Ojos de Botón #3

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Espero que les guste~

Nota: En general, me inspire mucho en la película "Coraline", aunque no seguí fielmente lo que sucede ^_^

Intenta nuevamente quemar el muñeco, esta vez metiendo las cenizas en un frasco y enterrándolo en el bosque, solo para recibir pesadillas peores, todo a su alrededor incendiado y las voces de sus amigos suplicando por su ayuda, los impostores con ojos de botón mirándolo entre las llamas con grandes sonrisas. Se despierta temblando de miedo y sudando, solo para encontrar que el muñeco esta nuevamente en su departamento, luciendo como nuevo.

Lo esconde en su armario y decide, después de una tercera noche de pesadillas con los mismos seres, que dormir en su departamento ya no es una opción.

Se auto-invita a la casa de Pigsy, solo ganando una suspiro de cansancio pero obteniendo una ligera sonrisa y sabanas junto con una almohada para poder acomodarse en el sofá. Duerme, con el olor floral impregnado en la tela por tanto lavado dándole la sensación de estar a salvo, y con el sonido del ventilador de techo pero vuelve a aquel mundo tan extraño, asustado cuando despierta y se encuentra de vuelta en su propio departamento, con el muñeco sentado en su sillón y mirándolo. No sabe que contestarle a su jefe cuando este le pregunta que había pasado.

A la siguiente, le pregunta a Tang, quien a pesar de lucir preocupado y confundido, lo acepta en su casa, ofreciendo un colchón inflable. Se duerme sintiéndose extraño ante el colchón relleno de aire y confortado con los fuertes ronquidos que puede escuchar venir de la habitación principal pero vuelve a aquel mundo extraño. Esta aterrorizado cuando se despierta en su departamento, con el extraño muñeco ahora en su mesa de luz. Aprieta los labios tembloroso cuando su amigo le pregunta que había sucedido.

Invade la casa de Mei, siendo recibido con una gran sonrisa y brazos abiertos. Se sube a la cama de ella, lo suficientemente desesperado en este punto como para no importarle lo que pudieran decir los padres de ella si los ven, aferrándose a ella con todas sus fuerza y hundiendo su rostro en su hombro. Se duerme, con las suaves caricias en su espalda y los ligeros susurros de consuelo pero vuelve a aquel mundo extraño. Llora cuando se despierta en su departamento, el muñeco ahora sentado justo a su lado. Solo puede temblar entre los brazos cuando su mejor amiga le pregunta que había sucedido.

Y no duerme a partir de ahí, más ocupado en pensar en su siguiente movimiento, aunque nada bueno se le ocurre. Sabe que esta preocupando a sus amigos, es muy consiente de eso, pero aunque les cuenta lo que ha estado sucediendo y todos ellos están furiosos, no hay nada que puedan hacer. Cualquier intento de destruir el muñeco causa que las pesadillas empeoren y llevarlo lejos no sirve de nada porque vuelve a aparecer en su casa, luciendo como si nada hubiera pasado.

Todo llega a un limite cuando se duerme por accidente- Esta agradecido de solo tener que huir de aquellos seres en sus sueños por esta vez, pero cuando se despierta, el muñeco esta sentado sobre una caja que teme el como había llegado allí. La abre solo por morbosa curiosidad, solo retrocediendo con horror ante el par de botones negros que hay dentro, acompañados de un carrete de hilo y una de las ajugas de coser más grandes que ha visto hasta el momento. Tiene una nota, una que lo hace temblar y sollozar. "Todo terminara...cuando los cosas en su lugar", es lo que dice.

Esta desesperado y ahí es cuando Monkey King le ofrece su lugar para dormir, al menos para probar mientras intentan buscar una solución a todo. La montaña esta alejada, con peligros en el camino e imposible de llegar a la casa gracias a la cascada mágica, es el lugar más seguro que conoce.

Así que ahí esta, sentado, disfrutando del buen clima que hay allí, acurrucado contra el costado de Macaque sin preguntar que hace exactamente allí y relajándose con el pasar de los segundos, sintiendo una mano acariciando suavemente su espalda. Esta cansado, su mente lenta, y aunque sus parpados le pesan, lo que menos quiere es dormir por miedo a lo que podría ver.

-Hey, Kid- apenas tiene la energía para sobresaltarse ante la presencia de su maestro, volteando apenas para mirarlo.

-Hola, Monkey King- murmura, acurrucándose contra la cálida presencia, apoyando su cabeza en el hombro del domador de sombras y extendiendo su mano, aferrándose a la del dios, quien le dedica una suave sonrisa.

-¿Tienes algo en mente?- pregunta, suave y amable, muy diferente al alegre y activo sabio de la montaña que conoce.

-Yo no...- tiembla, sin poder mirar a su maestro a la cara. Se siente estúpido por no poder lidiar con la situación por si mismo, avergonzado por estar tan asustado pero esta desesperado a estas alturas. -No quiero despertar en mi departamento otra vez- porque eso significaba que todo iba a continuar, que las pesadillas seguirían y ese muñeco aun estaría allí, burlándose de él.

-No dejaremos que eso pase- hablo el de pelaje oscuro, su tono lleno de seguridad que el menor envidia por un segundo.

-Nos encargaremos del problema- Wukong se termina de acercar, ignorando a su contraparte a favor de abrazar a su estudiante, quien parece disfrutar de estar aplastado entre ambos monos.

-Te protegeremos- hay una sensación de promesa en sus tonos de voz, seguros y dispuestos a lo que sea. Los mayores comparten una mirada, un entendimiento silencioso entre ellos, ellos se van a encargar de lo que sea que estuviera acosando al chico.

-Ok- solloza, sin saber si es de alivio o de miedo, acurrucándose entre ambos y disfrutando de su calidez, deseando que las cosas salgan bien y todo termine de una vez por todas. Solo quiere dormir y no soñar.

~Monkie Kid~ 4️⃣Where stories live. Discover now