Corrompiendo a tus demonios [Destructiva Obsesión #2] ✔✔

Capítulo 67.

Capítulo 67.- Abuela.

04 de octubre, 2022.

Lara Spencer.

Tomé respiraciones profundas en un intento de detener mi llanto. Me costó mucho, mucho esfuerzo hasta que finalmente y poco a poco, logré que cesara.

Él lo sabe. Él jodidamente lo sabe.

―¡Maldita perra! ¡La odio! ―Bramé, tomando el control remoto de la televisión para lanzarlo con fuerza contra el espejo de mi tocador.

En el proceso, este se rompió. No lo suficiente como para que los pedazos de cristal se salieran de su lugar, pero sí demasiado como para ya no poder verme en él. Al mismo tiempo, Nela corrió para esconderse debajo de la cama por culpa del escándalo.

Respiré agitadamente.

Esa maldita arpía obsesionada se lo dijo.

Le dijo lo de mi embarazo.

Trabaja para él.

Ahora sí la mato.

La puerta de mi habitación se abrió de golpe.

―¿Qué pasa? ¿Qué fueron esos gritos y ese ruido? ―Giré al escuchar la voz de Ren. Parece aterrada y preocupada, mucho más cuando sus ojos enfocaron el espejo―. ¿Qué pasó?

Negué varias veces.

―Nada, no ha pasado nada.

―¿Cómo puedes decir que no ha pasado nada? Hasta allá afuera se escucharon tus gritos ―Me dijo, antes de señalar el tocador―. Y el espejo, ¿qué pasó con el espejo?

―Solo...recibí una mala noticia, pero está bien, vuelve con Sally por favor.

―Pero...

―Ren, por favor, ve con Sally que necesito estar sola.

―De acuerdo, de acuerdo.

Ella salió, por suerte cerrando la puerta.

Me pasé las manos por el rostro varias veces antes de bajar de la cama para arrodillarme junto a ella.

El par de ojos dorados y atemorizados me enfocaron tan pronto lo hice.

Todo su pelaje está erizado.

―Ven aquí, cielo. No quería asustarte, lo lamento.

La gata simplemente permaneció en su lugar.

―Nela, sal de ahí ―Volví a hablar―. Shh, ven.

Golpeteé el suelo con mis dedos y después de varios intentos, ella por fin salió. La tomé en brazos cuando estuvo cerca y me senté a la orilla de la cama sin soltarla.

―Ya, perdóname por hacer un escándalo, sé que los ruidos altos te estresan, lo lamento.

Cerré los ojos unos segundos sin dejar de mantenerla cerca de mí.

Finalmente cuando se hartó de la hora de los abrazos, buscó liberarse para acomodarse en otro lugar sola sin que invadan su espacio personal por tanto tiempo. Es una gata muy linda y amorosa, pero al final del día no deja de ser felino y bueno, ellos disfrutan su propio espacio.

De nuevo me pasé las manos por la frente antes de tomar mi celular de nuevo y esta vez, llamar a Lucille.

Tres timbrazos fueron suficientes.

―¿Sí? ―Habló en un tono tranquilo.

También se escucha que está tecleando, seguro está escribiendo.