Ojos de Botón #2

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Espero que les guste~

Nota: Se me ocurrió que después del episodio de la calabaza y ya haber enfrentado versiones falsas de sus amigos, pensé que podría ser más desconfiado y temeroso de los impostores, especialmente ante los ojos.

Nota-2: ¿Alguien se entero algo de la siguiente temporada?

La sensación que estaba experimentando en esos momentos podía ser comparada fácilmente con deslizarse por un tobogán algo cerrado, como el de los parque acuáticos, solo que sin el agua y la diversión, con todos los colores a su alrededor opacos siendo lo único que podía diferenciar. La caída fue larga, o eso fue lo que sintió, sin poder ver siquiera una luz al final del túnel pero si sintió el golpe, soltando un grito al aterrizar de cara al suelo, gimiendo.

-Eso...fue horrible- jadeo, apoyando su mejilla contra el suelo y dejando escapar un suspiro de alivio ante la ligera frialdad contra su piel. Junto fuerzas para levantarse, sabiendo que debería ver donde estaba para encontrar como salir, pero se quedo quieto cuando noto que estaba en su cuarto. -¿Fue...todo un sueño?- se arrodillo, esforzándose para entender del todo lo que había sucedido. El muñeco ya no estaba donde lo había visto y para su sorpresa, su campera esta sobre el sillón como siempre y sus zapatillas a un lado. -Oh...- estaba aliviado, aunque se tenso cuando levanto la vista y vio su reloj. Si esto no era un sueño y estaba en la vida real, significaba que estaba llegando tarde al trabajo. -¡Rayos!- se levanto con prisa, tropezando un poco en su camino al baño para poder prepararse para el día.

Tuvo que cambiarse directamente, porque no le alcanzaba el tiempo de darse una ducha, bajando con pasos rápidos mientras se acomodaba la campera y se aseguraba de que su bandana estuviera en su lugar. Estaba muy agradecido ante la vista de la tienda, aunque estaba muy confundido ante la falta de clientes ¿Sera que su reloj estaba mal?

-¡Pigsy!- aunque ese detalle se le olvido, sonriendo al ver a su jefe dándole la espalda, parado como siempre tras el mostrador. Si él estaba allí, significaba que su reloj no estaba mal. -Que raro que Tang no este aquí...- comento, extrañado de no ver al hombre, solo para agitar la cabeza y terminar de acercarse, apoyando sus brazos sobre el mostrador. -Escucha, tuve el sueño más raro del mundo...- comento, aun sintiéndose algo incomodo al recordar la vista de aquel extraño muñeco dentro de su departamento. -...me desperté en medio de la noche y, ¿recuerdas ese extraño muñeco que llego por correo ayer? Pues...- se detuvo, sintiendo que algo faltaba. -¿Pigsy?- había algo raro en todo eso. La falta de clientes, especialmente del abusivo que siempre aprovechaba cada momento para robar comida, y la falta de gritos de parte del chef, todo eso sonaba tan familiar que daba miedo.

-¿No quieres continuar hablando, MK?- la voz de Pigsy era la misma de siempre pero con un tono tan tranquilo que le daba escalofríos. -Puedo escucharte todo lo que quieras- y se volteo lentamente, como una película de terror, un chillido saliendo de la boca del menor. En lugar de ojos amables o duros, había un par de botones negros que ahora lo miraban, la sonrisa siendo demasiado grande como para verse natural en el rostro del cerdo.

-Esto no es un sueño...es una pesadilla- retrocedió con pasos lentos, solo para chocar contra algo, alzando la vista para encontrarse con otro par de botones pero estos detrás de unos anteojos redondos muy familiares.

-¿Te vas tan pronto?- ese era Tang, o tenía su apariencia al menos, su sonrisa pareciendo agrandarse cada vez con el pasar de los segundos. -Puedo contarte todas las historias que quieras-

-¡Si, me voy!- y no dudo en echarse a correr, solo par terminar entre los brazos de alguien más.

-¡Te tengo, MK!- la voz femenina hizo que abriera los ojos con horror, separándose rápidamente y solo queriendo llorar ante la imagen de Mei pero con botones verdes en vez de ojos. -¿Vas a algún lado? ¿Quieres que te acompañe?- usualmente, estaría encantado, pero ella era falsa. Así que se zafo de su fuerte agarre, un ligero dolor quedando en sus brazos donde ella lo había agarrando, y la esquivo, corriendo por las calles. La ciudad estaba completamente desierta, como aquella vez en la que todos se habían dormido, pero había algo sombrío, especialmente en los colores opacos a su alrededor.

Decidió ocultarse en el primer callejo que pudo encontrar, tapándose la boca al escuchar las voces de los impostores, viéndolos pasar por en frente de su escondite sin notarlo para su alivio y solo relajándose cuando ya no pudo escucharlo.

Ahí es cuando se permitió un poco de pánico.

-Esto esta mal, esto esta muy mal- golpeo la parte trasera de su cabeza contra la pared en la que estaba cayendo pero incluso si sentía algo de dolor, nada a su alrededor había cambiado, seguían en la misma cuidad desierta en  la que se había despertado. -Esto es como la calabaza...- aunque aquella vez había habido más gente al menos y todos se veían normales pero todo se sentía más aterrador ahora, especialmente ante los botones extraños. -¡Es parecido a la calabaza!- sus ojos brillaron cuando algo se le vino a la mente. -¡Así que solo debo buscar el bastón de Monkey King, juntar todo mi poder y destruir lo que sea que me mantiene aquí!- soltó una carcajada, lleno de animo repentino. -¡Soy un genio!-

-¿Estas seguro de eso, Kid?- se tenso ante la voz burlona que venía de la entrada del callejón, sonriendo con los dientes apretados mientras soltaba un chillido medio ahogado ante la vista de Macaque parado allí, un botón amarillo y el otro pálido sobresaliendo demasiado en su rostro.

-¡Parkour!- aprovechando el espacio entre muros salto, dándose impulso para llegar al techo, aunque termino golpeándose al final. -Ufff, eso no me salió bien- se quejo un poco pero se apresuro a pararse, empezando a correr nuevamente, mirando a su alrededor con apuro. -Edificio en construcción, edificio en construcción...- tenía que ir de vuelta al edificio, como aquella vez, solo debía tomar el bastón y hacer todo lo posible para romper lo que sea que lo estuviera manteniendo en ese mundo falso.

-Hola, Buddy~- se detiene, observando como el impostor con el rostro de su maestro se eleva frente suyo y parado sobre una nube, los botones brillantes y dorados, acompañados con una gran sonrisa que es tan familiar que le da escalofríos. Lo que sea que estuviera sucediendo, donde sea que estuviera, estos impostores eran mejores a los otros. -¿Quieres irte tan pronto?- MK traga en seco pero no duda en volver a correr todo lo que puede, escuchando la risa que quienes lo siguen, sin necesidad de ver que de alguna manera todos están allí ahora. Se siente como si se estuvieran burlando pero eso solo lo impulsa a apurarse, solo para terminar tropezando con algo invisible y caer por el borde más cercano, gritando pero despertando antes de chocar contra el suelo, abriendo los ojos y jadeando ante la horrible sensación de caída. Se sienta, mirando a su alrededor con pánico y sin saber como sentirse al estar nuevamente en su cuarto pero presiente, al notar un detalle, que ahora esta despierto y en la realidad.

-Oh, ayúdame Buda...- murmuro para si mismo al notar al muñeco escalofriante puesto en el último lugar que lo había visto, sentado inocentemente en el estante puesto por encima de la cabecera de su cama, con los brillantes botones oscuros y una pequeña sonrisa dibujada en el rostro del muñeco.

~Monkie Kid~ 4️⃣Where stories live. Discover now