Corrompiendo a tus demonios [Destructiva Obsesión #2] ✔✔

Capítulo 70.

Capítulo 70.- El inicio de la guerra.

12 de octubre, 2022.

Lara Spencer.

Pasé mis dedos por su mejilla suavemente. Toqué su piel con delicadeza y sonreí detallando cada facción en su rostro.

Intenté ser lo más delicada al pasar por encima de las heridas que tiene para no lastimarlo, aunque está plácidamente dormido y no lo sentirá.

Me da paz saber que puede descansar aunque sea en la cama que hay en el jet, merece descanso después de todo lo que ha pasado y todo lo que vendrá.

Y es una jodida suerte que esté dormido y no note que ya me levanté tres veces para ir a vomitar al baño.

Estar en el avión me marea muchísimo. Pasó cuando íbamos de camino a la isla y pasó ahora que vamos de regreso a casa. Lo peor es que no quiero que se de cuenta, al menos no aún porque con la noticia de la muerte de Viviane, no tomará esta muy bien.

―Te amo ―Hablé bajito―. Te amamos.

Alejé mi mano de su rostro y solté un suspiro suave antes de levantarme pero esta vez, para salir del dormitorio. Fui hasta los asientos delanteros y me senté a un lado de Landon. Tiene la cabeza recargada contra los asientos y los ojos cerrados.

Cuando sintió mi presencia, abrió los ojos.

―¿Neal? ―Preguntó.

―Descansando ―Le respondí.

―¿Ya lo sabe?

Negué con lentitud.

―No quiero decírselo aquí, quiero esperar hasta que aterricemos porque sé que la noticia de la muerte de Viviane lo afectará tanto que la ansiedad de ir a verla, lo matará en un abrir de ojos.

―Lo tomará mal, jodidamente mal ―Me dijo―. Esa mujer es su madre.

―Lo destruirá por completo ―Musité―. Y no sabes lo mucho que me aterra pensar en lo que esto podría hacerle.

―Dios, no sale de una desgracia antes de entrar en otra ―Landon negó con la cabeza―. Hace nada acaba de sepultar a su amiga y ahora...todo es una mierda.

―Sí, todo es una mierda.

También es una mierda lo que Neal me dijo en el motel, lo que la Doctora le dijo sobre mí.

No dejo de darle vueltas al asunto en mi cabeza.

Y para ser honesta, el miedo me carcome. Me aterra que se cumpla y que Erkan use a mi hijo para matarme en vida.

Dios, lo único que me reconforta es saber que esa puta víbora ya arde en el infierno. Es lo mínimo que merece después de haberle dicho a Erkan que estoy embarazada y que ahora mi hijo corra más riesgo del que ya corría.

Me recargué en mi asiento y compartimos un par de palabras más antes de que yo volviera al baño como por tercera o cuarta vez. Cuando me lavé los dientes, volví a la cama para recostarme junto a Neal y cubrirme con los edredones.

No pasó mucho hasta que me quedé dormida y tan pronto caí, un estruendo a mi lado me hizo abrir los ojos de nuevo.

Mis ojos enfocaron una bombilla encendida justo encima de mi rostro, a unos cuantos centímetros. La luz es intensa y tuve que parpadear varias veces para intentar adaptarme a ella.

Intenté moverme, pero...no lo conseguí.

Mi mirada recayó en una de mis manos. Mi muñeca está siendo rodeada por una esposa y el otro extremo, está unido a los laterales de la mesa quirúrgica en la que estoy recostada.