Corrompiendo a tus demonios [Destructiva Obsesión #2] ✔✔

Capítulo 21.

15 de abril, 2009.

Neal Hardy.

Me incorporé lentamente al ver la hora en el reloj. Ayer después de que James me trajo, solamente subí a mi habitación, me di una ducha con todo el esfuerzo del mundo para no desmayarme y después de eso, me metí en mi cama. Dormí horas, dormí tanto que ni siquiera escuché la alarma sonar.

Se supone que debía recoger a Holden en el aeropuerto hace una hora.

Y de no ser por la discusión que se escucha en medio del pasillo, no me habría levantado.

No se escucha la voz de mis padres. Ellos deben estar en el club, siempre lo están a esta hora y este día.

Escucho la voz de Sav.

No entiendo muy bien lo que dice.

Me levanté lentamente, tambaleándome un poco en el proceso. Hice una mueca y llevé una de mis manos cerca de mis costillas mientras avanzaba directo a la puerta.

Abrí lentamente, con cuidado de no hacer ruido.

―¿Entonces por qué no hablas conmigo? ¿Por qué estás tan evasiva?

―Solo estoy cansada, Holden.

―No, no estás cansada. Sé que has estado así por semanas, que te encierras y no hablas con nad...no, no pretendas cerrarme la puerta en la cara ―Habló mi cuñado, por lo que miré un poco a través de la mía. Savannah sostiene la puerta de su habitación mientras Holden tiene la palma contra la madera, tal vez intentando que ella no la cierre―. Solo habla conmigo, ¿quieres?

―No hay nada que hablar, no ocurre nada, Holden.

―¿Entonces por qué no respondes mis correos?

Sav no respondió.

―¿Tus padres te hicieron algo? ¿Pasó algo con tus padres?

―Mis padres no me hicieron nada.

―Entonces dime cuál es el problema ―Le suplicó―. Quiero entender. Estoy preocupado por ti, Vanny. Es solo...antes de irme de nuevo a la universidad, dejé aquí a una chica feliz, sonriente y esperanzada. Y ahora mirándote...¿dónde está mi chica?

―Holden, solo vete ―Susurró mi hermana―. Vuelve a la universidad y...ya no regreses. No te quiero aquí, no pedí que vinieras, así que solo regresa a Nueva York. Es lo mejor.

―Hace dos meses me pedías que me quedara unos días más.

―Solo vete.

―¿Por qué? ―Cuestionó―. ¿Por qué es lo mejor que me vaya? ¿Tus padres lo saben? ¿Saben de nosotros? ¿Te amenazaron? Solo explícame, quiero entenderte. Encontraremos la manera de...

Savannah enfocó la mirada en el suelo.

―Esto ya no funciona, Holden.

Y por unos segundos, solo hubo silencio.

―¿No funciona? ¿Qué hay de ti, de mí y Neal? ¿De los planes? Nosotros lejos de tu familia, felices, libres. ¿Olvidaste eso? Luchamos tanto, aguantamos tanto. No pudiste cambiar de opinión de la noche a la mañana.

―Las cosas sí cambiaron. Yo cambié.

―Te conozco, Sav. Hay algo más.

―Ya no me conoces, Hol.