CAPÍTULO 70

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"Buenas noches mi ángel, es hora de cerrar tus ojos, 

y guardar las preguntas para otro día". 

Lullabye-Billy Joel.



La palabra " traición" fue recurrente en el vocabulario de los príncipes, lores y reyes las semanas previas a lo que sería la batalla de Aguamiel.

No pasó desapercibido el extraño movimiento de Addam Mares durante la batalla del Gaznate, y fue algo común en el consejo que todos lo señalaran con el dedo.

Lo convocaron a la capital, y de rehusarse sería considerado enemigo de la corona, más no podía hacer nada en contra porque tenía a Daemon detrás de él con una espada que si bien no se veía se sentía.

En la prontitud de los días posteriores a la batalla, el joven se presentó en el salón del trono mostrando toda la evidencia posible para determinar su inocencia; él aseguraba no ser un traidor, y que el mensajero que le entregó la carta le dijo explícitamente que el príncipe Daemon lo quería en Harrenhal para el medio día. Todos vieron la carta que aparentemente escribió Daemon la mañana del ataque, y fue una sorpresa encontrarse con que la caligrafía era idéntica a la del príncipe, e incluso el lacre tenía plasmado el sigilo de los Targaryen.

Llegaron a la conclusión de que la carta era falsa, y que había alguien que quería a Addam lejos de los puntos de combate, porque además de aquel pedazo de papel, la petición que Aegon hizo a Dragonstone el día de la batalla no llegó, y el príncipe aseguraba haberle gritado al cuervo que volara rápido.

—Mi reina—dijo Addam arrodillándose frente al trono—No hay sentido en mis acciones si fuese la deslealtad lo que me movía ese día ¿Por qué habría ido a Harrenhal, si mi intención era traicionarlos? Mi compromiso con la causa sigue en pie, y yo sigo de rodillas ante usted.

Addam juró una y otra vez no ser cómplice de una red de traición, explicó que no tenía necesidad, y que peleaba para que la isla de Driftmark no pereciera en manos de Daeron. Era su hogar, el lugar donde creció y donde quería que sus hijos también crecieran; no tenía nada en contra de los Velaryon o de la reina misma para darles la espalda. Luke se había convertido en un gran amigo de él, no podía traicionarlo, y admiraba a Jacaerys lo suficiente como para no clavarle un puñal infectado en felonía.

De todas maneras, y a pesar de los juramentos, Rhaenyra le ordenó a Addam no separarse en ningún momento de ella. A dónde iba la reina, iba el muchacho, y si por alguna razón no estaba junto a ella, lord Westerling en persona lo seguía. Cada paso, cada carta, cada conversación era vigilada, y Addam estuvo de acuerdo porque no tenía nada que esconder.

Alyn también fue puesto bajo observación, pero en el otro lado del charco, en Dragonstone junto a Helaena.

Como consecuencia de todas estas suposiciones, las reuniones pasaron a ser cada vez más reducidas y los temas que eran considerados delicados solo lo debatían los miembros de la familia. El consejo general solo se limitó a movimientos estratégicos y económicos, pero de igual modo, la gente era mínima. Si había alguien espiándolos, debían tomar ciertas medidas.

Y con respecto a las medidas, los Strong se verían fuertemente afectados.




Era todo un desafío para los soldados, guardias o caballeros que los veían determinar cuál de los hermanos Strong parecía más consumido por la miseria.

Warrior, Mother and MaidenWhere stories live. Discover now