~Monkie Kid~ 4️⃣

Sonic the Hedgehog #2

Espero que les guste~

Nota: ¿Cómo podría ser el encuentro con Shadow?

-¡Aquí estamos!- Sonic se detuvo cuando llegaron a su destino, bajando suavemente al niño pero manteniendo sus manos cerca al verlo tambalearse sobre sus pies. -¿Estás bien, niño?-

-¿Estoy bien?- lo miro, parpadeando rápidamente para sacarse el ligero mareo. Pudo comprobar que la super velocidad del erizo era mucho más que viajar en la nube, algo sorprendente si era sincero. -¡Estoy genial!- rio, tropezando ligeramente, su risa en aumento cuando el erizo lo agarro antes de que pudiera irse de sentón. -¡Fue asombroso!- fue puesto sobre sus pies nuevamente, está vez con manos en sus hombros para mantenerlo erguido.

-Me alegro que te haya gustado- bufo con diversión, contento de conocer a alguien más que disfrutará de la velocidad, mirando de reojo a su alrededor. Miró de reojo a su alrededor, notando que las personas a su alrededor apenas lo miraban de reojo antes de seguir sus caminos, demasiado ocupados en sus ajetreadas vidas. -Vaya...- tarareo, que ni se molestaran por su presencia era un alivio si era sincero, especialmente cuando había llamado tanto la atención en el último mundo humano al que había ido.

-Los demonios son una cosa aquí, así que no eres lo más raro que han visto- comentó al notar la expresión en el rostro ajeno. -Créeme, no eres lo más raro- volvió a repetir cuando el erizo lo miró con curiosidad.

-Que ciudad más rara- murmuró, algo sorprendido pero divertido al mismo tiempo por el comentario.

-Y que lo digas- rio ligeramente, activando su visión dorada para mirar a su alrededor, pagándole al encontrar su objetivo. -Ahí esta la esmeralda- señaló la tienda de joyas que había allí.

-Genial- rebusco entre sus púas, sacando una pequeña bolsa que hacía un sonido tan familiar al agitarla que MK supo al instante que había allí. -¿Aceptan anillos por aquí?- preguntó en tono burlón, ya pudiendo imaginarse la respuesta si todos los mundos humanos eran parecidos.

-¿Puedo tener algunos de esos?- preguntó con ojos brillantes, algo que hizo reír a Sonic. El chico era muy fácil de emocionar por lo que podía ver.

-Todos los que quieras...- accedió con facilidad, volviendo a esconder la bolsa entre sus púas azuladas. -...pero antes, busquemos las esmeraldas- porque eran peligrosas y no quería saber que tipo de cosas podrían suceder si caían en manos equivocadas en ese mundo en particular.

-¡En eso!- MK sonrió, enorme y contento, dándose media vuelta y caminado hacia la tienda de joyas, entrando y dejando al confundido erizo solo en la vereda.

-Supongo que me toca esperar- bufo, cruzando de brazos y golpeando ligeramente el piso con uno de sus pies, sintiéndose algo ansioso, especialmente por estar en otro mundo y lejos de sus amigos. Reviso el comunicador en forma de reloj que Tails le había dado, intentando contactarlo a él o a quien le respondiera, soltando un gruñido entre dientes con frustración cuando nada sucedió. -Espero que todos estén bien- en serio que lo esperaba.

-¡Ya la tengo!- el sucesor salió, dando saltos en sus pasos mientras se acercaba, mostrando con orgullo la esmeralda violeta que sostenía entre sus manos.

-¿Cómo?- no pudo evitar preguntar, tomando la esmeralda, aliviado de conseguirla antes que alguien más.

-Le dije al señor que es una esmeralda de otra dimensión, con un poder tan grande que es capaz de destruir el mundo entero- contestó, rápido y sin dudar, sonando demasiado sincero para ser alguna clase de chiste.

-¿Y te creyó?- no pudo evitar que la incredulidad estuviera en su tono, recibiendo como respuesta un entusiasta asentimiento. -Vaya...- bufo, esta ciudad si que era rara pero genial al mismo tiempo. -¿A donde ahora, pequeño guía?- guardo la esmeralda entre sus púas, sonriendo mientras esperaba la siguiente ubicación.

-A unas cuadras de aquí- chillo cuando fue alzado, riendo cuando se movieron a gran velocidad, solo para detenerse bruscamente en muy poco tiempo.

-¿Donde?- porque no había exactamente ningún negocio por allí, solo edificios de departamento. MK tarareo, pensativo, viendo a su alrededor con sus ojos dorados y alzando la vista, notando que el brillo de lo que buscaba venia de la parte superior del edifico que tenían enfrente.

-Arriba- se acomodo un poco más en los brazos ajenos para quedar un poco más erguido, haciendo un gesto hacia su oreja para sacar su fiel bastón y haciéndolo crecer con un rápido movimiento, todo eso ante la atenta mirada de los ojos verdes, quien se adapto a su nueva posición rápidamente.

-¿De donde sacaste eso?- parpadeo, sorprendido.

-¿Donde guardas todas tus cosas?- lo miro y mantuvieron la ligera competencia de miradas, hasta que el erizo decidió desviar la vista, decidido a no responder algo que ni siquiera sabía como explicar. -Oye Sonic...- miro al erizo, sosteniendo firmemente su bastón de forma vertical, sonriendo cuando uno de los lados se alargo lo suficiente como para golpear el suelo y clavarse firmemente. -...te recomendaría sostenerte-

-¿Sostenerme?- a pesar de su confusión, afianzo ligeramente su agarre en el niño y antes de poder reaccionar, el bastón creció bruscamente, un sonido de sorpresa saliendo de su boca mientras sentía que sus pies dejaban de tocar el suelo y se encontraba en el aire, cayendo, escuchando la risa ajena. Fue rápido en reaccionar, moviéndose con agilidad para aterrizar sanos y salvos en el techo del edifico, sin poder entender del todo lo que había pasado. -Supongo...que eso es parte de tus poderes...¿no?-

-Sip- asintió con diversión, notando la esmeralda que buscaban en la esquina, totalmente inocente ante el pequeño susto que el erizo se llevo. Ahora si que Sonic tenía curiosidad por los poderes ajenos.