Corrompiendo a tus demonios [Destructiva Obsesión #2] ✔✔

Capítulo 44.

Capítulo 44. Polvo.

06 de diciembre, 2009.

Neal Hardy.

Pasé el pasillo con lentitud, sintiendo la mirada de algunos de los chicos que se encuentran recargados en la escalera. Simplemente seguí hasta entrar a la casa que se encuentra llena de personas y de música alta.

No conozco a nadie.

―¡Ah, el del catorce! ¡Viniste! ―Me sobresalté cuando escuché una voz aguda y femenina gritándome al lado―. ¡Entra, entra!

Es la misma chica que me invitó.

―Hola ―Saludé, titubeante.

―¡Hola! ¡Anda, vamos por una cerveza! ―Expresó alto, esta vez tomándome del brazo para llevarme a una cocina.

¿Siempre es así de animada?

Me pasó una cerveza que estaba en una hielera en la cocina. Lugar que estaba habitado por varios chicos y chicas que fumaban y bebían.

El olor intenso a marihuana llenó mis fosas nasales.

Es asqueroso.

―No bebo, gracias ―Mentí.

La última vez que bebí, terminé dentro de una bañera con hielos.

Ah, no. La última vez que bebí, estuve a punto de suicidarme.

Detalles.

―Solo una, no puedes pretender asistir a una fiesta y no tomar un trago ―Insistió, brindándome una sonrisa―. Anda.

Bueno, mamá no está aquí, ¿cierto?

No más bañeras con hielos.

Tomé la lata que me extendía y la abrí. La vi tomar una y repetir mi acción. Bebió casi al mismo tiempo que yo.

Una vez que tragó, volvió a sonreírme con coquetería.

―Ven ―Me tomó de la mano y esta vez me guió a una sala. Me tiró al sillón y se sentó a mi lado, muy cerca de mí―. Creí que no vendrías, pensé que rechazarías la invitación.

―No suelo salir a fiestas.

―¿No te gustan?

No me dejaban.

Pero eso ya es tema del pasado.

―No soy de salir, prefiero quedarme en casa.

―Ah, pues me siento especial porque aceptaste la invitación ―Ladeó la cabeza―. A todo esto, ¿cómo te llamas? Suelo decirle a mis amigos que eres el del catorce porque no sé tu nombre.

―¿Le hablas a tus amigos de mí?

―Por supuesto, los chicos atractivos deben ser mencionados ―Se encogió de hombros―. Tú eres muy, pero muy atractivo. Aunque eres muy serio, ¿sabes? Las veces que te he visto por el pasillo, siempre estás serio.

―Es porque no conozco a nadie.

Su sonrisa creció más.

―Pues ahora me conoces a mí ―Estiró la mano en mi dirección―. Me llamo Jasmine.

La tomé con lentitud.

―Alain.

―¿Alan?