MK Vampiro #2

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Espero que les guste~

Nota: ¡Capítulo 60!

Nota-2: MK vampiro tiene super fuerza, con una audición muy aguda y una gran vista que lo ayuda a ver hasta el último detalle, puede hipnotizar a los demás pero no lo hace porque en realidad no tiene mucha práctica y no le gusta mandar a otros. También puede transformarse en murciélago

MK camino lentamente, usando sus habilidades aprendidas con los años para hacerlo de manera silenciosa y furtiva pero apenas pudo pisar uno de los escalones para ir hacia arriba cuando sintió un firme tirón en la parte de atrás de su ropa, chillando y perdiendo un poco el equilibrio mientras era arrastrado de vuelta a la tienda.

-Sentado- Pigsy lo miró con el ceño fruncido y aunque no quisiera, el chico obedeció, sabiendo que no podría ir en contra del demonio cuando estaba decidido sobre algo. Pudo oler el delicioso aroma antes de que un plato de comida fuera dejado justo frente suyo y no pudo evitar tragar en seco. Su jefe había sido firme e insistente en alimentarlo en los últimos días y, aunque era muy consiente que había vuelas intenciones, todo lo que había sido obligado a comer terminó corriendo por el inodoro. Vomitar luego no sería mucho problema si no fuera porque parte de la sangre que consumía se iba con ello y ya había gastado más bolsas en la semana que en todo un mes.

-Permiso~- hubo alivio cuando unos un par de dedos se engancharon en el plato humeante de fideos, solo para ser arrastrado lejos suyo. No necesitaba ver para saber que Tang ahora estaba disfrutando de más comida.

-¡Eso es de MK, abusivo!- gruñó, molesto.

-Pero Pigsy...- el hombre se mantuvo tranquilo, comiendo a pesar de que obviamente estaba caliente y se estaba quemando. -...somos amigos y tengo hambre-

-¡Eres una sanguijuelas, eso es lo que eres!- el chef estaba furioso, agitando una cuchara de madera en una clara amenaza que el hombre no se lo tomó en serio. MK golpeó ligeramente la superficie con sus dedos, pensativo. Amaba a Pigsy, y su corazón inmóvil se calentaba ante sus acciones, pero era muy consiente que ya no podía seguir como estaban las cosas. Sintió manos en sus hombros, sabiendo que Macaque estaba presente pero sin ser visto, el ligero apretón en señal de acompañamiento siendo lo que lo ayudó a impulsarse.

-Pigsy, ¿podemos hablar?- soltó antes de que pudiera pensarlo mejor y cambiar de opinión, aliviado en su interior al poder evitar que el demonio volviera a la cocina.

-Siempre- el chef no dudo en voltearse, apoyando sus brazos en el mostrador, demostrando que el chico tenía toda su atención.

-¿Puede ser...?- MK se mordió el labio inferior, mirando de reojo al hombre sentado no muy lejos, luciendo cómodo y poco dispuesto a irse. -¿...a solas?- se sentía mal pero estaba a punto de revelar uno de sus más grandes secretos y prefería hacerlo lentamente, a su propio tiempo. Si

-Largo, Tang- si el demonio estaba sorprendido por su petición, no lo demostró, serio mientras miraba a su amigo.

-¿Qué?- el mencionado levantó la vista de su comida, luciendo genuinamente confundido de lo que estaba escuchando.

-Largo- repitió sin rastro de duda.

-¡P-Pero yo quiero saber!- se veía escandalizado ahora. -¡Soy parte de esta familia! ¡Soy...Soy una figura paterna también!- reclamo con lágrimas en los ojos pero no le quedó otra mas que correr, apenas pudiendo esquivar la cuchara de manera que se lanzó en su dirección. -¡Son tan malos!- sollozo de manera dramática, huyendo de la tienda con pasos rápidos, dejando el plato vacío.

-Idiota...- el chef bufo, saliendo de su lugar para cerrar la puerta luego de poner el cartel de letra roja. -Bien, te escucho- declaró al terminar, sentándose en la silla más cercana, a lo que MK no dudo en acercarse para estar más cerca.

-Esto es complicado- hizo una mueca, su mente trabajando en buscar palabras para expresarse.

-¿Al fin vas a decirme que estás enfermo?- enarco una ceja.

-¿Enfermo?- eso no se lo esperaba.

-Si, has estado vomitando mucho últimamente- MK sudo, ¿Cómo lo sabia? -Estaba esperando a que te decidieras decirme y dejarme ayudarte- el chef golpeó ligeramente la mesa de manera distraída.

-No estoy enfermo- lo había preocupado, esa no era su intención. -En realidad, yo...no puedo digerir lo comida- sonaba mas tonto de lo que esperaba.

-¿Disculpa?- enarco una ceja.

-Es un vampiro, eso es lo que está intentando decirte- Macaque se arto, emergiendo de la sombra del sucesor, luciendo cansado. Perdió la paciencia, demándenlo. -El muy tonto no puede digerir alimentos y lo que come, lo devuelve y se lo ofrece al inodoro como un sacrificio- se cruzó de brazos, ignorando la mala mirada que MK le estaba mandando. El cerdo se le quedó mirando por unos segundos y parecía ser que decidió cuestionar su presencia, más ocupado en mirar al chico.

-¿Es cierto?- su voz sonaba plana, eso no podía ser bueno.

-Me temo que si- parpadeo, dejando que sus ojos se volvieran de un intenso color rojizo, abriendo ligeramente la boca para mostrar los colmillos que se alargaban ligeramente.

-No...puede...ser- la mente del chef estaba yendo a mil por hora en un intento de comprender lo que estaba escuchando. El silencio se hizo pesado y tenso, MK removiéndose mientras Pigsy se mantenía estático en su lugar. Parecía anonadado, aunque su expresión no delataba de nada y eso era lo que más lo preocupaba.

-¿P-Pigsy?- llamó, tentativo. Había esperado gritos, reclamos, incluso estaba preparado para esquivar unos cuantos elementos de cocina si el demonio se los arrojaba. Pigsy parpadeo, lento y suave, antes de cerrar los ojos y su tambaleó fue la única advertencia antes de que caer de espaldas en el suelo, el fuerte golpe resonando por la tienda cerrada. -¡Lo mate!- chillo.

-Solo se desmayo-  Macaque miro al cerdo tirado en el suelo con una mueca. -Felicidades, pudo salir peor- sonrió, su tono burlón para relajar un poco el ambiente y ganándose un puchero, un temido lastimero saliendo de la boca del vampiro. Si, pudo haber salido peor.

~Monkie Kid~ 4️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora