~Monkie Kid~ 4️⃣

Cicatrices

Espero que les guste~

Nota: Me inspire en un comic que encontré en Tumblr ^_^

Nota-2: Creo que cada quien tiene derecho a mostrar o no lo que quiere y que la reacción de los demás no debería ser una razón para ocultarse, incluso si al principio es incomodo

Dejo escapar un largo suspiro al llegar a su destino, respirando profundo y disfrutando del aire puro, lejos de la ciudad, escuchando el canto ligero de los pájaros a su alrededor. Tarareo mientras se sentaba de piernas cruzadas, dejando lo que había traído a su lado. Estaba en el bosque, sentado a los pies de un árbol y bajo su sombra, apoyando su espalda en el tronco, dispuesto a simplemente esperar.

Usualmente, solo dejaba el pedido y se iba pero esta vez, había un extraño alivio de estar solo por un rato, especialmente en esos últimos días porque había una cierta tensión entre los integrantes de su pequeño grupo y él era muy consiente de que era la causa.

Tenía pequeñas marcas apenas visibles en su cuelo producto de cuando su maestro estuvo poseído y lo ataco. No se veían, no le dolían, pero el mono parecía poder verlas sin mucha dificultad y siempre se veía horriblemente culpable, triste, todo el animo que habían tenido desvaneciéndose en un segundo. Se disculpo de todas las maneras que pudo y a pesar de que él acepto todo eso, el mayor seguía viéndose como cachorro pateado cuando se acordaba de las cicatrices. Las cubrió con corrector de ojeras.

Tenía mechones blancos luego de su extraño y último encuentro con LBD, como una especie de marca que dejo como prueba de que se había enfrentado a ella y había sobrevivido, lo tomo de esa manera, pero los demás no tanto. Ninguno podía verlo, siempre luciendo algo incomodos ante la vista, pero sin decir nada en voz alta, solo sonriendo apenas y hablando de lo que sea que se les viniera a la mente. Intento teñirlos pero no importaba cuanto intentara, el tinte no quedaba.

Tenía marcas de quemaduras en ambas manos luego de presenciar una pelea particularmente mala entre Mei y Pigsy. Incluso con el buen control que había demostrado luego de aceptar el Samadhi Fire como parte de ella, ese momento de pura tensión e ira parecieron ser demasiado para ella hasta el punto de reventar y él, sin querer que su jefe saliera herido, se interpuso en el camino y se llevo la mayor parte del daño. Los poderes curaron la mayoría pero las marcas eran permanentes. Ella lloro durante horas, disculpándose, y a pesar de que le dijo que todo estaba bien, ella desviaba la vista cada vez que él hacían grandes gestos con las manos al hablar. Las cubrió con vendas blancas.

Dejo escapar un largo suspiro, entrelazando sus dedos. Las cicatrices en si no lo molestaban, incluso si algo comienzo lo hacían sentir algo incomodo, había logrado verle un lado bueno. Sobrevivió al ataque de Monkey King, le gano a LDB, protegió a Pigsy. Eso eran cosas buenas, ¿no?

Entonces...¿Por qué ellos no podían verlo así? ¿Por qué no podían ver más allá de todo eso y simplemente tratarlo como siempre? ¿Por qué ellos no podían dejar de lucir culpables e incomodos cuando era él quien llevaba las marcas sobre si mismo?

Estaba algo molesto, no había manera de negarlo, porque incluso si él estaba dispuesto a ver el lado positivo y seguir adelante, ninguno de ellos hacia lo mismo, incapaces de ver ninguna de sus cicatrices sin sentirse culpables o quien sabe que más. Entendía que cada quien se curaba a su ritmo, en serio que lo entendía, pero sus reacciones hacia él lo estaban haciendo sentir mal y muy fuera de lugar.

Y es por eso que estaba allí.

