Cambios #2

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Espero que les guste~

La conciencia volvió lentamente, estirándose todo lo posible y abriendo la boca para dejar escapar un largo bostezo, acurrucándose un poco con pereza. Su cuerpo estaba relajado, su mente en calma y eso hacía que este fuera el mejor despertar que tuvo desde hace unas semanas.

-¿Cómo te sientes, cariño?- abrió lentamente los ojos, parpadeando un poco antes de poder enfocar su vista y mirar a Midori, quien lo estaba mirando con una sonrisa amable y ojos suaves.

-Bien- se sentía mejor si tenía que admitirlo, liviano y más cómodo, como si un peso que nunca había notado se hubiera desvanecido de repente. Se sentó, estirándose una última vez y rascándose la nuca, apenas notando que su cabello se sentía más espeso de lo usual. -Muy bien, en realidad- no pudo evitar sonreír, aliviado de que todos los sentimientos negativos mesclados que había tenido últimamente ya no estaban presentes, permitiendo que se llenará de alivio y tranquilidad. -¿Cuánto tiempo estuve dormido?- porque tenía la sensación de que era tarde.

-4 horas- eso lo sorprendió. -Tu teléfono no dejó de sonar en la primer hora, así que lo apague- comentó, señalando hacia una mesa no muy lejos de ellos, donde estaba el teléfono apagado del menor.

-Uffff...- hizo una mueca al imaginar a su grupo desesperado ante su falta de respuesta y ahora que podía pensar con más claridad, se sentía muy mal por como se había comportado con sus amigos, les debía una disculpa. -¿La poción funcionó? ¿Soy mi "verdadero yo"?- su cuerpo ya no estaba tenso, sus músculos no dolían y su cabeza se sentía despejada. Lo que sea que hiciera esa cosa, había funcionado en su opinión.

-Creo...que deberías verte- sonrió con algo de nerviosismo, haciendo un gesto hacia el espejo de cuerpo completo que estaba colgando en la pared. MK estaba confundido pero se levantó, caminando y solo deteniéndose en seco ante la imagen que el espejo le estaba mostrando.

-Oh...-  su piel no había cambiado pero ahora tenía una marca ligeramente oscura que rodeaba sus ojos, agradecido de que estos siguieran siendo oscuros. Su usual peinado aún estaba presente pero su cabello se veía más espeso y largo, con lo que estaba seguro era patillas cayendo a cada lado de su rostro. -...oh...- dudo un poco antes de enganchar su índice en sus labios para poder ver entonces los nuevos colmillos que tenía. -¿Eso es una...?- y ahí es cuando noto la nueva extremidad que tenía, la cual se estaba moviendo y con el pelaje erizándose un poco. -...soy un mono...- era extraño, incluso si no podía dejar de verse.

-Si, te trasformaste mientras dormías- Midori se acercó, luciendo un poco ansiosa por la manera en la que se acomodaba sus anteojos constantemente. -¿Cómo te sientes?-

-...cómodo...- lo cual era extraño porque ahora tenía cola, colmillos y pelaje, tenía la sensación de que debería estar entrando en pánico pero la comodidad repentina lo tomó por sorpresa. Había estado tan ansioso en las últimas semanas, incómodo de alguna manera, con una sensación de ardor y picor por todo el cuerpo que ahora que que ya no lo sentía, estaba más aliviado que otra cosa. -¿Por qué...?- hizo un gesto hacia sí mismo, confundido. -Se supone que lo que me diste iba a mostrar mi "verdadero ser"- la miró, su cola moviéndose con ansia sin su intención.

-Lo hizo...- asintió rápidamente. -...pero no se por qué tu "verdadero ser" se ve así- lo señaló, sin admitir por el momento que su apariencia actual lo hacía ver adorable.

-Se supone que soy humano- siempre había sido humano, uno normal que trabajaba en entregar fideos y vivía en la parte de arriba de la tienda...¿No es así?-

-En realidad...- se voltearon ante la repentina voz, viendo entonces a un mono muy familiar emanar de las sombras. -...no creo que hayas sido humano alguna vez- comentó, sus ojos dorados abriéndose con sorpresa cuando se fijo en el menor. -Vaya...- Macaque parpadeo, acercándose solo para poder verlo mejor, asombrado ante el cambio. Alzó su mano para acunar la mejilla ajena, su pulgar rozando suavemente el borde de la marca que ahora tenía.

-¿A que te refieres con eso?- MK se mantuvo quieto, apoyándose pesadamente en el toque. La picazón que antes había sentido ahora era reemplazada con el anhelo, así que estaba encantado ante la sensación de la cálida mano contra su mejilla.

-No podría explicarlo, es más...una sensación- está vez, movió ambas manos, hundiendo sus dedos entre el nuevo pelaje castaño oscuro y rascando su nuca, divertido al verlo cerrar los ojos con un suave tarareo mientras se apoyaba en el toque.

-¿Una...sensación?- pensó MK, destellos de una mujer apareciendo por su mente pero no pudo pensar en eso mucho cuando una nueva imagen se le vino. Era una piedra, rompiéndose como una especie de huevo, y con su maestro de aspecto serio parado al lado. Una sensación de traición lo lleno, inclinándose hacia adelante para enterrar su rostro en el hombro de Macaque para tener un escondite momentáneo, moviendo sus manos para aferrarse a la ropa ajena. -...es un mentiroso...- pensó con una mueca, cerrando con fuerza los ojos mientras sentía los del domador de sombras rodearlo en un abrazo. Sun Wukong le había mentido otra vez.

~Monkie Kid~ 4️⃣Where stories live. Discover now