó los ojos y continuó limpiando, Yuqi se cruzó de brazos e hizo énfasis en la reacción de Kunhang. Parecía su madre. —no amigos, así que no tenemos porqué salir juntos.

—¡Pero sí somos amigos! —Chilló Yukhei, Yuqi volvió a señalar a Kunhang y Yangyang bufó. —Tú, yo y Yuqi somos triple y y Kunhang es... Kunhang.

—Vayan ustedes, —terminó por decir, cediendo a la idea que había llegado de Sicheng hasta Yukhei, Yuqi prácticamente se jaló el cabello frustada. —ustedes son amigos, yo no, no me incluyan.

Dicho esto, se fue al área de sólo personal a recoger sus cosas.

Cualquier otra persona no lo habría pensado ni dos veces antes de aceptar salir con su crush, pero él no era cualquier otra persona, era Yangyang, y siendo él, decía que no, por ningún motivo saldría con Kunhang.

Quién sabe qué tonterías podría decir o hacer si estaba con él, por experiencia propia sabía que eso sólo podía salir mal.

Y odiaba muchísimo que quisieran forzarlo a hacer algo que no quería, ¿no puede decidir por sí mismo cuando quiere declararse? ¿Es obligatorio que otras personas lo hagan por él? No es que sea incapaz de hacerlo, simplemente no quiere, ¿es tan difícil de entender?

Está guardando su gorra de marinero y poniéndose su suéter, cuando la puerta se abre y Yangyang ve pasar por ahí a Kunhang, que luce nervioso, así que lo mira fijamente, esperando a que hable, porque eso parece que quiere hacer. Kunhang mueve sus manos una sobre la otra y pasa su peso de un pie al otro, pareciera que está apunto de pedirle un autógrafo al mismísimo Capitán América, Yangyang está apunto de hablar y preguntarle quién le comió la lengua (ojalá que nadie), cuando el mayor finalmente habla.

—Deberías... —Kunhang pasa saliva y sonríe, su sonrisa tiembla un poco, como si no pudiera mantenerla por mucho tiempo. —Deberías venir. Creo que convivir nos haría bien, ya sabes, nos vemos aquí de lunes a domingo a la misma hora, es justo que nos... Llevemos bien.

Yangyang sabía que Sicheng era astuto, pero no sabía qué tanto y acababa de descubrirlo.

Terminó de ponerse su suéter y le sonrió a Kunhang, dejándolo congelado durante un segundo. Era la primera vez que le sonreía de verdad. Metió el resto de su estúpido uniforme de marinero, que le había insistido a su padre que era una mierda, y finalmente respondió.

—No me interesa llevarme bien con ustedes. —Kunhang pareció sorprendido durante 0,5 segundos, luego, frunció el ceño y Yangyang sintió un pequeño pinchazo en le pecho. —No somos amigos, pero tampoco quiero serlo, ¿quedó claro?

No dejó que Kunhang respondiera, le lanzó las llaves a Yukhei apenas lo vió entrar por la puerta.

—Tú cierras. —Y dicho eso, se fue.

Kunhang realmente no quería que fuera con ellos, le importaba poco, había ido a invitarlo porque seguramente Yuqi lo convenció y Yangyang realmente no quería eso.

Era más doloroso saber que Kunhang lo invitaba por puro compromiso, que saber que no lo quería ahí.

Se talló los ojos porque le era imposible ver con lágrimas en los ojos, sacó su teléfono, le mandó un mensaje a Sicheng, diciéndole que se fuera a la mierda y luego lo guardó, continuando su camino a casa y fingiendo que no le dolía terriblemente el corazón.

iv/iv.

¡Hola! :D lamento estar actualizando a esta hora, pero la inspiración me atrapó en la madrugada, como siempre 😅

Este Yangyang es increíblemente fácil de escribir y eso me preocupa jsjsj, aunque según yo iba a decir que sí y al final hizo lo que quiso. Díganme que no fui la única frustrada con Yangyang, ¡recapacita Yangyang! En fin, espero que les gustara el mini maratón y nos leemos el próximo sábado 😙

Candy ⇢ HenYangWhere stories live. Discover now