-Que extraño servicio el tuyo...- no se sobresalto pero si sonrío ligeramente ante la voz. -...yo no pedí fideos hoy- Macaque se acerco, señalando con una sonrisa burlona y divertida hacia la obvia caja de fideos para llevar que estaba al lado del chico.

-Va por mi cuenta- contesto, sonriendo ligeramente, contento de verlo al decir verdad.

-Siempre va por tu cuenta- bufo, el chico siempre se negaba a que le pagara, alegando que era un regalo. -Entonces...- se sentó a su lado, tomando la caja entre sus manos, sintiendo su calidez y el ligero olor que de esta expedía. Tan delicioso como siempre. -...¿Qué te trae por aquí? No sueles quedarte, mucho menos trayendo solo un pedido- si el menor planeaba quedarse a comer a su lado, traía otra ración, pero esta vez, solo había una.

-Yo...- MK dudo, mordiéndose el labio inferior y bajando ligeramente la vista, acariciando con sus pulgares las vendas que ahora rodeaban sus palmas y torso. Eran incomodas, le daban picazón. -...quería pedirte un favor- recibió un ligero tarareo en señal de que continuara. -¿Podrías...enseñarme a ocultar partes de mi mismo...?- el mono se tensó y es entonces que miro bien al chico sentado a su lado, notando lo cansado y triste que se veía, también nervioso por la manera en la que tocaba las vendas y algo incomodo por como desvió la vista.

-¿Por qué?- debía haber una razón, tenía que haberla.

-Porque a los demás le molestan- murmuro después de unos segundos, sincero. -Todos se ven tan...incomodos cuando me ven- todo había sido incomodo en los últimos tiempo y tener a alguien que no lo miraba con culpa o tristeza era un alivio. -Intente cubrirlas, intente ocultarlas pero...nada cambia- Macaque frunció el ceño ante eso.

-No debes hacer eso- MK alzo la vista ante sus palabras, mirándolo con los ojos bien abiertos, asombrado. -Es tu cuerpo, es tu decisión y la incomodidad que los demás sienten no tienen que ser lo que te haga decidir- por alguna razón, apenas se estaba dando cuenta de eso y fue en ese momento, que decidió algo. -Además, creo que tu y yo...- hizo un gesto y por primera vez en muchas décadas, dejo caer su glamour, queriendo reír ante la forma en la que la boca ajena se abría con obvio asombro. -...debemos dejar de ocultarnos- tenía la mayor parte de su pelaje blanco por culpa de estar expuesto por tanto tiempo a los poderes de hielo pero también tenía las orejas coloridas a la vista y la cicatriz que pasaba sobre su ojo ciego.

-¿Y los demás?- se veía tímido, temeroso, pero esperanzado también.

-Al diablo con todos los demás- se encogió de hombros, logrando que el chico jadeara ligeramente. -Somos lo que somos y tenemos las marcas que tenemos, no vamos a ocultarlas más- sonrío, enorme y orgulloso por primera vez de tu apariencia. Era extraño pero cómodo, especialmente porque no se sentía juzgado. -¿Qué dices?- extendió sus manos. MK dudo solo un poco ante de dejar sus manos sobre las ajenas, viendo con atención como los dedos del mono desataban y quitaban con tranquilidad las vendas de sus manos, una ligera sensación de alivio llegando ante la sensación de libertar. Incluso si quería que todos se sintieran cómodos, Macaque tenía razón, tenía que ser su decisión si las ocultaba o no.

-¡Suena genial~!- sonrío de igual manera, animado y feliz, lanzándose para abrazar a su amigo, quien bufo con diversión mientras le correspondía. -¡Somos el dúo marcado!- canturreo, genuinamente alegre y libre por primera vez en días.

-El dúo marcado- asintió, solo acurrucándose alrededor del chico. -Estoy seguro que seremos más que solo dos- pensó con diversión porque siendo sincero, sabía que había más marcados entre los de sus grupos, incluso si no todas las marcas eran físicas.