Capítulo 29.

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01 de noviembre, 2020.

Lara Spencer.



Me aterra quedarme sola.

Mucho más ahora que hay mucho ruido en las calles.

Parece que hay bombas.

Las personas gritan, pero...ellos no parecen asustados, parece que ríen.

¿Mamá y papá también se estarán divirtiendo?

Se fueron temprano y le pagaron a la vecina para que nos cuide a mi hermanito y a mí, pero su novio vino por ella hace unos minutos, dijo que regresaría pronto y por eso la espero, porque...no me gusta que estemos solos.

¿Y si Tommy llora?

¿Y si alguien malo entra a casa?

Traté de no hacer ruido mientras me sentaba sobre el baúl en donde guardo todo lo que uso para mis clases de ballet. Comparto habitación con Tommy y no quiero despertarlo.

Mami dijo que durmiera temprano porque mañana tengo clases de ballet. Quiero ser la mejor bailarina que exista y es por eso que debo ser disci...

―¿Disciplinada? ―Susurré, girando el rompecabezas de mi abuela para intentar abrirlo. Ya lo he hecho como tres veces, aunque muchas personas dicen que es difícil. Me ayuda cuando estoy aburrida.

Mi abuela tiene varios y este me lo regaló.

Es un rompecabezas de código.

Salté de mi lugar cuando el llanto agudo del bebé resonó por toda la habitación.

―Ay, no ―Temblé―. Ay, no.

Me acerqué a la cuna de Thomas e hice una mueca cuando el ruido me lastimó los oídos. Su carita empieza a ponerse roja, sus ojos están llenos de lágrimas y cada vez que su boca se abre, deja salir gritos.

Es que él siempre llora a gritos.

La abuela dice que tiene un megáfono metido en la garganta.

Es un bebé muy escandaloso.

¿Cómo es que alguien tan pequeñito puede ser tan ruidoso?

―No llores, Tommy ―Le pedí―. No hay nadie y...y si alguien te escucha puede entrar y...¿qué tal si no es buena persona?

Otro chillido.

―Tommy...―Mi labio inferior tembló―. No sé qué hacer, no hay nadie. No llores por favor.

Fui a mi cama para tomar mi peluche y dárselo a él.

Tal vez quiera jugar.

No le importó el peluche, simplemente continuó llorando.

―¿Tienes hambre?

Fui directo a la cocina en donde nuestra vecina dejó un biberón a la mitad. Es de Thomas, dijo que en caso de que se despertara, se lo diera para que no llorara, dijo que tal vez no sería necesario porque llegaría pronto, pero no es verdad.

¡No está aquí y Tommy está llorando!

La comida de Thomas está fría, pero yo no sé encender la estufa. Mamá siempre lo hace porque dice que es peligroso para los niños.

Regresé otra vez y de nuevo me puse junto a su cuna. Acerqué el biberón a su boca como he visto que mami lo hace. Me tomó un par de intentos que él lo aceptara y comenzara a beber, dejando atrás su llanto.

Corrompiendo a tus demonios [Destructiva Obsesión #2] ✔✔Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz