Corrompiendo a tus demonios [Destructiva Obsesión #2] ✔✔

Capítulo 58.

Capítulo 58.- El que a la guerra se va, volverá o no volverá.

17 de agosto, 2022.

Lara Spencer.

La parte más grande mí, en el fondo sabía que él iría, que sus palabras solo fueron para no iniciar una pelea, pero que no era sincero porque al final, está haciendo su trabajo y sobre todo, porque su prioridad es protegerme y yendo por Erkan es la única forma en la que lo conseguirá.

Pero...la parte más pequeñita, simplemente...fue feliz esas horas en la cama mientras él me hacía el amor después de jurarme que se quedaría, que no arriesgaría su vida de esta manera y que no me dejaría sola ahora, justo ahora.

Sé que...de alguna manera se obliga a sí mismo a arriesgarse en lugar de envíar a uno de sus soldados y sé que tiene razón porque al final, es su capitán y se siente responsable de todo, pero me duele pensar en que si...si algo sale mal y...

Cerré los ojos y negué con la cabeza para alejar todos esos malos pensamientos.

―Más te vale que regreses a mí, Hardy ―Susurré, empuñando la nota con fuerza, aferrándome a ella―. Tienes que regresar a salvo.

Abrí la mesita de noche y dejé la nota dentro de ella.

Hablaremos más tarde cuando llegue. Más le vale que se disculpe por haberme dejado después de follarme.

Cabrón.

Me levanté de la cama y fui hasta el tocador, que es donde está mi celular que llevo días sin encender. No me había dado la gana.

Abrí el cajón y me encontré con el frasco de pastillas. Solo quedan pocas y son las que me recetó el Doctor porque ni loca me iba a tragar las que me dio esa mujer.

Podré haber sido una paranoica esa noche que estaba medio sedada, pero creo que nadie se arriesgaría a tomar algo que te dio la persona que te susurró al oído «Ojalá te mueras, prostituta de mierda. Todo lo que deseo es que te mueras para quedarme con todo lo que tienes» justo antes de ponerte un suero e inyectarte algo que te dejó completamente noqueada.

Por supuesto que desperté exaltada y asustada si no supe nada de mí durante horas después de que ella me sedó.

Temblé al recordar el pánico que sentí cuando desperté.

Por suerte no fue tan estúpida como para arriesgar su trabajo y ponerme algo que la dejara en evidencia.

Si sé que no es tonta, porque de haber querido arruinar su carrera solo para quitarme del medio, le habría hecho falta solo una dosis muy alta de morfina. No lo hizo porque sabe que inmediatamente todos se le irían encima.

Pero de que quiere verme muerta, de eso no hay duda.

Lastima para ella y para Erkan.

De nuevo sobreviví.

Me senté frente al tocador y me miré al espejo. Intenté acomodarme el desastre que es mi cabello y después, simplemente le sonreí a mi reflejo.

―Te lo dije, Erkan ―Formulé, ladeando la cabeza―, soy una sobreviviente.

Y sé que no lo logré sola, pero de mí dependió no rendirme mientras los médicos intentaban salvar mi vida o mientras Neal escapaba del hospital conmigo en brazos mientras yo aguantaba ese dolor tan intenso que me provocaba cada movimiento.

Suspiré con pesadez, llevando una mano a mi abdomen para observar la cicatriz que me quedó.

―Al menos es más linda que la marca.