Capítulo 16.

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03 de marzo, 2009.



Neal Hardy.



Las espadas chocaron entre sí. Mi contrincante se alejó un poco, intentando encontrar otro punto por donde atacar.

Lo bloqueé hábilmente antes de que pudiera tocarme, cosa que lo frustró porque gruñó, alejándose un par de pasos.

Se quitó el casco y lo tiró en el suelo, para después volver a atacarme.

Esquivé sus movimientos con los míos, formando una sonrisa de suficiencia que él no podía ver debido a que mi rostro está cubierto. La sorpresa llenó su rostro cuando conseguí tirarle la espada.

Se puso de rodillas para levantarla, cuando la tomó y giró. Fui más rápido y antes de que intentara algo más, presioné la espada contra su garganta.

No tiene filo, por lo tanto no lo lastimo.

Con mi mano libre me quité el casco. Mi sonrisa creció.

―Touché.

James bufó, haciendo la espada a un lado para levantarse. Caminó hasta un mueble y dejó la suya en él.

―Bueno para videojuegos, bueno para esgrima, por lo que sé, también eres bueno en paintball, buen cantante y excelente guitarrista. ¿Acaso hay algo que te salga mal? ―Cuestionó―. Ah. Y encima eres de los mejores jugadores en tu equipo de Lacrosse.

Sí, juego Lacrosse en la preparatoria.

No me gusta, pero mis padres me obligan.

―Soy malo jugando golf, en historia y seguro en muchas cosas más ―Me encogí de hombros.

―Algún defecto debes tener, no es humanamente posible ser bueno en todo.

Según mamá, yo tengo muchos defectos.

El más grande de todos ellos, es parecerme físicamente a mi padre.

Después de lo que me dijo mi tía Esther, ahora puedo entender por qué mamá me tiene tanto recelo.

El por qué de todos mis hermanos, soy el menos querido por ella.

Soy el retrato de Mikhail Hardy, por eso ella me odia.

―¿Y tu hermana? ―La pregunta de mi amigo me sacó de mis pensamientos.

―Debe estar en su habitación, ¿por?

―Ah, no. Es solo que es raro no verla por ahí ―Dijo, tomando su botella de agua para darle un trago.

―Hoy no ha salido de su habitación en todo el día, ni siquiera fue a clases. Seguro se puso la borrachera de su vida ―Reí un poco. Mi amigo asintió lentamente―. Pero tú estuviste ahí, ¿no? ¿Sabes si se divirtió?

Ojalá que sí, no me gusta que esté triste por no poder ver a Holden.

James carraspeó ligeramente, inclinándose para tomar su casco del suelo.

―Me fui temprano ―Murmuró. Se levantó y me miró―. Entonces...¿no has hablado con Sav?

Hundí las cejas.

―¿Hablar? ¿Sobre qué vamos a hablar?

―No sé, los hermanos hablan, ¿no? Se cuentan sus cosas y todo eso.

―Sí, pero hoy no. Seguro tiene resaca y por eso se la pasó todo el día durmiendo.

Volvió asentir.

Corrompiendo a tus demonios [Destructiva Obsesión #2] ✔✔Where stories live. Discover now