Candy ⇢ HenYang

６５

No había hablado con Yukhei desde hace días, Renjun ni siquiera quería contar cuántos habían sido, pero sabía que era algo, porque había dejado de recordar cómo era su voz.

Aunque le habría gustado autocompadecerse, como en las películas americanas, dónde las chicas lloran por sus amores no correspondidos y miran películas mientras comen helado, él no era así. Sabía que Yukhei no le correspondía y había sido su culpa haberle dicho a Yangyang, no debería haber parecido tan débil.

Había huido de casa porque su madre lo odiaba y había vivido los últimos veinte años escondiéndose por ser gay, por supuesto que no era débil.

Por eso no se había tirado a la cama a llorar, había seguido yendo a la universidad y a trabajar, había continuado con la frente en alto porque sabía que no había sido él el que falló. Yukhei seguía hablando con Yuqi e intentar algo con ella, lo sabía porque Jieqiong le hablaba de ello y Chenle se quejaba desagradablemente de Yukhei porque estaba de muy mal humor.

Había problemas más importantes que él con el corazón roto, por ejemplo, Chenle y Kun separándose.

La boda iba a ser dentro de cuatro días, por lo que acordaron separarse antes, porque sería doloroso de otra forma, además, Chenle no había sido invitado a la boda. Los padres de Kun habían insistido en hacerlo, porque Chenle era amigo de Kun y todo eso, pero Kun había logrado interceptar la invitación para que no se la enviaran y luego le dijo que no quería que fuera porque no quería lastimarlo más.

Y Chenle se quejó todo el día después de eso, con Renjun, llorando y berreando porque Kun ni siquiera lo quería ahí. Y luego Kun le habló por teléfono para desahogarse y se durmió en la línea, llorando porque estaría casado pronto y no sería con Chenle.

¿Qué sentido tenía concentrarse en Yukhei cuando sus mejores amigos sufrían?

Él sí estaba invitado a la boda, pero todavía no estaba seguro de querer ir, Kun estaría de todo menos feliz y, si llegaba a asistir, sólo pensaría en ayudar al novio a escapar y no estaba seguro de que fuera la mejor idea, por algo Kun había aceptado ese matrimonio.

—¿Es... La invitación? —le preguntó Chenle, estaban en la sala del departamento de Renjun, comiendo.

Estaba quedándose con Renjun ahora, solía vivir con Kun, pero ahora que él estaría casado, Chenle no quería darle problemas y se mudó y, aunque tenía casa propia, no quería estar solo.

Renjun estaba pensando de nuevo sí quería ir o no, así que miraba la invitación. Decía para Huang Renjun y un acompañante, ¿a quién podría invitar? Si es que iba, claro.

—Sí —Renjun suspiró, dejándola de lado en la mesa de centro—, sigo pensando si debería ir.

—Puedo... Ir contigo —Chenle vio la cara que hizo Renjun cuando lo preguntó, así que se apresuró a interrumpirlo antes de que hablara—. Y no te pongas en el mismo plan que Kun ge.

—Es que no es un plan —Renjun lo miró de reojo, Chenle estaba comenzando a enojarse—. Él no quiere lastimarte, deberías respetar esa decisión.

—No, no puedo —ahora sí estaba enojado, dejó los palillos con los que comía en la mesa, azotándolos con fuerza—, porque si realmente no quisiera lastimarme, no hubiera aceptado casarse.

Esa era la razón por la que Renjun no quería ir, porque pensaba igual que él pero Kun también era su amigo y lo había escuchado llorar en su habitación hasta las seis de la mañana porque amaba a Chenle y odiaba tener que separarse de él.

Kun tenía una familia poderosa y Chenle también, habría sido perfecto para que se unieran, pero ambos eran hombres y eso no podría suceder.

Por eso Kun se casaría con la prima de Chenle y no con él.