Corrompiendo a tus demonios [Destructiva Obsesión #2] ✔✔

Capítulo 13.

"Nací con un corazón roto".

―Belong - Cary Brothers.

14 de abril, 2008.

Neal Hardy.

Mordí mi manzana sin dejar de caminar por el pasillo para dirigirme a mi habitación. No terminé ni de masticar para tragar, cuando me detuve de golpe al ver a mi cuñado salir de la habitación de mi hermana a escondidas.

Sostiene sus zapatos, su cabello está completamente desordenado, al igual que su ropa.

―Prometo que tendré cuidado de que nadie me vea ―Habló bajo―. Descansa, Vanny.

Terminó de cerrar la puerta y se giró.

Cuando me notó de pie a mitad del pasillo y sin poder terminar de comer el trozo de manzana, también se detuvo de golpe.

―Neal ―Soltó.

Mastiqué lentamente, enfocando los ojos de la puerta a él.

―Creí...creí que estabas dormido ―Tropezó con las palabras.

Tragué.

―Después de presenciar esto, maldigo no estarlo ―Carraspeé.

Él asintió lentamente, al mismo tiempo que se rascaba la nuca con nerviosismo.

―¿Qué hacías en la habitación de mi herman...? ―Sacudí la cabeza y las manos al instante―. No, olvídalo, sé bien lo que hacías. Lo que quiero decir es que, ¿cómo entraste a la habitación de Sav?

―Por su ventana ―Hizo una mueca―. Iba a salir por ahí, pero los guardias están merodeando por todo el jardín.

―Oh...―Formulé―. ¿Y por dónde planeas salir? Sí sabes que todas las puertas están cerradas y que siempre hay dos guardias en las puertas delanteras, ¿no?

―¿Dos guardias? ―Repitió rápido, tanto que todo el aire se le escapó.

―Eh, pero cuidado que te desinflas.

Carraspeó, caminando hacia acá con pasos lentos. Intenta no hacer tanto ruido.

―Eh...no le dirás a tus padres que estuve aquí, ¿cierto? ―Inquirió, haciendo una pequeña mueca―. No, ¿verdad?

Alcé una ceja.

Y tal vez ese gesto solo aumentó sus nervios.

―No soy un chismoso, Holden ―Mencioné, dándole otro mordisco a mi manzana. Mastiqué y tragué―. Me ofende que lo pienses, sobre todo que pienses que delataría a mi hermana.

―No creo que seas un chismoso. Pero no lo sé, tal vez pienses que es incorrecto que esté a esta hora en la habitación de Sav.

Me encogí de hombros.

―No tengo por qué meterme.

―¿Alain?

Ambos giramos al escuchar esa voz provenir de las escaleras.

―Es mamá ―Susurré.

―Me cago en to...

―Entra a mi dormitorio ―Hablé bajo.

Abrí la puerta y lo empujé dentro del dormitorio. Estuve a punto de cerrar hasta que noté que mamá terminó de subir las escaleras.

Me quedé con la mano sobre la perilla.