Huggy Wuggy

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Espero que les guste~

Nota: Antes de cualquier duda, estuve mirando un poco y Huggy, cuando te ataca, parece tener saliva escurriendo de su boca. No sé cómo o por qué pero prefiero quedarme con la duda xD

Petición de: AvyQuijada

MK se detuvo, mirando su teléfono solo para asegurarse una vez más de que estaba en el lugar indicado y mirando hacia el edificio frente al que estaba, sintiéndose algo confundido. El lugar en si parecía ser una especie de fabrica de algún tipo, una grande, abandonada teniendo en cuenta la falta de humo y movimiento, la pintura que estaba seguro que alguna vez fueron colores vivos y diversos luciendo desgastados con el tiempo. 

-Que lugar tan raro- enarco una ceja, mirando de reojo la dirección que aparece en su teléfono pero teniendo en cuenta que no es la primera vez que piden entregas en un lugar supuestamente abandonado, se encoje de hombro, bajándose de su carro y caminando con pedido en mano, agradecido que fuera pleno día porque el lugar se vería aterrador de noche. Llegar a la entrada es fácil y con la puerta sospechosamente sin ningún tipo de seguro, se adentra, llegando a lo que esta seguro es la recepción. El lugar...se ve tan abandonado como hubiera esperado.

-¿Hola?- su voz hace un extraño eco que decide ignorar. -¿Hay alguien aquí?- avanzo con pasos confiados, iluminando su camino con ayuda de la linterna de su teléfono porque la falta de ventanas hace que todo se vea oscuro. -¿Alguien que haya pedido fideos?- se detiene en seco. Hay una puerta con panel electrónico que esta abierta, luciendo como si hubiera sido forzada. Enarco una ceja pero por alguna razón, aun así avanzo, caminando por el pasillo oscurecido y sintiendo la curiosidad en crecimiento ante la imagen sonriente que adorna las paredes. El final del pasillo solo lo lleva a una habitación no muy grande, con puertas y cajas con juguetes tiradas en el suelo. No escucha que la puerta tras suyo se cierra una vez que avanza por completo.

-Vaya...- alzo lentamente la vista, parpadeando con confusión. La extraña estatua en medio de la habitación parece un monstruo de algún tipo, de largas extremidades, pelaje azulado y afelpado, con las manos y pies amarillos. Sus ojos son oscuros, sus labios gruesos y rojizos inclinados hacia arriba en una sonrisa amigable. -¿"Huggy Wuggy"?- pudo leer que decía en una de las cajas tiradas. Debe ser un juguete viejo porque no recuerda haberlo visto alguna vez.

-Bueno, supongo que no hay nadie aquí- hizo un puchero, sintiéndose estafado y engañado pero no era la primera vez que algo así sucedía y estaba seguro que tampoco seria la ultima. Mira la pantalla de su teléfono, gimiendo con tristeza ante el aviso de su jefe. Hay más pedidos y se están acumulando. -Ya voy, ya voy- se da media vuelta para volver por donde vino pero se encuentra con que la puerta esta cerrada. -¿Cerrado?- frunció el ceño cuando la puerta se negó a moverse. -Vine por aquí, estaba abierto- estaba muy confundido. No quiere usar su fuerza para arrancar la puerta, teme que eso pueda causar una especie de derrumbe, pero un sonido tintineante cerca de su oído llama su atención. Puede ver llaves colgando a su lado. -Oh, gracias- acepto las llaves con una sonrisa, esperanzado de que estas fueran de la puerta. Su cerebro tarda unos vergonzosos segundos en darse cuenta de un detalle y cuando lo hace, se congela, apretando tan fuerte las llaves que sostiene que siente un ligero dolor pero esta más concentrado en voltearse, soltando un chillido agudo y poco masculino. El supuesto Huggy ahora esta demasiado cerca, alzándose por encima suyo, su sonrisa reemplazada por una boca abierta y llena de pequeños dientes afilados, con lo que esta seguro es algo de saliva escurriendo. No quiere saber cómo o por qué la supuesta estatua esta salivando, prefiere quedarse con la duda.

-¿F-Fideos?- sonrío con nerviosismo, temblando ligeramente, sorprendido cuando la expresión de la extraña criatura cambia. Muestra menos los dientes y sus ojos ahora están fijos en la comida, lo va a tomar como una victoria. -¿Sentado?- su sorpresa solo aumenta cuando Huggy obedece, dejándose caer de sentón, sus ojos oscuros brillando con algo parecido a ilusión y suplica, su boca abierta mientras esperaba. -...¿Cuándo mi vida se volvió tan rara?...- no puede evitar pensar con extrañeza, sacando el pedido de la bolsa para abrirlo y después de un segundo de duda, vaciando su contenido dentro de la boca ajena y observándolo saborear. Tampoco quiere saber.

-¿Te gustaron?- recibe un suave murmullo, que suena extrañamente como un ronroneo, junto a una sonrisa feliz. Lo tomara como un si. -Entonces...- se sentó porque tiene la sensación de que no se ira pronto. -...¿Puedes decirme como cerraste la puerta?- es la duda que esta carcomiendo su mente. Algo empuja sus brazos y cuando baja la mirada, recibe su respuesta. -Oh...hay más de ti...pero pequeños...- jadeo con asombro antes las pequeñas versiones de Huggy que le devuelven la mirada. Son diferentes a los que están en las cajas, estos son todos de diferente color pero se mueven con tanta torpeza como el original aunque también parecen arrastrarse para moverse más rápido.

~Monkie Kid~ 4️⃣Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang