CAPÍTULO 45

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"Te he amado desde que teníamos 18, 

mucho antes de que ambos pensáramos en la misma cosa, 

en ser amados y estar enamorados, 

y todo lo que puedo decir es que estos brazos fueron hechos para abrazarte"

-18

One Direction.  


Aegon era excelente con la información. Sabía todo de todos y tenía un oído sensible a las conversaciones jugosas. Si Rhaenyra no lo considerara su próxima Mano, probablemente sería el consejero de los rumores. Era poseedor de la habilidad de unir las piezas del tablero y armar un rompecabezas de datos espectaculares.

Eso antes de la gira, durante, su particularidad se unió a la de Baela, con quien compartía los gajes de ser un chismoso. Lo bueno de ellos era que no se dejaban notar, nadie creería que eran los maestros de los susurros. Solo los Dioses y sus propios dragones sabían la cantidad de información que recolectaban entre los dos

—Te ves encantadora, querida prima, ese vestido realza tus rulos—dijo cuando la fue a buscar a la habitación con la idea de caminar juntos al festín. 

—Gracias, dicen que hay un Stark soltero suelto por ahí. Tú también te ves bien, ese broche de Sunfyre debe escandalizar a las doncellas—Baela fue más sarcástica en su adulación pero a Aegon no le importó y lo tomó como cualquier otro elogio. 

Caminaron lento con tal de tener más tiempo para hablar, Aegon comentó que según las malas lenguas Cregan se esforzó en celebrar con todas las pompas el onomástico de su hijo porque ese sería el último, Baela lo debatió al decirle que no sería así porque Helaena y Jacaerys querían que Oliver revisara al niño la próxima vez que fueran a la capital, lo que según sus propias creencias sería pronto. 

—Cregan no irá a la boda de Daeron. 

—Pero si a la de Hedvika, me permito creer que pronto veremos a nuestra amiga con el manto de los Targaryen en sus hombros —Aegon se interesó de repente—Tal vez esta noche las palomitas del amor vuelen. Puede que haya hecho una leve sugerencia sobre el cabello suelto y mencionado a Brandon Stark la soltería de la hija de la Mano del rey. 

Aegon le dijo a Baela sobre lo embobado que estuvo Aemond viendo a Hedvika llevar el cabello suelto en la ceremonia, y a pesar de que su prima se enojó por el hecho de que las espiaran estuvo de acuerdo en usar esa información a su favor. Los dos sabían que Hedvika y Aemond se gustaban, pero que eran tan tercos que no aceptarían las palabras de afirmación que viniera de ellos respecto a sus sentimientos, no podían interferir diciéndoles la verdad, tenían que creer que ellos mismos se juntaron. 

Dan tantas vueltas como un trompo, pensó en voz alta Aegon, y Baela lo apoyó. 

Al llegar casi todos estaban presente, y como dijo Baela, Hedvika tenía el pelo suelto y la bucles le caían hasta la cintura. Buscó con la mirada a su hermano pensando que estaría nuevamente hipnotizado, pero no fue así, lo encontró junto a Gaemon haciéndole probar un poco de hidromiel; Aegon se acercó fingiendo molestia y los reprendió a los dos por lo que estaban haciendo. Gaemon se disculpó y pidió permiso para ir a jugar con unos niños de por ahí, y Aemond estuvo a punto de escapar de él, pero se lo impidió. 

—Lamento haberte presionado esta tarde—Aegon tenía el perdón en la punta de la lengua desde que su hermano lo dejó en el patio con la sensación de culpa en la boca del estómago.

Warrior, Mother and MaidenWhere stories live. Discover now