~Monkie Kid~ 4️⃣

Sustos

Espero que les guste~

Nota: No me pregunten si no tiene algún sentido, fue solo algo que se me vino a la mente xD

Nota-2: Por alguna razón, adoro el tono enojado que tiene MK en la versión en inglés. Se me hace super gracioso xD

Incluso si en teoría estaba redimido, y no discutía cuando el sucesor lo llamaba "amigo", Macaque aún adoraba molestar y asustar un poco a quien pudiera cuando tuviera la oportunidad. Era parte de su naturaleza, era difícil dejar las costumbres atrás tan fácilmente.

Asustar a Mei era ganarse un pequeño grito y un intento de golpe con su espada pero significaba que debía ser rápido en moverse y volver a esconderse, divertido mientras la observaba escupir insultos acompañados de fuego verdoso y gruñidos profundos.

Asustar a Tang era ganarse un grito digno de una mujer en un drama pero significaba que podía salir y burlarse libremente al verlo caer de cara al suelo, escuchando a medias el suspiro de cansancio de parte del demonio cerdo siempre presente.

Asustar a Wukong...era más bien molestarlo, ya sea haciéndolo tropezar o robarse sus cosas sin que se diera cuenta, ganándose gritos llenos de reclamos y promesas de venganza a los cuales no prestaba mucha atención pero también significaba ser el objetivo de sus miradas sombrías en su inminente encuentro y poder burlarse en su cara, sabiendo que no atacaría si su sucesor estaba presente.

Aunque aprendió que asustar a todos no siempre era la mejor idea, incluso si no lo decía en voz alta.

Asustar a Sandy era solo lograr que los gatos a su alrededor se erizaran y sisearan con fuera pero se ganaba una gran sonrisa de parte del demonio de piel azul, quien de paso le ofrecía galletas. Era inútil intentar asustarlo.

Asustar a Pigsy era ganarse insultos a gritos y un elemento de cocina arrojado con una horrible precisión en su dirección pero se ganaba una mirada fría en su siguiente visita y un tazón frío de fideos. No debía morder la mano que le da de comer.

Pero había algo sumamente satisfactorio en asustar a MK. Era inevitable no reír cuando daba un salto en su lugar, sin importar dónde estuviera o con quien, los ojos cómicamente abiertos y un chillido agudo saliendo de su boca sin su permiso. Estaba seguir que si tuviera pelaje, estaría erizado.

Y esa era exactamente su intención en esos momentos, moviéndose por las sombras, rápido e indetectable, entrando al departamento que había estado buscando y permitiendo que su sombra ocupará parte de una de las tantas paredes, asomando lentamente su cabeza y hombros, aunque está vez, se detuvo por un segundo. MK estaba allí, de pecho al suelo y balanceando sus pies, pudiendo escuchar la ligera melodía que tarareaba y reconociendo su máxima concentración en los dibujos que estaba haciendo.

Sus ojos se abrieron, tomado por sorpresa al poder verlos los dibujos y reconocerse a sí mismo allí, parado en una pose heroica, con parte de su bufanda ondeando como una especie de capa y una sonrisa llena de orgullo en su rostro.

-Vaya, Kid...- silbo, su sonrisa en aumento ante el chillido y salto que obtuvo, logrando que los papeles se movieran de repente. Había más de él, se dio cuenta con cierto cariño, tenía muchas ganas de robarse todo eso solo para poder ir y restregarlo en la cara de Wukong, quien siempre hacía lo mismo con sus propios dibujos que el menor le regalaba. -...no sabía que te gustaba dibujarme tanto~- canturreo, permitiendo que el resto de su cuerpo saliera de la sombra por completo. Estaba satisfecho de poder verse en el puro estilo tan distinto que el menor tenía al dibujar pero por sobre todo, se sentía halagado.

-¡N-No es eso!- MK se apresuró a cubrir sus dibujos más recientes con sus brazos, su corazón aún latiendo velozmente por la sorpresa y el susto, mirando al mono con los ojos bien abiertos y las mejillas ardiendo de vergüenza. El pobre chico soltaba excusas a lo loco, esforzándose para juntar todos sus dibujos mientras el mono lo observaba con diversión, su sonrisa solo agrandándose.

Las reacciones de MK siempre eran las mejores.