Capítulo 20.

51.8K 2.5K 2.8K
                                    

14 de abril, 2009.

Neal Hardy.

James escuchó atentamente toda la explicación del médico mientras yo solo miraba al suelo, permaneciendo ausente.

Mi cuerpo duele menos. Me inyectaron algo hace un rato.

Ciertamente no me importó qué cosa, simplemente me importó que el dolor disminuyera muchísimo.

Solo sé que debo tomar medicamentos para la inflamación y el dolor, que tengo fractura en las costillas y que mi padre me molió la cara a golpes. Ah, que también necesito descansar.

―¿Neal? ―Me llamó finalmente, tocando mi hombro para regresarme a la realidad.

―¿Sí? ―Musité.

Ya podemos irnos. El médico dijo que no es necesario que te quedes, que puedes estar en tu casa siempre y cuando descanses y tomes los medicamentos que te recetó.

―¿De verdad?

Él asintió.

―Sí.

No sé si sentirme aliviado porque podré quedarme en mi habitación o sentirme aterrado por tener que estar bajo el mismo techo que mis padres.

―Vamos, es tarde ―Me animó a caminar a la salida―. Buen día, Doctor. Gracias.

―Buen día, Doctor ―Murmuré.

―Hasta pronto, chicos. Cualquier cosa, si te sientes mal o las molestias no se van pronto, no dudes en venir ―Esto último lo dijo mirándome a mí.

Asentí, pero no mencioné nada más, simplemente dejé que mi amigo me guiara a la salida, para después caminar por los pasillos para dirigirnos al estacionamiento. Por suerte tomamos el ascensor, de lo contrario estoy seguro de que rodaría por las escaleras a causa de la debilidad que aún siento.

Una vez que llegamos a su auto, subí de mi lado. Lo primero que hice al entrar, fue recargarme contra la ventana y cerrar los ojos para intentar descansar.

Pude sentir cómo después de unos segundos, él comenzó a conducir.

―Ahora, ¿estás listo para decirme qué sucedió? ―Cuestionó.

―No es nada.

―¿No es nada? ¿Para ti nada es estar lleno de hematomas, tener el labio roto y tener las costillas fracturadas?

Suspiré con pesadez.

―Las cosas son mejor cuando no se mencionan.

―¿Tienes miedo de lo que puede pasar si me cuentas?

No respondí.

―Puedes confiar en mí, amigo. Sabes que siempre podrás confiarme lo que sea que de mí no sale nada ―Insistió cuando no obtuvo respuesta―. ¿Por qué no te desahogas?

Cerré los ojos.

―Fueron mis padres.

―Eso me queda claro por el miedo irracional que tienes de que sepan que fuiste a consulta ―Rió secamente―. ¿Por qué lo hicieron?

―Porque así son ellos.

―¿Eso quiere decir que no es la primera vez que pasa?

―De esta manera sí. Pero ya me han golpeado antes, ya...nos han maltratado antes, por cualquier motivo ―Hablé bajo.

Corrompiendo a tus demonios [Destructiva Obsesión #2] ✔✔Where stories live. Discover now