Capítulo 66.

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Capítulo 66. Aguacate con sal y limón.

04 de octubre, 2022.



Neal Hardy.

Ella se paseó por toda la habitación para tomar el maletín que se encuentra guardado debajo de un mueble. Lo abrió para asegurarse de que lo que sea que ocupa está ahí dentro y cuando confirmó, volvió a cerrarlo.

―Toma, llévalo al laboratorio junto con el paciente que sigue ―Le indicó al guardia que hace un par de minutos tocó la puerta y en consecuencia, ella tuvo que bajar rápidamente de mí. Afortunadamente―. Iré en un segundo.

―¿Lo llevamos a su celda? ―Preguntó el hombre, inclinando la cabeza en mi dirección.

―Eh...sí, sí, llevenlo a su celda ―Carraspeó―. Si él y la mujer al lado de su celda no han comido, por favor denles agua y comida.

―Como ordene, Doctora.

Tres hombres se acercaron a mí para desencadenarme y arrastrarme fuera de la habitación. Antes de que me llevaran, la Doctora me lanzó un beso disimuladamente para que nadie la viera.

Estuve tentado a poner los ojos en blanco.

Es un fastidio.

Cuando llegamos a mi celda, me lanzaron a ella y cerraron para después retirarse.

Cuando estuve "solo" me pasé las manos por la boca para tratar de quitar su jodido labial de mis labios.

―¿Y a ti qué te pasa? ¿Por qué pareces tan enojado?

―Me siento como un puto infiel ―Gruñí.

―¿Te acostaste con esa mujer?

―¡No! ―Expresé rápidamente―. Antes prefiero que me corten la polla.

―Ya, me quedó claro ―Rió, levantándose del suelo para acercarse a los barrotes―. ¿Por qué te sientes como un puto infiel?

―Porque la jodida loca me besa y no puedo ni quitarla porque me tiene encadenado.

―Pero no estás siendo infiel, Walker. Estás vulnerable y sin poder defenderte porque tú mismo lo has dicho, te tiene encadenado ―Suspiró con pesadez―. De verdad lamento que tengas que pasar por esto. Ninguna mujer y ningún hombre debería por este tipo de abusos, porque eso es lo que es.

―Lo sé. Pero te juro que en cuanto tenga la oportunidad, la estrangularé con las mismas cadenas que me ponen ―Mascullé, también caminando a los barrotes―. Y tiene que ser rápido, algo...algo está pasando allá afuera, en Chicago. Ella nombró a Lara.

―¿A tu esposa?

―Odia a Lara y como cree que no la recuerdo, me habló sobre ella y dijo que algo malo va a pasarle ―Me pasé las manos por el cabello―. No puedo estar más tiempo aquí, en este jodido lugar no podré hacer nada, no podré protegerla.

―A ver, a ver, cálmate, ¿de acuerdo? De nada va a servir que empieces a alterarte porque ellos se darán cuenta de que no estás siendo honesto ―Dijo, estirando su mano para alcanzar la mía―. Sobre todo esa mujer. Si te está hablando de cosas de afuera, es porque te tiene confianza y confía en que perdiste la memoria. Sigue usando esto a tu favor, sé que es terrible, pero de otra manera seguiremos atrapados en esta cárcel.

Tomé una respiración profunda.

―Lo sé, pero no puedo evitar sentirme inquieto. ¿Qué sentirías tú si fuera tu esposa la que está en peligro?

―Igual que tú, me sentiría justo igual que tú, por eso no te juzgo, solo te pido que intentes calmarte, ¿bien? ―Me pidió.

―Quisiera, pero no dejo de pensar en Lara.

Corrompiendo a tus demonios [Destructiva Obsesión #2] ✔✔Where stories live. Discover now