Cachorro #4

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Espero que les guste~

Nota: Amo a Wukong, que eso no se dude, pero creo que es tan tonto y torpe en tantos aspectos que lastima a los que están a su alrededor

Macaque esta al borde de quedarse dormida, la punta de su cola moviéndose muy lentamente y cada ciertos segundos, con los dedos de una de sus manos enredados entre los mechones castaños para darle un ligero masaje al cuero cabelludo, su ronroneo ligero y apenas audible mientras apoyaba su mejilla contra la cabeza ajena.

Se sentía en paz por primera vez en mucho tiempo, el olor a cachorro mezclado con chicle y otras cosas más adormeciendo lentamente su mente. Había pasado tanto tiempo desde que había tenía a alguien entre sus brazos de esa manera, desde que había sentido alguna clase de conexión que pudiera encender sus instintos. Era muy consiente que nada era eterno, que iba a tener que devolver al menor a su casa y con sus amigos pero podía atrasarlo por unas horas más, aferrarse y disfrutar hasta el último segundo antes de tener devolverlo.

Sus ojos se cerraron lentamente, dispuesta a quedarse dormida en cualquier momento.

-¡Tengo una idea!- MK se sentó de golpe, la mona abriendo los ojos al instante por el repentino movimiento y alzando la vista para verlo, preocupada, aunque se relajo un poco ante la gran sonrisa que el chico tenía. -¡Macaque, tengo una super idea!- se removió en el nido para arrodillarse al lado de ella para poder mirarla. Sus mejillas aún estaban manchadas por las lágrimas derramadas, con los ojos irritados y la nariz algo tapada pero se veía animado por alguna razón, demasiado luego de haber estado tan triste hace unos minutos.

-¿Cuál es tu idea, cariño?- quito los mechones de su cabello que estorbaban su vista, decidida a retrasar su sueño para prestarle al chico toda su atención.

-¡Seré tu cachorro!- lo dijo con tanta seguridad y emoción pero aún así, ella no pudo evitar tensarse, mirándolo fijamente por unos segundos.

-¿Disculpa?- tenía una buena audición pero aún así quería asegurarse de haber escuchado bien.

-¡Seré tu cachorro!- repitió sin mucho problema. -Tu...perdiste a tus cachorros...- eso fue tentativo, con un tono nervioso al mencionar ese detalle. Ella apenas asintió, ese recuerdo aún dolía. -...y yo...necesito a alguien de mi misma "especie"...- la idea de no ser humano por completo aun lo ponía ansioso pero no podía hacer nada contra eso. Ya había sucedido y ahora, solo le quedaba aceptar el cambio. -...podemos apoyarnos entre nosotros- Macaque tarareo, sola moviéndose con un poco más de fuerte, luciendo pensativa mientras miraba hacia el techo. -A menos...que no me quieras...- él se puso nervioso después de unos minutos, retorciendo sus dedos. Quizás...fue muy grosero decirlo tan directamente, no tenía idea de las costumbres entre demonios.

-Por supuesto que te quiero- anhelaba con todas sus fuerzas aceptar sin pensar, tener un vínculo después de tanto tiempo y colmarlo de cariño pero primero, debían hablarlo. -Solo tienes que entender, cariño...- se sentó, tomando las manos ajenas entre las suyas para darle un suave apretón. -...que si te arrepientes o si Wukong te arrebata...- hace una mueca. Perder otro vínculo la iba a destrozar y estaba segura que está vez, no podría levantarse.

-No voy a arrepentirme- sonaba muy confiado, algo que la sorprendió un poco. -Eres amable y cálida, supongo que así deberían ser las mamás...- tarareo, pensativo. -...eres sincera conmigo, respondiste mis preguntas y puedo sentir que eres honesta...- estaba agradecido por ello, especialmente al tener un supuesto maestro que brillaba por su ausencia y nunca le respondía nada directamente. -...y me haces sentir super cálido, como si nada pudiera pasarme mientras estoy contigo- Pigsy tenía la habilidad de darle la misma sensación, especialmente cuando lo abrazaba y cuidaba.

-Cariño...- ella se estaba emocionado, su cariño por el chico que tenía enfrente solo creciendo. Era dulce, un poco demasiado confiado pero eso era culpa de ser cachorro.

-Monkey King tomó sus propias decisiones...- dolía el sentir que no había sido suficiente para el dios, eso era una herida fresca que estaba seguro que iba a poder curar con algo de tiempo. -...y aunque soy un "bebé" para los tuyos...- si Mei se enteraba de eso, se burlaría, estaba seguro de ello. -...sigo siendo un adulto y puedo tomar mis propias decisiones- infló el pecho con orgullo.

-Un adulto muy maduro- por alguna razón, no pudo evitar reír. El chico en sí no parecía meditar los pros y los contra, sólo seguía sus sentimientos y su instinto.

-Entonces, ¿Qué dices?- la miró, lleno de emoción y esperanza. -¿Puedo ser tu cachorro?- parpadeo. -Eso te volvería...-

-...tu mamá- oh, que lindo era poder decirlo.

-¡Mi mamá!- eso pareció emocionarlo aún más. -Eso es genial. Nunca tuve una mamá, así que no se que se supone que debo hacer pero estoy seguro de me las arreglaré y aprenderé-

-El cachorro más raro de todos- lo miro con adoración, su cariño solo en aumento mientras más el chico divaga.

-¡Podemos usar remeras a juego!- sus ojos brillaron, ya reposando en su cabeza las remeras a juego para madres e hijos que había visto en Internet.

-Lo que quieras, chico- se inclino, apoyando su frente contra la ajena, relajándose y permitiendo que la sensación en su interior simplemente siguiera su curso, un vínculo formándose entre ambos.

-Oh...¿Y eso?- parpadeo ante la sensación en su interior. Se sentía conectado, de una manera cómoda y reconfortante, con una sensación ajena llena de cariño inundando su cuerpo.

-Nuestro vínculo, cariño- sonrió, divertida ante la expresión de desconcierto que el menor tenía, pero estaba extasiada ante aquella sensación que no había sentido en décadas. Un vínculo, uno nuevo y brillante, lleno de curiosidad y felicidad.

-Es tan cálido~- MK sonrió, suave y contento, acortando la distancia para abrazarla, hundiendo su rostro en el hombre de ella e inhalando el aroma a mango que ella emanaba. Macaque arrullo, recostándose en su nido con su nuevo cachorro entre sus brazos. El vacío que dejó el robo de sus primeros bebés aún estaba allí, no era algo que fuera a desaparecer así nada más, pero una parte de eso ahora estaba relleno con su nuevo vínculo.

~Monkie Kid~ 4️⃣Where stories live. Discover now