CAPÍTULO 39

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"Temprano en la mañana, cuando golpeaste mi puerta, 

y dije Hola Satán, ah creo que es hora de ir, 

yo y el diablo caminando lado a lado"

Me and the Devil-Soap&Skin.


—Lo odio, lo detesto, aborrezco su presencia en mi corte. Deseo que se le llene el trasero de parásitos cual perro callejero—exclamó Rhaenyra después de un sorbo de vino veraniego.

—¿Por qué un perro callejero?

—¡Es lo más indigno que se me ocurrió ahora, amor!

Harwin y Rhaenyra sentían un elevado desprecio por la nueva incorporación de Otto Hightower al consejo, si bien no tenía un puesto designado, allí estaba, interrumpiendo a la mano del rey sin cesar.

Esa mañana ya había colmado la paciencia de la princesa y de los Strong.

A King's Landing llegaban cuervos que portaban solo buenas palabras de los príncipes y princesas. Buen comportamientos dentro y fuera de las casas nobles, predisposición a aceptar propuestas, ayuda a los necesitados, excelente presencia y oídos oyentes a las peticiones razonables. La princesa heredera y la reina se encargaban de abrir, leer y contestar cada carta, sin embargo, no todas caían en manos de ellas, algunas eran víctimas de los dedos filosos de Otto.

—No creo que los comportamientos violento de los príncipes Jacaerys y Lucerys sean algo que admirar.

Otto insistió en llevar el tema de la gira a la mesa del consejo como si fuese un asunto del estado. 

—¿Puede decirme a qué llama usted comportamiento violento, milord?—contradijo Harwin—Porque hasta donde yo sé las acciones de mis hijastros fueron en respuesta a una provocación en las que hubo más de un testigo afirmando no sólo esto que digo sino también que el príncipe Daeron fue quien inició todo con un insulto en el entrenamiento.

—Los temperamentos inestables e inmedidos de los príncipes son preocupantes, podrían poner en peligro a la princesa Helaena que ahora está grávida.

—A ella no la meta, lord Otto, ni siquiera estaba allí. Y hasta donde sé lo único que puede poner en peligro a mi hermana es su obsesión con las arañas.

—Padre—Alicent intervino con voz suave pero firme—Son jóvenes ansiosos llenos de hombría que han tomado como pasatiempo el golpearse. Algo normal, creo recordar esos tiempos de Michael y Gwayne. Son riñas de ellos y de nadie más ¿Qué podemos hacer nosotros ahora además de enviarles cartas ordenándole corregir sus comportamientos? Los muchachos pelearon por un tonto insulto, no es la primera ni la última vez.

—Sugiero—Lyonel tomó la palabra—, basándome en la rectoría de los príncipes Aegon y Helaena, quienes son los mayores, que esos pleitos los solucionen ellos.

—Lo que venían haciendo hasta ahora, si no me equivoco—prosiguió Rhaenyra.

—Quiero que mi nieto deje de ser humillado.

—Mi hermano debe atender a las consecuencias de sus actos, más estos actos también humillan. La reina y yo luego de nuestras tareas del día hablaremos del comportamiento de nuestros hijos, si eso lo deja tranquilo.

Alicent confirmó lo que la princesa dijo y se dio fin a la última reunión de la mañana. Otto manifestaba una clara disconformidad, pues tal parecía que quería involucrarse él también en la charla que tendrían.

Warrior, Mother and MaidenWhere stories live. Discover now