Mamá #4

540 92 16
                                    

Espero que les guste~

Aunque su primera charla no terminó exactamente como quería, estaba decidida a continuar, incluso si podía sentir la mirada fija de su hijo con cada paso que daba. Y para su sorpresa, al siguiente que logro encontrar fue a Red Son, ni siquiera lo estaba buscando activamente. Fue una pura causalidad, encontrándose con él siendo arrastrado por Mei con todo el entusiasmo del mundo, quejándose entre dientes pero sin hacer amague de soltarse realmente. Fue empujado a una de las tantas sillas que había allí y, aprovechando que la imperativa chica lo dejó momentáneamente, decidió acercarse.

-Hey querido...- llamó, sonriendo con algo de diversión cuando el demonio pareció confundido, mirando a todos lados antes de señalarse a sí mismo con obvia sorpresa. -...¿Podemos hablar?- a pesar de la pregunta, ya se estaba sentando, una señal clara de no aceptar exactamente una negación.

-Supongo- frunció el ceño, tenso, la punta de su cabello amenazando con volverse una flama. No se veía cómodo ni feliz ante su presencia pero ella no se sentía ofendida.

-Intentaste lastimar a mi hijo- decidió ser directa, notando como él apretaba los puños con fuerza ante sus palabras. -Lo intentaste, una y otra vez- golpeó ligeramente la mesa con uno de sus dedos, pensativa. -Te agradezco que hayas decidido ayudarlos al final pero eso no quita lo que hiciste- frunció el ceño. Entendía un poco el detalle de cómo un hijo daba todo lo que tenía y daba su mayor esfuerzo para hacer sentir orgullosos a sus padres pero eso no le importaba, no cuando el objetivo de ese demonio había sido lastimar a su familia.

-Eso no es de su incumbencia, señora- frunció el ceño y por la forma en la que la coleta de su cabello ya era mayormente fuego, estaba molesto.

-Si lo es cuando intentaste lastimar a los hijos y a mis amigos- fue rápida en contestar. -No me importa las razones de tus acciones, me importa aún menos que clase de tonta rivalidad existe entre tus padres y Wukong o lo rivalidad que crees que debes sentir contra MK...- negó, decidida a que nada de eso realmente le importaba. -...pero te advierto, que si llegas a lastimar a cualquiera de mi familia otra vez, te arrepentirás-

-Solo eres humana- se veía furioso esta vez, las llamas ganando más terreno en su cabello. Sabía que había cometido unos cuantos errores pero se había ganado el perdón del extraño grupo de alguna manera y no iba a desperdiciar eso, especialmente porque eran los primeros que lo aceptaban y lo querían a pesar de su mal carácter.

-Quizás...- eso era verdad. -...pero puedo asegurarte que no hay nada más aterrador que una madre furiosa- lo miro directo a los ojos, seria, sus palabras sonando como una especie de promesa que habría consecuencias si él metía la pata.

-Usted...- el demonio gruño, su cabello flameando y con algo de fuego alrededor de sus ojos, furioso ante la osadía de aquella mortal de amenazarlo, luciendo como si quisiera saltar sombre ella para atacarla pero se contuvo, respirando profundo unas cuantas veces, el fuego apagándose justo a tiempo para que un par se uniera a ellos.

-¿Todo esta bien?- Mei enarco una ceja, demasiado consiente de la tensión presente entre ambos, algo preocupada. MK frunció ligeramente le ceño, viéndolos, ya pudiendo imaginar lo que había pasado mientras no estuvieron.

-Todo esa bien- la respuesta salió tensa entre los dientes apretados de Red Son, quien no dudo en levantarse, solo queriendo salir de allí y estar lo más lejos posible de esa mujer. Para la sorpresa de todos, el sucesor fue el primero en reaccionar, tomando la muñeca de su amiga y la del demonio para empezar a arrastrarlos con pasos rápidos hacia la salida, solo mirando de reojo a su mamá por última vez antes de salir. Elizabeth tarareo, algo sentida por la falta de palabras de su pequeño, pero se mantuvo tranquila, estaba haciendo lo correcto.

~Monkie Kid~ 4️⃣Where stories live. Discover now