31. Ventajas y desventajas de la tecnología

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Leila: Ay no jajaja, ahora no podré dormir jajajaj

Hallie: Es broma, solo era para asustarte un ratito. Descansa, ibf <3

Leila: jajaja, tonta. Buenas noches, ibf <3

Hallie bloqueó la pantalla del celular y por un instante observó el techo de su habitación, ella era la que no iba a dormir, pensar en el futuro le aterraba, y fallar a su palabra con Leila más.

Por supuesto que también se preguntaba por qué Zachary no formalizaba con ella, algo en su interior le decía que él planeaba irse del país como sus padres habían acordado y por ello no iban a lograr ser novios.

Por más que se esforzara en revertir el miedo irracional a las tecnologías, le asustaba la idea de que no fuese suficiente para que Zachary eligiera quedarse. Aquello le quitaba el sueño.

Además, nunca le había pronunciado las palabras "Te amo", pero se convencía de que lo demostraba con sus acciones. ¿no? A veces hacía falta decirlo, aunque sonase cliché, una palabra reciclable, tenía mucho poder, quizá aquello le tranquilizaba el corazón.

Cuando cerraba los ojos en busca de conciliar el sueño, imaginaba todos los escenarios posibles de propuesta de novios, quizá estaba idealizando mucho la relación, tal vez Zachary tardaba en pedírselo porque planeaba algo megamente romántico, o quizá porque no tenía intención de serlo. Su cerebro daba vueltas y vueltas como una lavadora, arrojando pensamientos oscuros como ropa sucia.

No se había encariñado con nadie desde la pérdida de sus padres, cuánta falta le hacían. Deseaba que su madre estuviera ahí para aconsejarle sobre los chicos, nada era igual con su tía, no existía la misma confianza como madre e hija, aunque los papeles dijeran lo contrario.

Deseaba que su mejor amiga, Leila, dejará de ser virtual y se convirtiera en una persona de carne y hueso frente a ella, saldrían de compras juntas, tomarían un café, se pondrían mascarillas juntas, harían pijamadas seguidas, pelea de almohadas, maratón de películas...

Detestaba cuando su mente le traicionaba y la hacía pensar en escenarios imaginarios, por ello refugiarse en internet la despejaba, refrescar las noticias en redes sociales la hacía olvidar y relajarse. Entonces volvió a su celular, y se conectó para no oír más sus pensamientos.

Resultó otro día más sin dormir, pasó el resto de la noche en internet hasta que los párpados cansados finalmente se cerraron. Entonces sonó la alarma que marcaba la hora de despertar para asistir al colegio.

Zachary notaba cómo la energía de Hallie se agotaba cada cambio de clases, su cuerpo estaba más pesado mientras más avanzaba el día.

—Hall—le ayudó a cargar su mochila, ella apenas podía mantenerse de pie—, ¿te parece si nos saltamos las clases?

Hallie agitó la cabeza y se talló los ojos, anonadada de la propuesta rebelde.

—No puedo creer que seas tú quien lo dice.

—Son clases innecesarias—se alzó de hombros—, en teoría, ya acreditamos el semestre.

—¿Y a dónde iríamos? —pestañeó Hallie.

—A los pastos—señaló el área verde del colegio—, para que duermas. Velaré tu sueño.

La manera tan amable y cuidadosa en la que Zachary lo decía provocaba una sonrisa enorme en Hallie.

—¿No te molestaría? —arqueó la ceja—. Suelo roncar.

—Puedo usar audífonos para no escucharte.

—Ah, gracias—Hallie pensó que le respondería algo lindo.

—Estaré usando audífonos—le recordó—. ¿No te hace feliz?

¿Contigo sin Internet? (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora