~Monkie Kid~ 4️⃣

Labial

Espero que les guste~

Nota: Una vez me pinte los labios solo para marcar el rostro de mi mamá xD

Nota-2: MK es mujer

-¡MK!- la mencionada tarareo, peinando su ligeramente húmedo cabello, sin sorprenderse cuando la puerta de su departamento de abre de golpe. -¡MK! ¡MK!- no puede evitar sonreír con cariño.

-Hola Mei-Mei- dejo su cepillo a un lado, agarrando esta vez su bandana y atándola en su lugar, asegurándose de que uno de sus mechones quede suelto y colgando frente a sus ojos. -Te ves emocionada- comentó mientras se voltea a verla, riendo al notar como la punta de su cabello luce como llamas verdes. -Muy emocionada-

-¡Conseguí algo genial para ti!- sacó un pequeño tuvo color negro de su bolsillo, mostrándole con orgullo.

-Eso es...- ladeo la cabeza, ligeramente confundida.

-Pintalabios- su sonrisa se agrando, luciendo burlona y algo malvada de alguna manera. -Del rojo intenso más manchable que pude conseguir...- los ojos de la sucesora se abrieron con sorpresa, levantándose de un salto para acercarse. -...y es todo tuyo-

-¿E-En serio?- levanta sus manos con las palmas hacia arriba, viendo con asombro el pequeño objeto que su mejor amiga le está entregando. -¿Puedo?-

-Por supuesto que puedes- rio, luciendo divertida y feliz, pasando sus manos ahora libres sobre su cabello para eliminar su apariencia de fuego. -Yo me divertí mucho con el pintalabios negro la última vez...- su risa es malvada esta vez, recordando la marca de besos negros que había dejado en sus amigos. -...y creo que te toca a ti- la castaña dio pequeños saltos, sacando la tapa y mirando el pintalabios, al parecer fascinada por el color rojizo que tiene. -Además, me ofrezco como primera víctima- abrió los brazos como si estuviera lista para un sacrifico, aunque tiene una gran sonrisa en su rostro. -Vaya, ese color te queda muy bien- no puede evitar comentar una vez que la sucesora se termina de pintar los labios. El tono combina no sólo con su ropa, sino también con su tono de piel.

-Gracias~- toma el rostro de su amiga para acercarla, un malvado pensamiento cruzando su mente. Deja un par de besos en sus mejillas, otro en su frente, con otro par sobre los párpados ajenos.

-...bien, me lo merezco...- bufo, divertida al verse al espejo, notando las marcas rojizas bien marcadas. MK rio, contenta, antes de ponerse un poco más de labial y bajar a grandes pasos para llegar a la tienda, su amiga siguiéndola de cerca.

Su siguiente víctima es Pigsy.

-¡Pigsy!- llamó con toda la emoción del mundo esperando la reacción ajena.

-¿Qué pasa, niña?- el demonio alzó la vista, sólo para quedarse tieso al notar el rojo intenso que pinta los labios de la menor, quien de paso luce una enorme sonrisa con obvias intenciones. -Rayos...- miro de reojo a Mei, enarcando una ceja ante las marcas que la chica tiene en su rostro.

-¿Puedo...?- MK extiende sus manos, suplicante.

-Haz lo que quieras- acepto su destino con un largo suspiro, cerrando los ojos mientras alza su rostro, luchando para no sonreír ante el chillido que se gana con su acción. Ella es suave cuando sostiene su rostro, dejando un firme beso en cada mejilla, alejándose con satisfacción al ver que sus marcas quedaron. Su sonrisa sólo aumenta cuando se voltea a ver al único cliente frecuente que está presente tan temprano.

El siguiente es Tang.

-¿Puedo pedir que sea en la frente?- el hombre sonrió con nerviosismo, sabiendo que huir era inútil a estas alturas.