Capítulo 11.

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03 de enero, 2008.


Neal Hardy.


Me senté sobre la arena, por lo que Annie rápidamente recargó su cabeza contra mi hombro. Le tendí una de las latas de soda que compré en la tienda que queda a unos metros. Ella la tomó, la abrió y en silencio comenzó a tomar.

La abracé por los hombros cuando la sentí temblar.

Hace muchísimo frío. Estamos frente a la playa, la brisa nos golpea con fuerza. La noche es helada y no tenemos una manta.

Su turno terminó hace unas horas, así que cuando todos se durmieron, me escapé de mi habitación y fui a buscarla a escondidas al área del servicio. La convencí de salir un rato sin que nadie más lo sepa.

Tenía miedo de que alguien nos descubriera, pero le prometí que no sería así.

Mañana temprano sale mi vuelo de regreso a Chicago y no volveré hasta mayo para celebrar el cumpleaños de la abuela. Por lo que no veré a Annette en mucho tiempo, por eso quería estar un rato a su lado. Solos y sin temer a que alguien de mi familia esté cerca.

―No quiero que te vayas ―Musitó.

Me abrazó con más fuerza.

―Yo tampoco quiero irme ―Le respondí―. Odio no estar contigo.

Levantó la cabeza.

―¿Entonces por qué no te quedas? ―Su mirada brilló esperanzada―. Tu...tu abuelo seguro que amaría que vivieras aquí, tus padres te lo permitirían. Puedes ir a la escuela a la que van tus primos, no tendríamos que despedirnos como ahora.

Realmente espera que me quede.

―Annie...sabes que no puedo hacer eso ―Negué lentamente―. No puedo dejar a mi hermana en esa casa, no puedo dejarla sola. Tengo...tengo una vida en Chicago.

―Y puedes hacer una aquí conmigo. Solo quédate ―Suplicó―. Por mí.

Cerré los ojos unos instantes antes de abrirlos nuevamente.

―Lo lamento ―Hablé bajo―. No puedo.

Su labio inferior tembló.

Se levantó de golpe, por lo que inmediatamente imité su acción. No sé, para intentar controlar toda esta situación.

―¿No me quieres? ―La voz se le rompió.

Me acerqué, intenté tocarla, pero ella retrocedió.

―Sí te quiero, pero...

―Pero no lo suficiente ―Me interrumpió. Sus ojos llenos de lágrimas y de tristeza estaban fijos en los míos.

De verdad que me duele verla así.

―No es eso lo que iba a decir, Annie.

―Pero es la verdad ―Sollozó bajo―. Si me quisieras lo suficiente, no te importaría dejar todo por mí. Yo sí lo haría por ti, iría a donde tú quisieras.

Solté un suspiro exhausto.

―Annette, por favor entiéndeme. No puedo hacer esto ahora ―Intenté razonar con ella―. Sav cumplirá la mayoría de edad en un par de años, escapará con Holden, por lo que no tendré más razones para seguir viviendo con mis padres. En cuanto cumpla los dieciocho viviré aquí si es lo que quieres. Pero solo espérame, no puedo botar todo de esta manera, tenemos que pensar bien las cosas.

Corrompiendo a tus demonios [Destructiva Obsesión #2] ✔✔Where stories live. Discover now