CAPÍTULO 44

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"Éramos fríos y claros, sin colores en nuestra piel, 

hasta que dejamos entrar al espectro, 

di mi nombre y cada color se ilumina, 

estamos brillando y nunca más estaremos asustados" 

-Spectrum-Florence + The Machine.  

Hedvika pasó más tiempo del necesario en la tina caliente. Precisaba sacarse el frio de la lluvia y quería deshacerse de la tensión que la charla con Lyall le había provocado. 

No tenía los ánimos suficientes como para salir a recibir a los príncipes de su vuelta del muro, sabía que era lo incorrecto, principalmente por su deber como dama de Helaena, pero estaban Miranda y Ellyn así que no se preocupó por demás. 

Se sumergió en el agua un par de veces deseando que la molestia desapareciera, pero fue inútil, por más que quisiese no ahogaría sus pesares. No le molestaba el hecho de haber expuesto sus mas profundos sentimientos a Lyall, no, lo que le molestaba era no tener una solución o de que él no se la pudiese dar como tal vez ella pensó que sería. No odiaba a los Dioses o los culpaba del todo, era tonto pensar que divinidades invisibles determinarían algo tan mundano y corriente como el cariño humano. 

Su ánimo no mejoró, pero tampoco empeoró. Intentó no pensar en Aemond y por suerte lo logró por unos minutos, se enfocó en la ceremonia de la noche pero al hacerlo su determinación flaqueó y el hombre volvió a aparecer. Se aborrecía por permitirlo.

Decidió que lo mejor sería entretenerse con algo más complejo, manos ocupadas, mente vacía. Se encargaría de juntar las canastas y llenarlas de comida para la noche. En su camino a las despensas por suerte se encontró con Sara y una amiga suya.

—¡Sara! Que bueno que te encuentro, Lyanna me pidió que te dijera que fueses puntual esta noche. 

—Siempre mandando a hacer a alguien más sus tareas—contestó con indiferencia—No iré de todas formas. 

—Pero es tradición, y será interesante compartir la ceremonia la última vez no estuviste. 

—No me interesan las tradiciones, mi madre no era norteña. 

—Pero tu padre sí, y tu hermana también, tendrá un bebé será lindo que su familia estuviese con ella. 

—Te tiene a tí como consuelo. 

—De acuerdo, le diré que no irás—La otra muchacha se removió incómoda en su lugar al lado de Sara—¿Y tú, Jannette nos acompañarás? 

La dama asintió pero inmediatamente recibió una mala mirada de Sara. Hedvika no entendía bien porqué su actitud, eso sí, tenía una hipótesis; tal vez Sara no quería cruzarse con la princesa Helaena más de lo necesario luego del altercado de la bienvenida. Pero que más daba, era una ceremonia importante para Lyanna y como su hermana debía acompañarla sin importar qué. De todas formas no discutiría con ella, sería en vano, y no tenía ganas. 

Estaba a punto de marcharse pero Sara la llamó de nuevo ¿Se habrá arrepentido? 

—¿Eres amiga de los príncipes, no?—Contesto con una afirmación silenciosa, quizá eso le diera a entender que no deseaba más conversaciones—Porque Jannete y yo tenemos la duda de que si...Aegon y Aemond estarían interesados en un poco de diversión. 

Podía sentir el descontento crecer en sus entrañas, pero por otro lado se alivió al pensar que por lo menos había abandonado la idea de acercarse a sus sobrinos que ya estaban comprometidos y casados. Respondió sencillamente de que no sabía, que debían preguntarle ellas mismas si querían una respuesta concreta. 

Warrior, Mother and MaidenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora