Corrompiendo a tus demonios [Destructiva Obsesión #2] ✔✔

EXTRA #3.

Buenaaas.
Antes que nada, quería aclarar que quería hacer los extras en orden cronológico, pero la verdad no pude porque había momentos a los que ya quería llegar jajaj. Así que ahora las fechas estarán como al azar, pero aclararé en qué momento va. Al inicio SIEMPRE pondre "Tanto tiempo después del nacimiento de Logan". Ese día es nuestro punto de partida para no confundirlas jaja. Bueno, eso es todo.♡
Disfruten el capítulo y no olviden comentar y votar.💘💘
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Tres años y medio después del nacimiento de Logan.

Neal Hardy.

Su mano tomó fuertemente la mía mientras intentaba igualar mis pasos.

Me obligué a caminar lento porque después de todo, solo tiene tres años y aún es muy pequeño.

―¿Quieres que te lleve en brazos?

Negó con la cabeza, logrando que su cabello ébano como el mío, se alborotara ligeramente.

―¿Quieres caminar, Logan?

Esta vez asintió.

―¿No te cansarás?

Me frunció el ceño en cuanto me miró. Su mirada es de disgusto.

Detesta que le hagan tantas preguntas en tan pocos minutos.

Claro que...cambian las cosas si él es quien las hace. A veces, es una máquina de preguntas que no para.

―Hablas grande ―Su voz tierna e infantil llenó mis oídos.

Sonreí y alcé ambas cejas.

"Hablar grande" es su manera de decirme que hablo mucho o que hablo muy alto.

Dice que los adultos somos como loros y que somos muy ruidosos.

Claro que no le molesta cuando se trata de su madre, él ama que ella le hable.

Tampoco le molesta cuando quiere que yo le cante o le cuente un cuento.

Tiene sus excepciones de vez en cuando.

―¿No te gusta que papi hable?

―Es que mami duerme.

―¿Hablo en voz baja entonces?

Asintió rápidamente.

Después se llevó el índice a los labios para indicarme que guarde silencio o modere mi tono de voz.

Reí entredientes y después solo me dispuse a ayudarle a bajar las escaleras para ir a la planta baja. Después ambos fuimos a la cocina y estando ahí, lo subí a uno de los taburetes de la barra.

―¿Mami está enferma?

―Solo un poco.

―¿Por qué?

―Las personas suelen enfermar en invierno, amor.

Frunció un poco los labios.

―¿Mami también?

―Sí, mami también.

―¿Y papi no?

Es un niño muy curioso.

Claro que eso es si solo son las personas cercanas a él, con los desconocidos o personas que solo ha visto unas cuantas veces, suele ser muy tímido y callado.

―Papi ha tenido la suerte de no enfermarse esta vez. Creéme, hijo, soy un desastre cuando estoy enfermo.

Sus ojos confundidos se posaron en mí.