CAPITULO 6

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Aclaración:

•Comillas y cursiva: pensamientos internos del personaje.
•Cursiva: alto valiryo.

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Los Príncipes estaban decididos a sacar de quicio a la Reina y lo más probable es que complotaron entre ellos para lograr su cometido.

Primero fue Helaena con su extraña conversación sobre dragones y danzas, no entendió absolutamente nada de lo que dijo la chica, tampoco logró conciliar la idea de Dreamfyre y Sunfyre bailando sobre King's Landing.

Después fue Aegon empedernido en sacar lo peor de ella.

-No pienso casarme con ella, es una idiota.

-No hables así de tu hermana. Te casarás y es mi palabra final.

- ¡ESTÁS LOCA, NO DEJARÉ QUE HAGAS CONMIGO LO QUE HICIERON CONTIGO!

Un sacudón bastó para hacer callar al ingrato niño ¿Cómo se atrevía a contestarle de esa manera?

-Aegon Targaryen, como tu reina te ordeno casarte con Helaena Targaryen.

-Cuando su título de madre ya no sirve siempre acude al de reina. Que bajo cae, su majestad.

Aegon salió del cuarto sin hacer caso a las directivas de Alicent. Le hirvió la sangre y maldijo en nombre de los siete dioses.

Se preguntó qué fue lo que hizo para merecer todas las cosas que le pasaban. ¿Acaso fue mala esposa? ¿Mala madre? ¿Mala hija?

¿Por qué nadie podía ver el esfuerzo sobrehumano que hacía día a día para no dejar caer a la familia? ¿Por qué no recibía el crédito que merecía?

La situación la sobrepasó y derrotada se sentó en el balcón a saborear el aire salado. Driftmark tenía la frescura que King's Landing no. A lo lejos vio a Rhaenyra y a sus bastardos jugando con espadas de madera en la playa, deseó ser ella. Deseó poder tener esa complicidad que Rhaenyra tenía con sus hijos.

El cómo llegaron a donde estaban siempre le fue un misterio a medio resolver. En ocasiones extrañaba la relación que alguna vez tuvo con la princesa, y en otras odiaba en lo que se había convertido su vieja amiga; en alguien que pisaba las cabezas de todos para su propio beneficio y placer.

Algunas veces fantaseaba con el hecho de compartir los gajes de la maternidad con Rhaenyra. Pero eso eran únicamente, simples fantasías que aparecían cuando Alicent bajaba la guardia.

Ella admitía en su soledad que no era la mejor persona para con los nietos de sus esposo, pero tampoco es que Rhaenyra era la hermana ejemplar. Ambas ignoraban a los hijos de la otra y punto final, a esa altura ya nada podría remediar ni empeorar las cosas.

Gozó de la tranquilidad del silencio hasta que en la escena de la playa se sumó otro actor. Aemond llegó corriendo al encuentro con Rhaenyra y esta lo recibió con un beso en la cabeza, posteriormente se dispusieron a caminar cerca del mar los dos solos.

-Sir Criston, traigame a Aemond.

El caballero acató las órdenes de inmediato y en menos de diez minutos madre e hijo se encontraron cara a cara.

La charla parecía tener un rumbo positivo pero se desvió cuando a Aemond se le escapó decir que sabía lo del huevo y que Rhaenyra le había dicho que una vez que volvieran a casa irían juntos a elegir uno.

-No lo harás, no te acercarás a la fosa de dragones, ni tampoco te acercarás a Rhaenyra.

-Pero mamá, es mi oportunidad de tener un dragón.

Warrior, Mother and MaidenWhere stories live. Discover now