~Monkie Kid~ 4️⃣

Cachorro #10

Espero que les guste~

Nota: Estaba revisando y me acabo de dar cuenta de que el capítulo anterior es el 80. Wow, que rápido que pasa todo xD

Wukong es estúpido y sabe perfectamente que en realidad, lo único que esta haciendo es retrasar lo inevitable, pero en realidad, no tiene idea de como enfrentar lo que sucede.

Sabía que iba a tener un sucesor, lo supo hace mucho tiempo atrás y solo le quedo esperar, pero cuando este apareció al fin, con ojos brillantes y una gran sonrisa mientras se jactaba de tener su legendario bastón, no va a negar que se congelo por unos segundos.

Y odia admitirlo pero...esta...mal acostumbrado a nunca reclamar primero a los cachorros.

Es tonto y no tiene ningún sentido pero desde que tuvo a Macaque a su lado, ella siempre fue quien trajo a los pequeños, era la causante de que los huérfanos o abandonados tuvieran un nuevo hogar y mucho cariño, él solo los aceptaba y jugaba con ellos. Estaba acostumbrado a recibirlos ya con olor a dulce mango, siempre contento de agregar su propio aroma a los nuevos miembros de su familia. Pero cuando cuando la dejo atrás, herida y vacía, en realidad no pensó en nada en ese momento, ignoro todo los ruidos a su alrededor y las quejas de sus pequeños a favor de alejarse, pudiendo hasta ignorar el fuerte olor a sangre mezclado con mango podrido.

Extrañaba el olor a mando dulce y le costo mucho acostumbrarse a la falta de este pero lo logro, aunque a veces juraba que podía olerlo, aunque estaba seguro de que era su loca y molesta imaginación. 

A partir de allí, en realidad nunca tuvo que aceptar cachorros externos. Sus monos tuvieron hijos y estos también los tuvieron pero todos ya nacían en su territorio, el olor a durazno que tenían encima era intenso desde los primeros días y cuando el olor a cachorro recién nacido llego a su nariz, no pensó en nada más que alejarse de allí y mantener distancia antes de perder la poca cordura que tenía.

Quería reclamar a su sucesor, lo ansiaba y lo anhelaba, pero no tenía idea como hacerlo sin tener que darle una larga y complicada explicación, principalmente por qué no quería alertarlo y tirarle la noticia bomba de que ya no era humano. Eso no era una conversación que quisiera tener, no con el peligro de que el chico se enojara o empezara a llorar. Esta limitado en el departamento de sentimentalismo, es difícil negarlo.

En pocas palabras, Wukong sabe que es estúpido y que solo haciendo mucho más complicado algo que debería ser simple pero en realidad, no se da cuenta de su error hasta que lo enfrenta.

-¿MK?- no puede creerlo, incluso si lo esta viendo con sus propios ojos. Su sucesor se ve...diferente a la ultima vez que se encontraron. Su cabello castaño esta más largo y se ve más espeso, enmarcando su rostro, esta seguro que sus orejas se ven un poco más grandes de lo que deberían y la mancha en forma de corazón color claro que rodea sus ojos es difícil de ignorar pero por encima de todo aquello, la cola que se mueve de un lado al otro y que obviamente esta conectada a la parte trasera del chico es lo que más llama la atención. La transformación...no había esperado que ya hubiera sucedido.

-¿Monkey King?- los ojos oscuros que le devuelven la mirada están llenos de confusión y sorpresa, de seguro por su repentina presencia, pero por sobre todo eso, hay cautela. Su boca se abre ligeramente, el mono con su buena vista pudiendo notar los pequeños y afilados colmillos que esta seguro que antes no estaban allí, aunque no dice nada mientras retrocede un paso.

-Tu...- el viento sopla y es entonces que un aroma familiar llega a la nariz de Wukong, sus ojos dorados abriéndose con asombro. El olor a cachorro aun esta presente pero ahora hay algo más encima. Mango, fuerte y dulce. Ella volvió y al parecer, se le adelanto. No sabe como sentirse al respecto. -...MK...- da un paso adelante pero no se atreve a más, no ante la reacción que obtiene. El pelaje ajeno, no tiene forma de negar que es pelaje ahora, se eriza y su nariz se arruga, agazapándose ligeramente mientras mostraba los colmillos con un siseo, solo para gruñir luego. -Hey Buddy, no voy a hacerte daño- se siente fatal ante la reacción. Los cachorros podían sentirse amenazados ante la presencia desconocida y en estos momentos, el menor lo ve como una amenaza. Eso no le gusta. -Solo...quiero hablar...- no sabe que hacer. Se suponía que venia a hablar, quizás para al fin reclamar al chico e intentar responder las preguntas que de seguro vendrían con eso, pero es tarde y por la manera en el que el menor lo mira, teme no poder arreglar el desastre que él mismo causo.

-¡¿Ahora quieres hablar?!- gruño, molesto, y el dios hace una mueca. Se lo merece. -¡Nunca hablaste conmigo! ¡Nunca me dijiste nada de lo que sucedería luego de aceptar tus poderes! ¡Me abandonaste!- eso también se lo merece. -¡Eres un mentiroso!- lo miro y por un segundo, sus ojos se volvieron dorados. Infla el pecho con todo el aire posible y Wukong se estremece. Sabe lo que viene. -¡MAMÁ!- el grito resuena y aunque Wukong se lo esperaba, igual se tenso, pudiendo ver de reojo como las sombras a su alrededor se movían hasta interponerse entre él y su sucesor. Sabe lo que viene y por primera vez en mucho tiempo, se queda quieto mientras siente las múltiples manos de clones sujetarlo con fuerza y firmeza. Siente que si lucha, solo va a empeorarlo aún más. Así que solo se queda allí y ve a quien alguna vez fue su compañera emerger de las sombras, tan imponente y elegante como siempre que se presentaba en una pelea. Se ve mucho mejor se lo que esperaba, su largo cabello atado en una trenza y con su pelaje brillante. El olor a mando que llega a él es agrio, demostrando que no está contenta de verlo. Se lo esperaba.

-...Macaque...- jadeo. Incluso si esta seguro haberla dejado con vida en aquel enfrentamiento, verla sigue siendo una impresión que no esperaba. 

-...Wukong...- la expresión de ella parece fría pero él puede ver las llamas de ira y furia que brillan en sus ojos. A visto esa mirada antes pero nunca dirigida hacia él. Ahora entiende a los que la temían con solo una mirada.

-¡MK!- el mencionado suelta una carcajada, la cautela anterior ausente ahora que su mamá está allí, ignorante de la tensión entre el par mientras se acurrucaba contra la espalda de ella.