Capítulo 18.

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14 de abril, 2009.



Neal Hardy.



Mi postura aún es encorvada, aún me aferro a la hoja y aún me niego a levantar la cabeza.

Puedo sentir la presencia de mamá a mi lado.

Y no me gusta.

No me gusta lo abrumador que es su silencio.

Lo...aterrador.

―Estoy esperando una respuesta, Alain.

Bien, era mejor el silencio.

Su tono, su voz, son aún más aterradores.

―Sígueme ―Dijo antes de dar media vuelta y caminar lejos de mí. Sus tacones resonaban con cada paso pulcro y seguro que daba. Me obligué a levantarme, tragando saliva y aún sosteniendo la hoja.

Mi cuerpo se sentía más pesado a medida que avanzaba.

¿Qué se supone que le diga?

¿Que es de Savannah?

No. No puedo hacer eso.

La mataría.

La...encerraría en algún convento, en algún internado.

Pero tampoco sé que mentira me voy a inventar. No sé si sea capaz de mentirle. Lo he hecho pocas veces, pero no con una mentira tan grande como esta.

Bajó las escaleras y se dirigió a la oficina de mi padre. Abrió la puerta y entró. Soltó un bufido cuando no encontró a mi padre dentro del lugar. Me hizo un gesto con la cabeza para que tomara asiento en una de las sillas de cuero.

Y antes de que pudiera hacer algo, ella me arrebató el recibo de la farmacia.

―¿Por qué tienes esto? ¿De quién es?

Tragué saliva una vez más.

―Es...yo...

Levantó una ceja.

―¿Es tuya?

Los nervios me impidieron hablar.

Mamá entornó los ojos.

―Es de Savannah entonces ―Afirmó. Cuando fui incapaz de responder, ella simplemente dio la vuelta y pretendió salir de la habitación para ir a buscarla.

Me levanté de golpe.

―¡No! ―Mi tono fue lo suficientemente desesperado como para detenerla y que se girara nuevamente―. Es...es mía.

―Quiero una explicación. Y más te vale que hables rápido en lugar de balbucear como un idiota.

Y las mentiras salieron de mí. No quise detenerlas.

Es Savannah o yo.

Prefiero ser yo.

―Tuve...tuve sexo con una chica hace unas semanas. No me cuidé ―Intenté sonar lo más seguro posible―. Ella tiene dudas, cree que...está esperando un hijo mío.

Mi madre avanzó con pasos lentos e intimidantes hacia mí.

―¿Y compraste la prueba para descartarlo?

Asentí lentamente.

―Sí.

Y...mi mejilla comenzó a arder.

Corrompiendo a tus demonios [Destructiva Obsesión #2] ✔✔Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon