Corrompiendo a tus demonios [Destructiva Obsesión #2] ✔✔

Capítulo 51.

Capítulo 51. Mía.

Maratón 4/4.
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11 de mayo, 2011.

Neal Hardy.

Rasgué el sobre lentamente y con las manos temblorosas bajo la atenta mirada de mis dos mejores amigos a través de la videollamada por Skype.

―Joder, como eres lento ―Se quejó Castle―. ¡Date prisa que me muero por saber!

―Ya voy, ya voy ―Alcancé a formular.

―¡Muero de la curiosidad! ¡Hasta Nela abriría esa carta más rápido que tú! ―Fue el turno de Mason de quejarse.

Reí un poco, involuntariamente enfocando a Nela, la cual pertenece en mi cama, está echada mientras se lame la panza. Por suerte no tira mucho pelo, de lo contrario seguro su estómago estaría lleno de ellos.

―¡Rápido, por lo que más quieras! ―Gimoteó Derek―. ¡Ya no puedo con la angustia!

―Ya cállate, don angustias ―Lo molestó el otro―. Pero sí, Neal, date prisa.

Y me tardé más.

―Bueno, mientras Neal se toma toda su tiempo, mejor platicanos de esta chica que te tiene loquito, pequeño malnacido.

Alcé las cejas.

―¿Hay una chica? ¿Por qué soy el último en enterarse?

―Porque no es nada importante, solo somos amigos ―Puso los ojos en blanco.

―¿Sabes qué es lo mejor de todo? ―Inquirió Derek, inclinándose para acercarse a la cámara como si me fuera a contar un secreto―. Que Mason bebé no está contento con ser solo el amigo de la chica en cuestión.

―Que solo somos amigos, joder ―Gruñó―. Aparte, ella está enamoradisima de un imbécil.

―Celos de tus ojos cuando miras a otra chico, tengo celos, celos ―Comenzó a cantar Derek, cosa que de inmediato me hizo reír―. Oh, espera que tengo otra mejor ―Carraspeó un par de veces―. ¡Estos celos me hacen daño, me enloquecen! Jamás aprenderé a vivir sin ti, lo peor es que muy tarde comprendí, sí, sí. Neal, haz el honor.

―Contigo tenía todo y lo perdí ―Le seguí―. Contigo tenía todo y lo perdí.

―Par de imbéciles cavernícolas, me tienes hasta su puta madre ―Nos gruñó―. ¡No, no, olvida lo último que dije, Derek!

―¡Mamá!

―Que pendejo, estás en el internado, tu mamá no está cerca ―Suspiró de alivio.

―Por favor, que infantiles ―Reí bajo―. Retomando el tema sobre la chica de Mason. ¿Cómo es o qué? ¿Cómo se llama?

―No es mi chica y se llama Elaine Morgan ―Soltó―. Pues veamos: es rubia, ojos verdes, hermosa como toda abeja reina de instituto. Ah, es porrista y está muy buena...

―¿No detestas a las porristas?

―Cuando son calientes no ―Se encogió de hombros.

―De acuerdo, solo me describiste cosas que harían que te quieras acostar con ella, cosas que por lo que veo no has hecho porque solo es tu amiga ―Apunté con mi dedo―. Así que, ¿por qué no te la has llevado a la cama?