Corrompiendo a tus demonios [Destructiva Obsesión #2] ✔✔

Capítulo 40.

¿En quién puedes confíar cuando todo lo que tocas se vuelve oro?

―Gold -Imagine Dragons.

23 de noviembre, 2009.

Neal Hardy.

Sangre.

Mucha sangre.

Gritos, llanto, súplicas.

Mis súplicas.

Le pido que la deje, le pido que deje de lastimarla, pero él no me escucha.

La lastima.

Está sufriendo. Ella está sufriendo mucho.

Llora.

Yo también.

No. No. No.

Me removí, intentando zafarme de las cadenas con mucha más violencia cuando él comenzó a apuñalarla.

―¡No! ¡Por favor! ¡No hagas esto, te lo suplico! ―Le rogué desesperadamente―. ¡No la lastimes, James! ¡Por favor!

En alguna parte, alguien diciendo mi nombre se escuchaba muy lejano.

Y entonces pasó.

El filo del cuchillo pasó con rapidez sobre la yugular de mi hermana.

―¡No! ―El grito salió desde lo más profundo―. ¡No, por favor!

―Neal, Neal por favor ―Suplicó de nuevo la voz de antes, esta vez más clara―. Despierta, por favor.

―¡No! ¡No!

James avanzó hacia mí, me dio una sonrisa torcida, elevó el cuchillo y repitió lo que hizo con mi hermana.

Me abrió la garganta.

―¡Neal, por favor! ―De nuevo ese grito―. ¡Estoy aquí, es solo una pesadilla! ¡Estás bien, estoy aquí, por favor!

―¡No!

Me zafé con violencia, de inmediato impactando con el duro y frío suelo. La caída no me dolió, nada más me dolió.

No puedo respirar.

No puedo respirar.

Me llevé las manos a la garganta, intentando...intentando detener la sangre.

No. No. No.

Puedo escucharme gritar, puedo sentir a Nate llegar a mí y abrazarme con fuerza para que deje de moverme como lo hago, para que deje de golpearme contra cualquier objeto que se atraviese. Intenta calmarme y consolarme.

―Neal, enfócate, por favor enfócate. Fue una pesadilla, estoy aquí, por favor solo escúchame ―Me rogó en un tono ahogado―. No es real, no es real, por favor regresa.

Mi cuerpo entero se sacudió y tembló por el llanto. Mis gritos poco a poco disminuyeron, pero mis sollozos y el pánico aumentaron.

―La mató, la mató, la mató ―Repetí repetidas veces entre jadeos.

Negué una y otra vez.

Una y otra vez sin parar.

Intento controlar mi respiración, intento enfocarme.