Muerte

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Espero que les guste~

Nota: Si tienen una petición que aun no cumplí o algo así, déjenla en este comentario por favor ^_^

Hay una horrible tensión en la habitación, solo el sonido de algunos pies golpeando el suelo en señal de ansiedad y ligeros quejidos resonando ligeramente. Ninguno está dispuesto a moverse porque incluso si cada quien parece distraído u ocupado con algo, toda su atención está en el chico que se retuerce entre las mantas, recostado sobre un colchón que habían movido a la sala para poder vigilarlo, y sintiendo como sus corazones se rompían con cada quejido que pueden escuchar de vez en cuando.

Es desesperante porque, aunque ninguno de ellos está dispuesto a decirlo en voz alta, saben perfectamente que las heridas de su última pelea son peores que las anteriores. Hay veneno recorriendo su sistema, lo saben por las venas ahora visibles y oscuras que parecen emanar de la herida y extenderse a un ritmo alarmante.

Y el dios solo puede verlo, aferrándose a la mano de su alumno, aterrado. Tiene tantas ganas de ir a su montaña para arrancar uno de los duraznos de allí y empujarlo a la boca ajena para obligarlo a comer, sabiendo que eso lo curaría, pero MK había murmurando negaciones al principio, diciendo que no los quería, llegando a suplicar que no deseaba algo así y Wukong no tuvo el corazón para ir en su contra, murmurando palabras de consuelo hasta que el menor cayó en un sueño inquieto.

Todos temen porque el veneno avanza demasiado rápido y los destroza el sólo pensar en cómo va a terminar todo. Las venas oscurecidas se había extendido, ya cubriendo la mayor parte de su pecho y subiendo por su garganta hasta la barbilla, yendo también por sus brazos hasta un poco más haya de sus codos.

Wukong acaricia ligera y suavemente la mano que se niega a soltar, sin siquiera sorprenderse cuando todo a su alrededor parece congelarse de repente, manteniendo sus ojos en la expresión llena de dolor que aún permanece en el rostro de su alumno, la punta de su pelaje erizándose apenas cuando una presencia fría se paro a su lado. No la quiere allí.

-Wukong...- él la mira de reojo ante el llamado, sin sorprenderse cuando se encuentra con el rostro de una mujer. Esta parada, con la espalda recta y los dedos entrelazados, su piel pálida y con una expresión tranquila, ojos tan oscuros que podían darte escalofríos si ella quería, vestida de negro y con el cabello tan largo del mismo color que llegaba a su cintura. Se veía como una mujer, un muy tranquila y hasta se podría decir que algo fría a simple vista pero incluso entonces, él sabe quien es. La Muerte, la reconoce, la mentirosa y engañosa Muerte que se esconde tras diferentes rostros dependiendo de la situación, a veces luciendo como una mujer amable y cariñosa con los niños que mueren demasiado pronto, otras veces un niño de sonrisa inocente y actitud juguetona para hacer sentir mejor a las madres que mueren al dar a luz, incluso luciendo como un hombre de expresión suave y buena actitud para aquellos que necesitaban una figura masculina para sentirse acompañados o protegidos pero solo llegando a mostrar su verdadera forma para aquellos malhechores que merecen sufrir por los siguientes años para poder darles miedo. -Ha pasado un tiempo, ¿no es así?- tararea, las comisuras de su boca elevándose apenas en una ligera y burlona sonrisa.

-Con verte una vez me basta y me sobra- Wukong sólo puede gruñir. La odia, la odia con todas sus fuerzas, no le había gustado cuando había escrito su nombre en el libro de la muerte y lo mandó a buscar pero eso se volvió odio cuando la vio llevarse las almas de quienes había considerado su familia. -No voy a dejar que te lo lleves- su agarre en la pequeña mano se hizo más firme, usando todo su autocontrol para no permitir que su cuerpo temblara de ira reprimida y miedo.

-Esa no es tu decisión- hablo con tono tranquilo, manteniendo sus ojos oscuros en el chico que, incluso cuando el tiempo parecía congelado, aun parecía estar sufriendo. -El veneno se apodera de su sistema, no durara mucho tiempo-

-Cállate- gruño con los dientes apretados, solo queriendo echarla de allí pero incluso con todo el poder que tiene, incluso siendo un dios, sabe que nada ni nadie puede contra la muerta.

-Tan educado como cuando nos conocimos...- se arrodilla con elegancia a su lado, sin importarle como siempre lo que el mono piense de ella. -...pero al menos, esta vez, no lanzaste nada-

-Tengo las manos ocupadas- a pesar de la situación, no pudo luchar contra la ligera diversión que lo invadió. Había estado furioso cuando se despertó rodeado de demonios que le decían y que le mostraban un libro negro con su nombre escrito allí en teoría, como si eso le explicara algo o justificara sus acciones. Los golpeo a todos y no tiene vergüenza para admitir que incluso les tiro algunos de sus desechos cuando tuvo la oportunidad. Después de todo, era un mono.

-Que suerte la mía- bufo, divertida. Ninguno se dijo nada más por unos segundos, hasta que ella de repente suspiro, sonando agotada y casi resignada. -Su nombre no está en mi libro- sus palabras hicieron que los ojos del mono se abrieran ligeramente, girando lentamente la cabeza para poder verla con asombro.

-Eso...- eso solo podía significar una cosa pero su desconfianza hacia la Muerte no le permitía esperanzarse mucho, no por el momento. Ella asintió apenas, extendiendo su mano ante la atenta mirada del dio, y colocándola por encima del pecho del menor sin tocarlo. Al principio, no parecía estar sucediendo nada, y justo cuando Wukong estaba por reclamar, vio las venas oscuras estropeando la piel pálida del brazo de ella y a medida que subía por su brazo hasta perderse por debajo de su ropa, las venas en el cuerpo de MK empezaban a retroceder.

-Se sentirá enfermo por los siguientes días pero estará bien- comento ella cuando termino, abriendo y cerrando su mano un par de veces, las venas oscuras desapareciendo lentamente.

-...yo...- Wukong apretó firmemente los dientes, negándose a agradecerle, aunque todo el odio que sentía hacia ella se aflojo un poco. 

-Cuídalo, Wukong...- ella lo miro, seria y fría, él recordando su primer encuentro en esos momentos. -...porque ya no habrá más oportunidades después de esta- y con eso, se desvaneció, todo a su alrededor volviendo a moverse a un ritmo normal. Todos estaban hablando, llenos de asombro y alegría al ver que MK estaba respirando con mas normalidad, la habitación llenándose suspiros de alivio y algunas lagrimas.

~Monkie Kid~ 4️⃣Where stories live. Discover now